Garret: ahhhh, recupero mi aliento después de esa hermosa caminata de hoy. Ya que estamos hablando de ese tema de luz y de oscuridad, quería continuar con compartir un poco sobre eso.
Algunos de los mejores regalos en mi vida han llegado con una máscara de miedo en ellos, con una máscara de guerrero en ellos, con una máscara de tristeza en ellos, porque en esa vida fueron dejados en ese estado cuando esa vida se completó. Pero de toda la sabiduría de esa vida que está en esa máscara, que está detrás de esa máscara, no está disponible siempre y cuando la máscara esté en esa experiencia. Tantas veces, recibir el regalo debemos de estar dispuestos a quitársela a esos, aspectos en particular. Ahora hay que pensar, ¿cuánto están dispuestos a recibir?
Todos dicen: “Ah, quiero todo” y hay una parte de nosotros que sí quiere todo. Pero el truco para obtenerlo es que a veces “todo” llega con una máscara en sí mismo. Y la primer reacción que tengo muchas veces es, bueno, quiero todo pero esa parte todavía no.
Así que, quiero hablar un poco acerca de cómo podemos permitir a esas partes regresar a nuestra vida, quitarse la máscara y darnos su regalo. Así que el tópico que queríamos explorar un poco esta noche es confianza. ¿Cuánto confían en ustedes mismos? Ahora, no estoy hablando del sí mismo físico; estoy hablando acerca de su alma o de su esencia, su sí mismo. Porque cuando hablamos la otra noche, su divinidad ha retenido estas experiencias enmascaradas en su compasión. Y ella sabe cómo quitarse la máscara de ellas.
La primera cosa que la mente dice – “Bueno, ¿cómo lo hago? Dame el paso uno, el paso dos, el paso tres, el paso cuatro.” Desafortunadamente, la mente no tiene nada qué ver en tratar de hacerlo. De hecho, no puede hacer nada de eso, excepto estorbar y decir: “No”. Así que la pregunta es, ¿cuánto puedo confiar en mí mismo, en mi alma, en permitir, a través de este vehículo físico, quitar la máscara? Eso determina a cuántas de estas posibles aterradoras experiencias puedo permitirles quitarse la máscara y traerme sus regalos.
Así que, compartiré una historia acerca de una de las maneras en las que comencé a confiar en mi alma. Hace como 5 años y medio estábamos en Hawaii. Tuvimos una llamada – “Su casa está incendiándose” Así que, bueno, ¿qué vas a hacer cuando estás en Hawaii y tu casa está en Colorado? Dijimos, “está bien, avísanos cómo salen las cosas.” Cuando llegamos a casa y la empleada doméstica había empezado el fuego en la chimenea de la casa, una chimenea que quemaba en serio la madera y una chispa había salido disparada al techo y prendió fuego. Cuando vinieron a repararlo, dijeron: “No podemos dejar esta chimenea en esta casa. Tenemos que colocar un inserto de gas.”
Ahora, una parte que le gustó a Garret de esto fue esta casa en las montañas de Colorado. Caray, es una verdadera cosa de hombres, supongo. Así que cuando dijeron: “No podemos dejar esa chimenea ahí, debemos colocar esta chimenea de gas,” Garret estaba muy molesto. “Quiero una chimenea real. No quiero un juguete ahí. Quiero la real.” Así que murmuré y me quejé y eventualmente, la colocaron y ¿qué iba a hacer yo?
Era noviembre cuando pasé por esta experiencia con mi garganta. Así que en ese invierno, cuando lo único que podía hacer era recostarme en el sofá, estaba en el paraíso cuando tenía el control remoto para prender la chimenea. Y dije: “Mi alma me estaba preparando el camino para que le diera la bienvenida a esas experiencias aterradoras y quitar la máscara.”
Me hice un comentario – Confiaré y seguiré el liderazgo de mi alma. Mi alma sabe cuándo es el tiempo correcto para quitar la máscara.
Ahora, la parte en la que puede participar Garret está siendo preparada y está invitando al alma a tal vez, traer estas experiencias enfrente al decir: “Estoy lista. Haré mi parte como el integrador designado en esta vida – esta vida especial – para permitir a estas partes de mí que han sido retenidas en el tiempo, algunas de ellas por miles de años, a exteriorizarse y darme sus regalos, su sabiduría, su abundancia de vida.”
Así que, cuando decimos, ¿cuánto están dispuestos a recibir? Es un paquete. No todas de ellas son máscaras aterradoras; algunas pueden ser de gran diversión, pero desafortunadamente el humano no puede escoger y elegir. Así que, ¿qué tan dispuesto está tu cuerpo físico a decir: “Alma, estoy listo cuando tú lo estés.”? Gracias.
Ese es un gran ejemplo de confianza. Cuando íbamos a hablar, nos preguntamos: Bueno, ¿de qué quieren hablar?” Y contestó, “¿Qué usaré para seguir?” Yo dije: “Empieza a hablar. Cuando acabes, escogeré un tema.” Nuestro tema es la confianza. Te invitaré, ya que este tiempo es en el que nos estamos juntando, a jugar conmigo, a inventar, a considerar esta historia llamada María Magdalena.
Tengo un gran amorío con esa historia, esa experiencia, así que invitaré a esa confianza requerida por esta joven niña, una joven niña que estaba lista para tener una vida, que está abierta a la aventura. De nuevo, sin saber lo que el futuro trae, pero la voluntad de estar abierto. Y ella escucha el sonido, el sonido musical de este hombre que está enseñando y compartiendo desde su pasión y su corazón. Hmm… un nuevo pensamiento, una nueva idea, una nueva experiencia y tal vez para su época, una nueva energía y ella está cautivada. Pero él es humano. Parece que él está a la deriva. Afrontémoslo, no tiene un trabajo. ¿Qué clase de prospecto es este tipo? Siente eso. ¿Puede ella confiar en lo que parece emanar de él, lo que la cautiva, intriga, tal vez, hipnotiza? Siente eso. Ella está abierta a la vida, a todo esto. Él parece como un vendedor viajero. Siente eso. ¿Ella se podría atrever a abrirse a sí misma a recibir no sólo a él sino a este mensaje, este nuevo pensamiento que él está ofreciendo?
Experimenta eso para ti en ese parámetro sólo por un momento. “¿Deberé confiar?, ¿Deberé caminar con eso y abrirme para poder considerar?” Y él, de vuelta, la mira y dice: “¿Deberé confiar en ella tanto?” porque ella es muy humana. Él ha estado lidiando con un mundo diferente y ella es humana. Siente eso, escucha eso.
Mientras miramos a esa montaña hoy, ¿pudimos confiar al humano nuestro? Porque el alma está diciendo:”Sí, vamos a jugar, vayamos a escalar una montaña.” Sus almas están bailando y diciendo: “Sí, vayamos a estar vivos.” ¿Puede el físico confiar? Siente eso. Atreviéndose, como lo consideras, atreviéndose a abrirse y a confiar.
La primera vez que escucharon Kuthumi, Tobías, Saint Germain, ¿pueden confiar? Quan Yin vino y dijo: “Jueguen conmigo, respiren conmigo.” ¿Podré confiar? La confianza es una cosa asombrosa, tan fuera de la mente. Nunca podrá ser la mente que diga: “Confía en mí” Es un sentimiento. La confianza es un sentimiento y una experiencia. Es por esto que seguido decimos: “Miren a los ojos de su alma” Por una vez miren a esos ojos y caigan en una alberca de amor, no hay espacio para la duda. La confianza es algo fácil, ¿creen?
Así que, como éste llamado Jesús, ésta llamada María, llegaron juntos a bailar su propio baile fuera de la historia de los seguidores, ustedes, también, saben lo que es cantar una nota y el otro, toma y entra en tono y baila la música dentro del acto. Es así. Cuando el aliento de uno es el aliento de dos, la confianza no es consideración. Sólo está ahí sólidamente. Sólidamente. ¿Lo ven? Esta cosa que es un sentimiento, que es una esencia.
Recuerdan que Yeshua sabía más de su plan que ella, pero cuando el tiempo se acercaba para lo que llaman la compleción de su historia, él sabe: “Cuando esté en ese hoyo en la pared con la roca enfrente, tocaré y ¿ella vendrá y me escuchará?, ¿seguirá el resto de…?” y aun, en ese entonces, si él diera un paso, ella lo terminaría.
Recuerden, la mente es la guardiána del miedo. En el reino, ellos caminaron y hablaron y dijeron, era por confianza. Confianza, de alma a alma. Era práctica. Era una oportunidad. Como consideres cuánto de esta historia estás dispuesto a recibir y confiar, es sólo acerca de ti contigo. Ya sea que seas tú con tu socio, ya sea que seas tú alma gemela, es una demostración. Escucha esto, considera esto. Es una demostración. ¿Creen que la primera vez que Saint Germain le dijo, “Oye, ¿quiero hablar contigo”? Confianza. Para todos ustedes que canalizan, conocen esta esencia – confianza.
Nunca olviden la primera vez de Lee Carroll que dijo: “¿Me estás prometiendo que si vengo y me siento en esa silla, Kryon realmente aparecerá? Porque tengo miedo que no vaya a estar ahí y todas estas personas están aquí.” ¿Ven qué frágil, qué frágil? Por favor, consideren eso porque así como dijo María: “Sí, estoy aquí contigo, para ti, estoy aquí por ti.”, Él dijo, “Entonces estoy listo para terminar esta cosa llamada cumplimiento porque confío que estarás aquí para recibirme en el otro lado.”
Y así que cuando ella era la persona que vino y dijo: “Te veo, te escucho. Sé que estás aquí. Lo estás. Tú eres mi aliento.” Ven, eso no era una idea de que él estaba aquí. Ella no lo vio con sus ojos humanos, confiando en su alma de quien se había encendido por ella, dijo, “De alma a alma, siento tu Resplandor, Te veo. Te veo.” Confianza. La confianza abre esa puerta, mucho como la piedra que nos mantiene dormidos como humanos durmientes. Confianza y luego saber, mientras él sigue con otra pieza de su viaje y aun, él sigue ahí con cada aliento, confiando en que ella vendrá aquí, sabiendo: “No estoy solo con mis enseñanzas.”
¿Creen que hubo una separación en ese entonces? No. No, porque esto sigue, esta alma, este humano. Ella caminó su plática tan enteramente. Ella no tenía que decirles: “ Vengo a contarles una nueva historia.” Para aquellos que querían percibirla, sentirla y atreverse a permitir a sus corazones abrirse a su vibración que ella ofrecía, el Resplandor otra vez – confianza. Practicando alma a humano, es más y más fácil mientras más caigas en esta alberca de amor, este espacio llamado confianza. Así como todos viajamos a este lugar llamado Francia para recordar, oler, saborear todo esto que está aquí, esta parte de ti, tu alma dijo: “Sí. Sí. Confío que me llevas; confía en mí y te enseñaré este baile de amorío, este humano que eres.” Tu alma está tan deleitada y es por eso que te invitamos una y otra vez “respira sí con tu alma. Enamórate tanto de ti.”
¿No se comprende que lo que despertó a María es otra calidad de esta cosa que fueron sus enseñanzas, porque era su Resplandor que lo buscó a él, y así que, se convirtió en el Resplandor que la buscó a ella? Resplandor. Cuando permites y confías en esta alma humana de ti ser el ser radiante que eres, no es lo que hablas pero es el resplandor que te sigue.
Así que son invitados - ¿cuánto confiarás en ti de recibir los regalos que tu alma sabe que están esperándote? Sí, sólo un aliento por vez, un aliento, un paso, sí. Gracias, gracias. (aplausos)
Justo después de esta sesión de hoy en Montsegur, y nos dimos cuenta que había una energía tan preciosa después de la música. Estábamos todos, todos, queriendo aplaudir para nuestra aprobación pero era casi como un no, no lo hagamos. Eso casi rompe la energía, ¿saben? Es como, oh, tan lindo. Ustedes saben que todos los aprecian, ¿verdad? Así que desde Nuestro corazón, no necesitamos de los aplausos.
Mientras se permiten entrar al centro de ustedes mismos, permítanse recordar la dulzura de esta música. Vayan dentro de ese espacio otra vez sólo para ustedes, donde la música es persistente. Respiren. Respiren tan profundamente. Respiren ahora, sabiendo que la música es baile en este cuarto, sí.
Yo soy quien Yo soy, Adamus del dominio soberano. Entiendo que hay un poco de prisa aquí Así que, me pararé rápido y abriré los ojos. Sin necesidad de recordarme del tiempo.
Así que, unos puntos rápidos esta noche. ¿Qué dejarán atrás?, ¿qué dejarán atrás aquí para todos aquellos que lleguen después de ustedes?, ¿qué energía añadirán a esta área? No tienen que responder eso ahora. Contemplen esto cuando salgan mañana, cuando estén haciendo sus viajes a sus destinos finales. En verdad siéntanlo. Realmente, no lo piensen, sólo siéntanlo. ¿Qué quieren dejar atrás? ¿qué energía, conciencia para aquellos que lleguen? Lo experimentaron en estos días. Los que llegan después de ustedes dejaron una muy conciente y deliberada energía. Y luego hubieron muchos que sólo dejaron su energía sin concientemente saberlo.
Pero fue dejada por María Salomé, María Jacobo, por Sarah, por los Cathares, por los Gnósticos, tal vez un poco de Yeshua, por las iglesias. Ellos dejaron algo atrás, un recordatorio, como migajas en el camino. No para que regresen, pero para que otros encontraran el camino. Pequeños recordatorios. Lo experimentaron hoy en Montsegur, toda la energía. Dejaron un muy, muy fuerte recordatorio, muchas capas de recordatorios para aquellos que fueran de visita, particularmente, aquellos que estaban ahí en un peregrinaje espiritual o religioso.
Dejaron los recordatorios para que se toparan con ellos. No es que sean necesariamente correctos pero son potenciales. Son pequeñas piezas y sintieron mucho de estas cosas. Seguirán sintiéndolos incluso después de que se vayan porque los respiraron. Se integraron con ellas.
Así que, ¿qué dejarán atrás?, ¿qué mensaje energético, dejarán a aquellos que vengan después de ustedes?
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