Todos llegamos a una intersección del yo y el alma, materia clara y oscura y gris y todo lo intermedio. Agosto nos ha pedido avanzar hacia los pasillos oscuros del tiempo utilizando sólo la luz que mantenemos en nuestro corazón. Ha envuelto sus energías alrededor de nosotros como una boa que nos aprieta hasta que decimos ‘me rindo’.
Este mes ha exigido toda nuestra atención. Como el cristal, nos hemos destrozado sólo para ser reemplazados por un reflejo solar de lo que es posible. Se nos ha pedido expandirnos más allá de cualquier perímetro de carencia o de limitación, hacia un lugar de libertad sin diluir. Este mes ha enviado a algunos maestros instigadores expertos en forma de cualquier persona o cosa a la que tengamos una fuerte reacción. Nos ha pedido inclinarnos hasta tocar nuestros pies cósmicos y aun así mantener el equilibrio sobre la cuerda floja de luz, a la vez que hacemos malabares con nuestra vida normal.
Las enseñanzas de agosto han sido como un sargento provocador, rompiendo todo lo que no les sirve. No pueden huir, esconderse ni protegerse de estos aprendizajes, ya que se adhieren a uno como una telaraña cósmica. Agosto ha sido siempre un mes de transformación, empujándonos hacia nuevas enseñanzas antes de que cambien los colores en el otoño. Respirar profundamente y pedir continuamente discernimiento divino y claridad los pondrá al borde de su viejo yo. Como un pichoncito, pueden ser empujados del cómodo nido o aprender a volar por su cuenta. La mecánica de la manifestación y creación se está redefiniendo. Las palabras ‘querer y necesitar’ ya no describirán lo que son. Las palabras ‘tener, crear, merecer, recibir’ serán donde aterricen.
La humanidad es la única especie que fue hecha a imagen del Creador, conteniendo todas las credenciales para realizar grandes hazañas. Somos la última Esperanza de un Dios amoroso que ve el futuro de esta esfera verde-azul y depende de la humanidad para avanzar más allá de sus pruebas y tribulaciones autoimpuestas, asegurando finalmente su lugar en el universo. Nosotros, las personas, no podemos dejar de creer en tiempos mejores, en la bondad de la humanidad y en la justicia universal. Nunca podemos dejar de creer en nuestros sueños, para nosotros y aquellos a quienes amamos.
La oscuridad se alimenta de duda y miedo. Quiere que nos rindamos y nos entreguemos a un futuro sombrío, sin esperanza. Somos los Guardianes de la Última Esperanza alimentada por la creencia y fe del Creador en nosotros; es nuestra misión y nuestro deber mantener en alto esta Luz de Esperanza para que todos la vean. Dejen que su luz brille sobre lo que parece ser el más oscuro de los días. Porque una chispa de Esperanza puede encender un mundo entero. La misma palabra Esperanza (en inglés hope) es una vibración 8, que nos conecta sin fin en una espiral ascendente a los reinos celestiales.
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