Editado: MARTINE VALLÉE
Introducción
Reciban todos una cálida bienvenida. En primer lugar, y por encima de todo, quiero darles las gracias por tomarse el tiempo necesario para leer toda esta información. El hecho de llevar quince años en el negocio editorial me permite ver el ingente número de libros que salen cada año al mercado y el extraordinario número de posibles elecciones de las que ustedes disponen. Nunca antes había habido tanta información disponible sobre cualquier tema que se pueda imaginar y en todas las formas posibles. De modo que elegir este libro no deja de ser una decisión consciente, y les estoy muy agradecida por el tiempo que se están tomando en sus apretadas agendas para leer lo que tengo que ofrecerles.
Decir que estoy emocionada por ver este libro en un idioma distinto al original francés es quedarme corta. Estoy muy agradecida a toda la gente de Weiser Books, y en particular a Jan Johnson, por haber hecho caso de su intuición y por haber seguido adelante con este proyecto. Si no fuera por ella, ustedes no estarían leyendo este libro.
Después de haber publicado a algunos grandes autores a lo largo de los años, compartiendo cada uno de ellos su inspirada información en muchos idiomas para beneficio de lectores de todo el mundo, pensé que había llegado el momento de reunir a algunos de ellos en un único proyecto literario. Lo que ustedes están a punto de leer es el resultado de esa recopilación, que no tiene otro objetivo que el de permitir comprender mejor no sólo lo que está pasando dentro de cada uno de nosotros, sino también a nuestro alrededor.
Lo que se busca es poder abordar mejor lo que todos estamos sintiendo en un nivel u otro. Habrán oído hablar de tres grandes autores que aparecen en este libro. En primer lugar, aquí tienen a Lee Carroll / Kryon, cuyo trabajo en Los escritos de Kryon constituye sin duda una de las informaciones más creíbles que existen en estos momentos. Vengo publicando su información desde 1996. Tengo que admitir que, para mí, fue un amor a primera vista. Me encontré con Kryon/Lee en un evento de la nueva era en Nueva York, y me quedé tan cautivada con sus escritos que me leí el primer libro en su totalidad sentada en un sillón del vestíbulo del hotel. Supe entonces que Kryon y sus enseñanzas iban a cambiar mi vida y la vida de mis lectores. Con el transcurso de los años, Lee Carroll se ha convertido en un buen amigo.
Hemos viajado juntos en muchas ocasiones y él sigue viniendo a Montreal cada dos años para llevar a cabo diversos eventos. Es un hombre al que admiro profundamente por la devoción que le tiene a su trabajo y por el modo en el que lo lleva a cabo. Es un honor publicar su obra y tenerle por amigo.
Tom Kenyon es también un hombre muy especial y con muchos talentos. Oí hablar de él antes incluso de haber leído nada suyo. Y, por fin, en septiembre de 2007, otro de mis autores, Drunvalo Melchizedek, me dijo:
«Tienes que conocer a Tom Kenyon».
Dos o tres meses más tarde, una dama llamada Wendy llegó a mi oficina y me pidió que publicara el libro de Tom y Judi, The Magdalen Manuscript (El manuscrito de Magdalena). Lo hice, y tuve la intensa sensación de que ellos tenían que formar parte de El gran cambio. Tom canaliza información de María Magdalena y de Los Hathor. Por lo que puedo saber, muy pocas personas se dedican a recuperar lo femenino divino, como es el caso de Tom y Judi, y los admiro mucho por su dedicación a esta misión. Por último, tienen ustedes aquí a Patricia Cori, que trabaja con el Consejo Supremo de Sirio. Patricia es una pionera, y ha publicado ya muchos libros, todos de enorme interés.
Es una mujer maravillosa, consagrada al servicio de la humanidad.
La inspiración es algo muy singular, algo asombroso, y trae muchas sorpresas a lo largo de su sendero. Una sabe dónde empieza, pero no dónde termina. Cuando comencé a explorar la idea de crear esta serie fue, simplemente, porque quería que mis lectores pudieran navegar con más facilidad entre las energías que nos acercan a la marca del 2012, ese año del que todo el mundo habla. Tenemos muchas expectativas acerca del 2012... Pero primero tenemos que llegar ahí. Si hay algo que sé con toda seguridad es que no llegaremos al 2012 con los mismos cuerpos con los que partimos, y tampoco con el mismo sistema de creencias que tuvimos en otro tiempo. Éstas son algunas de las razones de por qué son tan difíciles para muchas personas estos momentos. Tenemos que dejar que los cambios ocurran porque, si no lo hacemos, para cuando el 2012 llame al timbre de nuestra puerta estaremos exhaustos de tanto resistirnos. Y ésta es la razón que hay tras este libro: ayudarle a ustedes a comprender y a enfrentarse mejor a esos cambios que todo ser humano está sintiendo, sea consciente de ello o no, en un nivel u otro.
Sin duda, hay un cambio en marcha, no sólo en nosotros mismos, sino en todos los países y en todas las culturas. Es un cambio enorme y está teniendo lugar en todas partes. Nos está cambiando en los niveles más profundos, y está generando un movimiento tan grande de compasión que ya no se puede soslayar. Por todas partes está despertando la gente, está cambiando la dirección de su vida y está diciendo la verdad. Pero este gran cambio llega con un gran reto: nuestro ego. Nuestro ego se está esforzando por mantenernos atrincherados en la ilusión de aquello que no somos, en lugar de lo que somos. Hacernos conscientes del ego es el primer paso para liberarnos del miedo y alcanzar la paz interior. Pero, para ello, tenemos que saber cómo funciona el ego. Ya saben, nuestra alma está buscando siempre el modo de irradiar su luz a través nuestro. Puede suceder a través de la meditación, de la compasión, con un taller, expresando nuestros talentos a través del arte o mediante un simple paseo por la naturaleza. Si optamos por vivir conscientemente, cultivando nuestra alma y no nuestro ego, disfrutaremos de una vida intensa y apasionada.
Y con la pasión viene la creatividad, lo que yo llamo el «fuego interior».
En cierta ocasión leí esto acerca del ego: que existe una gran diferencia entre vivir la vida a través de la luz del alma y vivirla a través de la engañosa luz del ego. Es fácil dejarse engañar, porque el ego es sutil, al tiempo que fuerte y falso. Si prestamos atención, es muy fácil ver de qué modo el ego, cuando se ve amenazado, intenta oscurecer nuestra verdadera luz enviándonos por un falso sendero. Creo que nuestro progreso es directamente proporcional a nuestra capacidad para eliminar el ego y nuestras tendencias dramáticas en la medida de lo posible: ir desde el YO hasta el NOSOTROS. Si cambiamos nuestra perspectiva acerca de quiénes somos, cambiaremos el mundo en que vivimos.
De manera que aquí estamos otra vez, en este viaje interminable entre la luz y la oscuridad, el coraje y el miedo, entre ser el cambio que queremos ver o vivir asustados ante lo que podría suceder si lo hacemos. Pero si estamos dispuestos a dar el siguiente paso, descubriremos que sólo hay una luz, un viaje, una familia. El premio Nobel de la Paz Desmond Tutu dijo en cierta ocasión:
«Un día nos despertaremos y nos daremos cuenta de que todos formamos una familia».
Pues bien, no falta mucho para que veamos esto. A cada uno de ustedes les digo: ámense unos a otros, estén en paz en su corazón e intenten vivir siempre según su verdad. Entonces vivirán su vida a través de la luz de quienes son en realidad... y eso marcará la diferencia en el mundo. De esto trata el gran cambio.
Martine Vallée
Montreal, Quebec, Canadá
martinevallee@qc.aira.com
PRIMERA PARTE
Kryon
Introducción de Lee Carroll
Esta introducción va a tratar de la directora de este libro, Martine Vallée. A Martine jamás se le habría ocurrido pensar que podría cambiar miles de vidas. Durante años, estuvo oculta tras el manto de lo que le ofrecía su cultura y sus circunstancias. Durante años, se vio a sí misma únicamente bajo la luz que los demás le dieron para que se mirara, no bajo la luz que procedía de su propia magnificencia. Durante la mayor parte de su vida anduvo como la mayoría de nosotros, en la rutina de una existencia que no creíamos que pudiéramos cambiar ni controlar.
Quiero que los lectores sepan que conocemos a Martine desde hace muchos años, y que la hemos visto asumir su propio poder. Pues ella es un ejemplo de lo que enseña Kryon, ¡en el sentido de que superó sus circunstancias personales y comenzó a crear conjuntamente su propia realidad! Mediante la intención y la integridad, dejó que su luz brillara de tal modo que cambió la energía de su vida.
Y su trabajo ha puesto de relieve una profunda verdad en la vida de miles de personas. Una mujer, como otras muchas en nuestros tiempos, decidió encontrar su propósito y salir de la oscuridad hasta la luz que su propio Yo Superior había creado para ella. El resto es historia, y el libro que tiene usted entre las manos lo ha diseñado y creado intuitivamente ella para usted. Se publicó originalmente en francés, seguidamente en inglés, y ahora por primera vez en español. Échele un vistazo al contenido y celebre la verdad que existe en su interior, mientras continúa cambiando vidas.
Esto es lo que enseñamos... que seas quien seas en este planeta, tu decisión de buscar a Dios en tu interior puede dar lugar a cosas fabulosas. De esto trata el gran cambio.
De Kryon
Saludos, queridos, soy Kryon, del Servicio Magnético. Una vez más, abren ustedes estas páginas esperando recibir algo que suponga una comunicación desde el otro lado del velo. Sin embargo, es hora de empezar a combinar nuestras dos energías de un modo mucho más profundo.
Los Humanos que honran estas páginas con sus ojos tienen algo en común: que se están congregando en la unidad para darles a ustedes un mensaje combinado en el amor. La mayoría de ellos no se conocen entre sí, y jamás llegarán a verse unos a otros, pero la «voz» que llega a través de ellos representa un único mensaje de amor. Ésta no es una comunicación de entidades que les sean extrañas a ustedes, sino más bien una intensificación de la voz dulce que está ya en la cabeza con la que ustedes nacieron. Es la conexión con la familia, y con el Yo Superior que todos representamos. Más que un extraño mensaje esotérico de «alguna otra parte», estas comunicaciones proceden de la fuente... del hogar.
La energía ha llegado al tiempo de su realización. Este año es un hito en el cambio de la energía, tanto para ustedes como para el planeta. Constituye una renovación de propósitos, y el momento en que pueden comenzar a hacer cosas que, intuitivamente, han sentido que son para ustedes. Pero si consideran que estas comunicaciones forman parte de un circo o un espectáculo, se estarán perdiendo la verdadera razón de la creación de este libro. Pues todas estas comunicaciones les están diciendo a gritos que son ustedes igual que nosotros… eternos e imperecederos, y que viven en un universo que se construyó para ustedes. Ustedes forman parte de la fuerza creativa de todas las cosas, y juegan un papel importante en lo que ocurre sobre el planeta.
Así pues, mientras leen, consideren las voces. No son fuerzas extrañas del más allá, sino que son de la familia. La diferencia entre la realidad de tres dimensiones en la que viven ustedes y la nuestra, de múltiples dimensiones, crea un muro o velo a través del cual suele ser difícil comunicarse. Pero, a medida que la energía se aclare, y a medida que empiecen a comprender de verdad QUIÉN está hablando, quizás puedan detenerse unos instantes y decir:
«Gracias, familia, por vuestro amor».
Mucho antes de que capten el mensaje en tres dimensiones, sentirán que atravesamos el velo llenos de amor por ustedes. Ustedes representan un grupo muy pequeño en este planeta, el de aquellos que se toman tiempo para entrar en contacto con estas cosas esotéricas. Yo sé de quiénes son los ojos que se posan en estas páginas, y les diré que su linaje es espiritual, y que ha llegado el momento de reconsiderar de qué trata esto que llaman ustedes canalización.
Sus organizaciones espirituales les animan a que recen, y normalmente ustedes rezan. Les animan a entonar canciones a Dios, y normalmente cantan. Pero en ningún punto de ese proceso se llegan a plantear ustedes el hecho de que puedan estar en contacto con «entidades de más allá». No. En vez de eso, sonríen de buena gana y le hablan a lo que consideran que es la fuerza creadora del universo... a Dios. Pues bien, lo que intento decirles es que esto no es diferente.
Cuando leen estas palabras, se encuentran ustedes en medio de una oración en dos sentidos, y la fuerza que consideran tan importante (Dios) les está hablando en realidad a ustedes. Luego, cuando sonrían y sepan que tengo razón, sentirán esa canción que procede de su propio corazón. Es hora de que se den cuenta de que ésta es esa co-municación que han estado pidiendo, y de que pueden tomar parte en ella. No hay ningún peligro. Es algo sagrado. Se está convirtiendo por fin en algo habitual y hermoso, no en algo atemorizador e inapropiado.
Así pues, dejen que su familia les hable. Les daremos gran cantidad de información que les dirigirá hasta la siguiente fase de este gran cambio en el que nos encontramos todos. Pues lo que ocurra en la tierra, ocurrirá en todas partes. Es difícil de explicar, pero la verdad es que el hecho de que estén ustedes aquí tiene un propósito, y lo que hacen tiene un impacto en todo lo demás. Es hora de mirarse al espejo y no ver sólo a un Humano de entre siete mil millones de Humanos. Es hora de mirarse al espejo y ver una energía... representativa de la fuerza vital del mismo Dios.
¡Que comiencen los cantos!
Nunca están ustedes solos. Se les quiere mucho.
TRANSFORMANDO NUESTRA BIOLOGÍA Y RALENTIZANDO EL RELOJ CORPORAL.
Con el fenómeno de la ciencia y la espiritualidad tan en boga, parece que la gente esté obsesionada con eso de «hablar con nuestras células».
Todo el mundo quiere conseguir la capacidad de controlar su biología a voluntad, algo que es más fácil de decir que de hacer. En vez de «hablar» con nuestras células, ¿no sería mejor abordar el tema a un nivel energético... como la visualización? ¿La naturaleza del ADN no es interdimensional? Y si es así, ¿cómo puede hacer ese trabajo la comunicación entre la tercera y la cuarta dimensión? ¿Acaso nuestra biología no reacciona a nuestros pensamientos en vez de escuchar nuestras palabras?
Hace bien en formular la pregunta más compleja en primer lugar. Pero hagamos una revisión, para los propósitos de este libro, del Ser Humano. El Ser Humano es una criatura tridimensional, que vive dentro de un entorno tridimensional, que come, duerme y vive en una vida tridimensional. Cuando ustedes se ponen a estudiar el ADN, y especialmente sus propiedades esotéricas, ¿acaso lo comprenden bien? ¿Cómo pueden dar el salto a una dimensionalidad que ni siquiera pueden concebir, por ser superior a la de las tres dimensiones?
Antes siquiera de comenzar la discusión sobre la percepción y la creación conjunta, tengo que preguntarles esto: ¿Se sienten cómodos con su creencia en Dios? Dios es interdimensional, de ahí que sea una premisa básica el hecho de que ustedes sean una parte de Dios. ¿Ustedes meditan o rezan? Si es así, ¿cómo cruzan el puente desde las tres dimensiones hasta una comunicación interdimensional? ¿Entienden lo que quiero decir? Hay cosas que se «experimentan» y se comprenden sin un conocimiento verdadero del conjunto, del todo.
Y, luego, pregunto:
¿Pueden «sentir» el amor que Dios les tiene?
¿Pueden experimentar las emociones que yo podría tener por ustedes y por la Humanidad cuando les digo lo mucho que Dios ama sus almas?
Si pueden hacerlo es porque están usando ese puente, pero no están utilizando su lógica tridimensional para hacerlo. Entonces, ¿cómo lo están haciendo? Ésta es la clave: se salen de su pensamiento intelectual, de esa parte de ustedes que quiere que lo pongan todo en una caja para comprenderlo, y están disfrutando simplemente de la realidad del Espíritu, que ustedes saben que está ahí. Dicho de otro modo, han aprendido a suspender su tridimensionalidad para disfrutar de algo que «sienten» que es real.
¡Mucha gente va a criticar esta idea! Dicen que uno suspende su lógica con el fin de hacerse esotérico, y que, durante el proceso, pierde el contacto con la realidad. Pero esto nos habla de la índole de las personas que siguen extrañas creencias y se pasan haciendo culto todo el día. Lo cierto es esto: que toda la Humanidad suspende las creencias cuando quiere algo de Dios. Hasta las personas no religiosas están dispuestas a recibir un milagro de curación cuando se hallan en apuros. Hay una comprensión innata de que las cosas espirituales están más allá de nuestra comprensión. El problema aparece cuando uno reivindica que estas cosas espirituales son suyas, para trabajar con ellas. Esto es lo «Nuevo» de la Nueva Era, ese aspecto nuevo con el cual tiene problemas la vieja energía.
La comunicación con las células no es difícil. Dentro de su cuerpo existe ya un puente, dispuesto para que lo crucen. La mayor parte de la Humanidad jamás llega a cruzarlo, pues se les enseñó de niños que su cuerpo hace lo que hace automáticamente, y que de lo único que deben preocuparse es de alimentarlo; de lo demás ya se ocupa él. Por tanto, van ustedes por la vida dándole de comer y esperando que perdure. Ustedes basan íntegramente su inteligencia y su intelecto en la cabeza (eso creen), y así sucede con todos los pesares que padecen y todos los placeres de los que disfrutan. Por tanto, se fijan en sus extremidades y en sus órganos con la esperanza de que funcionen... esperando que no enfermen... esperando que no hagan algo fuera de su control. Si eso ocurre, entonces dicen ustedes:
«Puedo perder este órgano o aquél y sobrevivir».
El cerebro se convierte en todo en su vida, y todo lo demás es prescindible hasta cierto punto, o al menos «en sí mismo».
El Universo es también así para ustedes. Son conscientes de que están en él, y saben que, en tanto en cuanto alimenten su cuerpo, podrán permanecer en él. Jamás, entre un millón de sinapsis de los pensamientos que ustedes tienen, dirían:
«Yo soy responsable del Universo».
Eso es algo que simplemente no se les ocurre, dado que están en las tres dimensiones y les da la impresión de ser esclavos de todo lo que les rodea.
La verdad es que, en ambos casos, ustedes son los responsables, los encargados. En lo universal, pueden conectarse con ese caos aparente y alcanzar lo que han dado en llamar «creación conjunta» o «co-creación». Es decir, cruzan el puente entre su percepción tridimensional y el ya existente sistema del universo, que está preparado para «escuchar» lo que ustedes desean hacer en su sendero.
Con el tiempo, se dan cuenta de que esto funciona, de modo que empiezan a cultivar la idea de que, de algún modo, forman parte del sistema y pueden hacer uso de él. Así es como operan los Trabajadores de la Luz, y éstas han sido las enseñanzas de Kryon durante estos diecinueve años.
Ahora, apliquen esta idea a su cuerpo. Piensen en los miles y miles de millones de componentes del ADN, todos idénticos, organizados en el sistema biológico que crea su sistema corporal. ¿Se dan cuenta de que el ADN es el mismo en todo el cuerpo? Sí, claro, elabora células especializadas que conforman los órganos, los nervios y los músculos, pero la doble hélice del ADN es la misma en todas partes. Empiecen a ver esto en sí mismos para comprender mejor de qué va todo.
Permítame que le pregunte, Trabajador de la Luz, ¿qué parte de usted está iluminada? Muchas personas se señalarán a la cabeza ante esta pregunta, pero lo cierto es que todo el sistema forma parte de su motor de conciencia. El dedo gordo de su pie derecho está tan iluminado como su cerebro. Y lo mismo puede decirse de su codo. ¿Se da cuenta? De hecho, la capacidad que tiene para enviar luz se basa en hacer uso de todo el ADN a la vez, generando un campo cuántico en torno a usted, que es «visto» por el Universo y que carga de energía a Gaia. Imaginen cuántos Humanos están intentando ser Trabajadores de la Luz sin saber esto. Lo intentan y lo intentan, y no sienten nada. Esto se debe a que no tienen ni idea de lo de «hablarle a sus células», y a que no tienen ni idea de que el «motor de luz» necesita que todas ellas trabajen conjuntamente.
Los atributos interdimensionales de su ADN son más de diez veces más grandes que la doble hélice química tridimensional que ven al microscopio. Hasta los científicos se han dado cuenta, dado que reconocen que el genoma humano sólo parece hacer uso del 3 % o menos de sí mismo para crear todos los genes del organismo. El resto les resulta inexplicable. ¡Y es que «el resto» es el puente! Hay una serie de casi tres mil millones de componentes químicos que organizan y estructuran la parte tridimensional (el tres por ciento que es proteína codificada). De manera que en realidad se puede «ver» el puente bajo un microscopio tridimensional, pero dado que sus funciones no son tridimensionales, no tienen estructura ni simetría, y no se les ve su utilidad.
Pero ahora viene lo bueno: dado que todas las células están iluminadas, tanto como cualquier otra, cuando usted absorbe la verdad de Dios, y su propia parte del sistema de Dios, todas y cada una de las células lo saben. Después de todo, salen todas juntas de paseo, ¿entiende? [el humor de Kryon]. De modo que pongamos que tiene usted una epifanía de algún tipo acerca de su yo espiritual. Se despierta como si hubiera recibido una bendición, y más sabio de lo que era, y celebra su nueva actitud y sus nuevos conocimientos.
Ahora bien, ¿es usted consciente de que su codo y el dedo gordo de su pie derecho también «van en el lote»? ¡La única diferencia es que nunca habla usted con ellos y no puede saberlo! Todas sus células están «entrelazadas» y participan de todo lo espiritual. Lo único que no se ve por ninguna parte es la dirección «del jefe», y usted es el jefe.
Así pues, cuando comienza a dirigirse a sus células, sea con sus pensamientos, con su voz o con cualquier forma posible de comunicación, sus células ya están a bordo del barco y conocen todos los detalles; simplemente están esperando órdenes de la persona encargada.
La verdad queda expresada en esta pregunta paradójica: Si tu ADN es interdimensional por defecto, ¿por qué piensas que eres una criatura tridimensional? (Ahora ya conoce el secreto.) Su percepción se basa en las tres dimensiones, pero en realidad el motor interdimensional está funcionando ya dentro de usted, y permanecerá invisible hasta que comience el sendero de la iluminación. A medida que estudie y absorba la verdad espiritual, «llenará el tarro» de su propia energía vibratoria dentro de todas y cada una de las fibras de ADN.
La comunicación es fácil. ¡No la analice! ¿Acaso analiza usted cómo funciona el motor de combustión interna de su automóvil antes de sentarse en él, ponerlo en marcha y conducirlo? ¿Acaso analiza cómo funciona su teléfono móvil antes de ponerse a hablar por él? No. ¡Simplemente sabe que funciona y lo usa! Va siendo hora de comenzar a conducir y a hablar por su propio cuerpo.
Uno de los grandes misterios de la biología estriba en cómo se comunican entre sí las células. El ADN (es decir, el cianotipo de las proteínas y los aminoácidos del cuerpo) parece controlar todos los aspectos químicos de nuestro ser. Las investigaciones que he realizado muestran que cada célula realiza, de promedio, cientos de miles de reacciones químicas por segundo, y ese proceso, al parecer, ¡se repite simultáneamente en todas las células del cuerpo! Estoy intentando comprender cómo podemos ralentizar literalmente el reloj de nuestro organismo, como usted menciona, dentro de este complejo sistema.
Si el ADN es la sala de control, ¿cuál es el mecanismo que permite que el gen individual y las actividades celulares actúen al unísono? Y en lo que a nosotros respecta, ¿es el mismo mecanismo que nos permitirá trabajar conscientemente al unísono con nuestro ADN?
Existe una estructura de campo que es interdimensional en torno a cada doble hélice. Esto es algo que ha descubierto recientemente la ciencia. [De Lee: Vladimir Poponin ha encontrado un campo interdimensional en torno al ADN que modela las partículas de luz en un experimento físico. Era tan potente que toda la luz que el campo cambiaba permanecía inalterada aún después de retirar el campo de ADN. http://twm.co.nz/DNAPhantom.htm]
Pero existe un elemento de comunicación que los biólogos aún no han visto o reconocido. Los campos de ADN se superponen y, por tanto, se «ven» interdimensionalmente como un campo conjunto.
Este campo único es el elemento cuántico del Ser Humano que se ve tan profundamente afectado por el trabajo espiritual, y es también esa parte de ustedes a la que se dirigen unas fuerzas que aún no han descubierto. Así pues, lo que estoy diciendo es que su ADN se mantiene engarzado mediante campos que se superponen y se comunican entre sí, formando un «unico campo» interdimensional.
He aquí finalmente el secreto... el pegamento que permite una «experiencia de todo el cuerpo», una experiencia inmediata y lista para curar. Esto debería demostrarles hasta qué punto el ADN está listo y preparado para «escuchar al jefe», pues no tienen ustedes que hacer nada lógico salvo «aparecer» con la intención espiritual, y el campo cuántico del ADN se activará dentro de su organismo. Dejen que haga su trabajo, y ustedes limítense a controlar el timón.
Por lo que sé de biología, el sistema hormonal es el que controla en gran medida el proceso de envejecimiento. De modo que, para ralentizar el reloj del organismo, tendremos que trabajar directamente con este sistema.
Para que podamos manipular el reloj corporal, como usted comenta, pienso que tendremos que comprender con exactitud cómo lo hace, porque el mero hecho de hablarle no funciona, y no son muchas las personas que sepan qué visualizar (el ADN, las células, el sistema hormonal, colores, etcétera). Por otra parte, creo que podemos pasar un mal rato creyendo que podemos conseguir tal cosa, porque simplemente no sabemos cómo hacerlo.
Kryon, ¿podría darnos un ejemplo para trabajar a partir de él? Pongamos por caso el sistema hormonal. ¿Nos puede decir cómo podemos lograr el suficiente influjo sobre él como para que ralentice el reloj corporal?
En primer lugar, no dividan el cuerpo en compartimentos estancos. Eso es el resultado de su lógica tridimensional, el deseo de abordar las partes del motor con el fin de ayudar a esta función o a aquélla.
No funciona así. ¿Qué parte de la sopa bendicen ustedes antes de comérsela? ¿La sal? ¿El tomate? La respuesta es que ustedes bendicen todo el plato, que consta de millones de moléculas de diferentes tipos.
El cuerpo espiritual es una experiencia interdimensional de «cuerpo completo». No entiende de entradas especializadas. No entiende el «Quiero envejecer menos». Imagine que es usted un chamán, que sale de su casa y le pide a la naturaleza que mueva para usted una nube un poco más a la izquierda. No ocurriría nada. Sin embargo, la naturaleza sí que responde a su intención de cambiar el estado climático íntegramente. El océano responde, el calor y el frío del agua responden, los vientos y la evaporación acceden a la petición, y, como resultado, todas las nubes se mueven a la izquierda o desaparecen por completo.
Ralentizar el reloj corporal es una experiencia de cuerpo completo. Tiene que ver con la sanación y con la energía. Tiene que ver con la anulación de sus atributos kármicos y con el cambio de sendero en la vida. Ya dijimos al principio que habría gente que se daría cuenta de que ustedes envejecen más despacio y querrían saber cuál es su secreto. ¡Y que ustedes se quedarían en blanco, intentando explicar cómo se separa la sopa del plato! Los Humanos pretenden separar los atributos del conjunto, e intentan manipular únicamente los elementos de su elección. Y eso no funciona.
Permítanme que les ofrezca algo que quizás no esperen... una situación hipotética que no va a ser del agrado de algunos: millones de Humanos le están diciendo a sus células todos los días que envejezcan menos. No tienen por qué ser necesariamente Trabajadores de la Luz. Son Humanos normales, que no tienen ni idea de que lo que están haciendo es comunicarse con las células a nivel físico.... un mensaje que dice: « ¡Más despacio!» ¡Son esas personas que van al gimnasio cada pocos días y hacen ejercicio! (Les dije que no les iba a gustar esto.)
Ese campo cuántico que les digo que envuelve al ADN tiene sus antenas desplegadas para el cambio y la intención. Lo que el Humano está haciendo es decirle a las células que cambien a través del ejercicio. Y resulta que esto ayuda a ralentizar el envejecimiento.
Podría parecer contrario a toda intuición que un incremento en el metabolismo ralentice también el reloj corporal, pero así es; pues el reloj corporal está vinculado con todo lo que le rodea, incluido con cuán abiertos están los vasos sanguíneos o cuán capaz es su corazón de bombear eficientemente. De ahí que mucha gente esté ralentizando este reloj sin siquiera saberlo. El cuerpo intenta cooperar siempre con «el jefe» (o sea, usted). Cuando las células «ven» que están trabajando como cuando eran jóvenes (a través del ejercicio), comienzan a ralentizar el proceso de envejecimiento para acomodarse al cambio.
Ahora, añada el poder de la intención de aquellas personas que pueden comunicarse con sus células a través de una breve meditación cada día, y estará mandando un verdadero mensaje. Las células captan la «intención directora» del jefe y también la prueba de que el jefe va en serio (el ejercicio).
Cualquiera que esté en contacto con su yo espiritual puede hacerlo. Simplemente, tiene que dedicar unos momentos cada día a hacer de jefe y a hablarle a sus células. Dígales lo que quiere conseguir en conjunto, como un todo, no los detalles. Visualícese como cuando era niño, con un ADN fresco, antes de envejecer, antes de enfermar, antes de todo lo que ha sucedido. Dígales que su intención es esa salud lozana. Y después, si lo considera oportuno, haga algo de ejercicio. Cualquier cosa será de gran ayuda, incluso el dar unas cuantas vueltas a la manzana o subir un poco las escaleras. Haga una pequeña ceremonia con todo esto... treinta segundos... de tal modo que las células lo «conecten» con la meditación.
Esto es todo lo que hay que hacer.
Así pues... ¿funciona en su caso? Si no funciona, quizás debería examinar su experiencia espiritual de «cuerpo completo». ¿Vive usted realmente lo que enseña? ¿Está usted incrementando su comprensión espiritual, o se está regodeando en este mensaje, intentando averiguar el secreto del rejuvenecimiento? ¿Se da cuenta?
Todo guarda relación con esa conexión con el Yo Superior, que usted no puede separar de la biología. He oído también que todos tenemos una célula Maestra o célula Firma que se encuentra en la glándula pineal; algunos la llaman incluso «célula Dios». Supuestamente, esta célula contiene el cianotipo inicial íntegro de nuestro viaje por la vida como Humanos; y, a lo largo de nuestra existencia, la célula Firma o célula Dios conserva el código de nuestra perfección y de nuestro propósito original. Esta célula se puede activar respirando luz a través de la glándula pineal, y dicen que eso proporciona energía a la célula Firma, que puede entonces devolver el equilibrio y la armonía a nuestros cuatro cuerpos, desde el físico hasta el espiritual.
¿Es esto verdad, o están hablando del ADN, sólo que de otro modo?
Si existe, ¿es importante ser consciente de ello y trabajar con ello?
La respuesta es sí; ciertamente hay un cianotipo maestro, si bien eso de que se encuentre en algún lugar o en algún órgano es una metáfora. Pero se les presenta de tal modo para que trabajen con la glándula pineal, que algunos creen que es el «tercer ojo». De este modo se allana el camino para estas enseñanzas, pues el tercer ojo se ha visto siempre como la estructura de la ascensión.
Si ha estado usted estudiando la información que he dado respecto a lo que hay de interdimensional dentro de cada doble hélice de ADN, entonces sabrá ya lo que viene. Pues entre las capas del ADN se encuentra la capa del «registro Akásico», y también la «capa de Dios». Las dos suenan muy bien, al igual que la célula Firma, ¿no?
Pero se encuentran en todas y cada una de los miles y miles de millones de estructuras de doble hélice que existen en su cuerpo, y representan el código original y el equilibrio entre los mundos interdimensionales. La «Firma» de su sendero y su plan maestro está ciertamente ahí, pero está en todas las células a través del ADN, no sólo en una. No obstante, lo que pretende ese enfoque es compartimentalizar este conocimiento en una percepción que permita al Ser Humano darle enfoque al concepto, de tal modo que muchas personas puedan trabajar fácilmente con él. Este método se le dio a un sanador en concreto para este propósito en concreto, y ha permitido que muchos Humanos se sanen por sí solos y «hablen» con esta energía celular maestra.
Así pues, como ve, nos encontramos de nuevo con que hay muchos senderos para comprender los caminos del Espíritu, y muchas enseñanzas que llevan, todas ellas, a la misma fuente, la de ayudar a los Humanos a sanarse a sí mismos a través de las profundas ideas de maestros puros.
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