jueves, 17 de febrero de 2011

LA HISTORIA DE DALRY

ABUELAS Y MADRES........ Los aspectos visibles e invisibles de un atentado suicida con bomba en 2002 en Jerusalén...y 6 AÑOS DESPUÉS

Presentado por STARCHILD

Traducción: Paloma Fernández. paloma@starchildglobal.com

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De Celia: Esta es la historia tal y como Dalry me la envió. He dejado que la cuente con sus propias palabras.

Le pedí que hiciera una pequeña biografía para que ustedes puedan captar la sensación de la Energía Femenina Divina de la Abuela “guerrera” mientras ella les cuenta su historia. Gracias...Dalry.

Me considero a mí misma una abuela australiana del montón.....quizás tenga algo de “pionera”.....nada fuera de lo común..... siempre adelantada a los tiempos (sin pretenderlo). Nacida con una malformación renal... de la que no tuve intención de morir... por lo que ya en mi cuarentena decidí cambiar mi ADN. Casada divorciada casada viuda. 4 hijos estupendos. 8 nietos. Habiendo rebasado hace poco los 70, creo que he completado el círculo de la serpiente que se muerde la cola. Y no soy yo sola. Parece como si toda la HUMANIDAD DE LA TIERRA hubiese circundado toda una época. Los que ya hayan hecho su cambio a la DIMENSIÓN HOLOGRÁFICA.......al “Eterno Aquí y Ahora”... se habrán dado cuenta como yo de que ¡¡DE VERDAD TODOS SOMOS UNO EN ESPÍRITU!! Mi “Sueño Imposible” es que AHORA nos miremos los unos a los otros y respondamos las cuestiones candentes. ¿Quién soy? ¿De dónde vine? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué espero conseguir en esta vida para cumplir mi pleno potencial?

Pese a haber enseñado en la Universidad de Padang West en Sumatra durante 3 años, 1990-1993..... La “vida” ha sido mi propia universidad. ¿Mi “campus”? ... tanto mundo como cabe bajo mi cinturón estando aún en un cuerpo. A los 24, ya madre de 3 niños pequeños, me hice ejecutiva de H.J. Heinz (sopas y alimentos infantiles), al frente de un nutrido equipo repartido por todo Queensland. Esto fue allá por los sesenta. Después abrí una Escuela de Ceremonial y Agencia de Modelos y Promociones. Los objetivos del negocio eran formar y proporcionar personal para promociones y relaciones públicas. Este aspecto del negocio me puso en contacto con el mundo empresarial y me enseñó mucho sobre los “dueños de los hilos” tras los entretelones de la humanidad. Sin embargo, mi principal objetivo siempre fue proporcionar medios a TODOS LOS REINOS DE LA NATURALEZA, además de a hombres mujeres niños ........y, en particular, a los carenciados o discapacitados ....de cualquier edad y con cualquier antecedente... para que desarrollen su pleno potencial como seres humanos. La Escuela de Ceremonial evolucionó hasta convertirse en una Escuela de Autodesarrollo con el lema CONÓCETE A TI MISMO...ACÉPTATE A TI MISMO....SÉ TÚ MISMO....APRENDE A VIVIR EN ARMONÍA.... CONTIGO MISMO Y CON EL MUNDO QUE TE RODEA. Durante muchos años esto se tradujo en una serie de talleres libres y de actividades enriquecedoras en el marco de una vida libre. Aún hoy, 40 años después y ya abuela de 8 nietos, sigo defendiendo la filosofía de la exploración interior del ser ..... y de la exploración exterior de “absolutamente todo lo que existe”.

Así que, ¿qué pasó en Israel? Tras cierta cantidad de años, dejé todo y reduje mis pertenencias a una pequeña maleta. Mi único ingreso es mi pensión como jubilada australiana. Ningún seguro ni respaldo. Fe en mí misma y en el universo. Dejé Australia en marzo de 1999. Viajé sola por 10 países. ¡Conocí a muchas muchas personas maravillosas! Llegué a Israel en abril de 2002. Quería ir en burro. ¡Lo hice! Una abuelita canosa y achacosa como yo. Dormí bajo las estrellas durante 24 días, desde el Mar de Galilea al Mar Muerto. ¡Verdaderamente este planeta es asombroso y a la humanidad le sobra magnificencia!

amor y luz

Dalry

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ESTO ES PARA LAS ABUELAS Y MADRES DE ISRAEL .....Y, EN PARTICULAR, PARA TODOS LOS QUE PERDIERON SERES QUERIDOS EN EL CONFLICTO.

Dejé Israel en octubre de 2005......tras haberme quedado casi 3 años (ilegalmente los dos últimos) porque A CONSECUENCIA DEL ATENTADO SUICIDA llegué a alcanzar cierto entendimiento del contexto tanto personal como histórico del conflicto. A pesar de que no soy ni judía ni árabe, tuve una necesidad desesperada de HACER algo. Aunque conocí a muchas personas maravillosas y abordé diversos intentos de “encontrar un camino”..... y una esperanza que tuve fue la de movilizar a las abuelas del mundo para que usen su influencia......nada de lo que intenté pareció funcionar. Todo parecía ponerse en marcha pero, en el momento crucial, siempre se estropeaba. .rompiendo mi espíritu...rompiendo mi corazón....

¡¡¡¡¡¡Ahora están todos ustedes en ello!!!!!! Bien, tal vez en esta ocasión haya una fuerza movilizadora CONTRA EL USO DE LA VIOLENCIA.........una fuerza a la que ninguna agencia pueda doblegar, ni israelí, ni palestina, ni de ningún otro lugar........LOS QUE PERDIERON SUS VIDAS DEBIDO A LA VIOLENCIA HAN EMPEZADO A PARTICIPAR EN ESTO. Tengamos todos fe en que prevalezca la voluntad de Dios de perdonar y liberar.

Pese a no ser más que una de los participantes en la siguiente historia, la cuento en nombre de MUCHOS OTROS……más de los que puedo mencionar. En los eventos relacionados con el atentado suicida fui, esencialmente, UN TESTIGO. ........ UN TESTIGO ANÓNIMO.......UNA PERSONA CUALQUIERA, QUE NO SUFRIÓ DAÑOS PERSONALES, Y COMO TAL DEBO SEGUIR.

Llega el lunes 30 de junio de 2008……Estoy durmiendo en mi apartamento en Malasia.

Ellos vienen a mí ...las personas muertas que estallaron debido a la bomba del suicida de la que fui testigo en Jerusalén. Vienen a mi conciencia subidos en la cresta de una ola de limpieza. Cuando han obtenido mi atención, me hablan como uno solo. “Estamos tan agradecidos de que por fin ya lo tengas ….lo que te escribiste a ti misma sobre la bomba. ¡Ahora por fin podemos seguir!

Me desperté haciéndome la pregunta que lleva 6 años en mi mente “¿Y la suicida? ¿Qué pasó con ella?”

A una, responden: “¿La joven que el destino eligió como su instrumento? Está aquí con nosotros……es otra de nosotros… perdonó y fue perdonada. Asumió la responsabilidad de su vida….y de su muerte. ¡Ya es libre! Por eso hemos venido. Para que el mundo sepa…..no solamente los humanos, sino TODO EL MUNDO y TODO LO QUE HAY EN ÉL….. que si NOSOTROS podemos perdonar, ELLOS TAMBIÉN PUEDEN!

El día en cuestión fue el viernes 12 de abril de 2002. Había llegado a Israel el 4. Durante la semana anterior, mi exploración de esta ciudad de fábula me había llevado a pie por lugares recónditos. Los viernes por la tarde en Israel todo cierra temprano para que los judíos que viven aquí puedan prepararse para el Shabbat, del cual había oído hablar pero que nadie me había explicado. Por lo que sabía, el viernes por la noche es la noche más santa de la semana. Todos visitan a sus familias y tienen una cena especial.

A primera hora de aquella tarde templada de primavera mordisqueé un shwarma de cordero con ensalada, enrollado en pan plano...muy rico; es sorprendente lo que llena. Después me puse a descansar con un libro a la sombra de un árbol. La comida, la calidez del sol y la sensación de asombro de estar realmente en Jerusalén me habían dejado deliciosamente satisfecha, relajada y algo somnolienta.

Como había estado viajando sola por una docena de países diferentes durante los últimos años, no estaba al tanto de los últimos acontecimientos, por lo que ¡el estruendo de una explosión me pilló completamente desprevenida! El libro cayó de mis manos. Deje escapar un gemido involuntario. Me entró la risa floja. ¿Podía haber sido una explosión? ¡Aquí! ¿En el corazón de Jerusalén, una de las ciudades más sagradas del mundo? Meneé la cabeza. ¡No puede ser! Durante lo que pareció un siglo, ¡me quedé sentada y paralizada mientras las ondas expansivas hacían eco en mis huesos!

Busquo el libro. Mi mano tiembla del susto. Recojo el libro e intento reanudar la lectura, pero en menos de 10 latidos, empiezan las sirenas. Su estridente sonido retumba por las calles vacías. Muchas sirenas. Se acercan. Giran a la izquierda y enfilan el extremo opuesto del cercano mercado. Desde mi pequeño oasis de tranquilidad, así por fuera no logro detectar cambios, aunque las sirenas siguen y siguen... Pienso “¡Dios mío, debe haber habido una avalancha humana infernal!”

Las sirenas se detienen. Observo a la espera. ¿A la espera de qué? Una voz rompe el silencio. Mi propia voz. De hecho, digo algo así como: “¡No cabe duda! Esta clase de estallido solo puede haber sido causado por una colisión por alcance. No debe haber sido lejos”. A estas alturas caigo en que el accidente debe haberse producido verdaderamente muy cerca. Y debe haber muchas personas implicadas, dada la cantidad de ambulancias.

Como mi paz se ha hecho añicos, decido dar el día por finalizado y emprender la caminata de vuelta al hostel. Al ser extranjera, no tengo ni idea de dónde estoy, pero avanzo en la dirección aproximada. Ésta me conduce a la desierta zona del mercado. En contraste con el bullicio de un ajetreado viernes por la mañana, el mercado tiene un aire solitario, vacío y silencioso. Mientras camino entre los puestos vacíos, todo parece normal. La basura y los restos del día ensucian el suelo. Las mesas plegables están amontonadas. De hecho, algunos productos que no se vendieron están abandonados en cajas. Una anciana rebusca entre los restos. Un hombre con un jersey desastrado también escarba entre ellos y va echando algunas frutas en una bolsa de tela. Inclina su cabeza a mi paso a modo de saludo y me tiende un par de naranjas, una manzana y una pera para que las examine. Intercambiamos una sonrisa cómplice. Le envío amor.

¿Por qué sigue cortada la otra salida del mercado? Una sólida barrera humana, tal vez de algo menos de una docena de personas, están impidiendo la salida hacia la avenida principal. Como mis pies se ven atraídos irresistiblemente hacia aquella salida, alguien me ladra una orden. El grupo se me echa encima a discreción, impidiéndome avanzar hacia el espacio libre, y entonces lo veo. ¡Dios mío, ya lo veo! Una persona desconocida se ha hecho explotar y, con ella, a muchos otros, hasta hacerlos pedazos. ¡Hasta hacerlos pedazos, así de literal! ¡Pedazos pequeños, grandes y diminutos! Hace menos de veinte minutos, esos trozos y pedazos eran personas. ¡Vivas! ¡Respirando!

Me quedo petrificada. Alguien a mis espaldas arma unas vallas. De alguna manera, he quedado del otro lado de la barrera. Si alguien intentase moverme, mi cuerpo se quebraría. Como un espejo del suceso; estoy ya quebrada.

La muerte huele. La muerte debida a una explosión tiene un olor característico. ¡Un olor que te atrapa en un abrazo envenenado! ¡Metálico! ¡Tóxico! ¡Claustrofóbico! Encerrada en mi caparazón de inmovilidad soy escasamente consciente del movimiento que hay en el escenario que tengo delante. ¡Gente sentada, tumbada, doblada, levantándose! ¡Algunas de las personas tiradas son bastante pequeñas! ¡Niños!

¡Ay! Ahora percibo lo curiosamente variadas que son estas personas. Los asistentes sanitarios están separando muertos de heridos. Algunas de esas “personas” son, en realidad, cadáveres. Los heridos están siendo atendidos primero. Observo cómo cargan y se van las ambulancias. Un flujo continuo ...... no sólo de ambulancias. ¡Hay otros vehículos esperando! ¡Oh! Ahora me doy cuenta de quiénes son ESAS personas. Se trata de personal de la policía y de los servicios de emergencia.

También hay otras personas; estas otras van vestidas de blanco. Llevan guantes y unas bolsas de plástico. Con unas pinzas, van recogiendo cosas y las van metiendo en las bolsas, no estoy segura de qué serán. ¿Podría tratarse de pruebas? ¿¿Qué clase de pruebas??

Todas estas personas de distintas clases pululan ante mí cual ejército frenético. Un hombre vestido con un mono me aparta a un lado con firmeza. Me habla en hebreo. Como no le respondo de inmediato, alguien me toma con cuidado por los hombros y me hace retroceder algunos pasos para que les permita tender una cinta que cierra el lugar. Lloro callada e intermitentemente. Parece verdaderamente estúpido: nadie más llora.

La crisis se resuelve en un tiempo sorprendentemente corto, ordenadamente pero a toda prisa, trabajando a destajo, mientras los muertos y heridos son examinados, procesados y desalojados. En un instante, los agentes acordonan el resto de la diezmada zona. ¡Llega la primera oleada de medios! ¡Demasiado tarde! No quedan de la matanza sino pequeños restos. Hasta el olor se ha disipado.

Mis extremidades van empezando a recobrar sus funciones, pero aún soy incapaz de moverme a voluntad. Además, no hay salida. Observo a los hombres de blanco que traen una escalera y la colocan apoyada contra el ennegrecido poste de madera que sostenía una marquesina que ha sido arrancada. Uno de los hombres se sube a ella mientras otro se la sujeta. Jirones de tela cuelgan del borde del toldo por tres sitios. El hombre de blanco va recogiéndolos delicadamente con las pinzas. ESTA FUE LA PIEZA QUE FALTABA EN EL ROMPECABEZAS ….. HASTA HOY, 6 AÑOS DESPUÉS, NO HABÍA SIDO CAPAZ DE RECONOCER QUE ESOS JIRONES ERAN CARNE HUMANA. …… la carne humana desgarrada por una explosión parece tela rasgada.

Sigo allí, ¡con todas mis facultades avocadas a grabar la escena en todo su horror y fascinación, sin perder detalle! ¡Mis ojos, mis oídos, todos mis sentidos, todos mis sentimientos, hasta mi última partícula subatómica, están en completa alerta! ¡Pero yo no estoy allí! Ya no estoy en ninguna parte. Partes rotas mías han desaparecido hacia zonas vacantes y exentas de mí misma que ni siquiera sabía que existieran. Mi parte animal se ha quedado enroscada en un rincón, escondiéndose, confundida. La niña está asustada pero siente curiosidad. La adolescente está de subidón....emocionada ante el horror. La hija que hay en mí arde de santa ira, no solo contra mis padres sino contra todos los padres. La madre está acumulando rechazo hacia la maternidad. ¡El solo acto de concebir un hijo parece un sacrilegio frente a la matanza que estoy presenciando, ante el hecho de que los niños puedan crecer para hacerse esto unos a otros!

Al final termino por encontrar cómo salir hacia la acera. Me apoyo contra un poste de alumbrado. Miro. ¡Fotógrafos y periodistas se afanan buscando....! ¿Qué ESTÁN buscando? ¿Residuos macabros? ¿Una entrevista con algún sobreviviente? ¿Y yo? ¿Qué estoy buscando? Es como si hubiese sido convocada aquí como testigo. Entonces, ¿QUIÉN es el testigo? ¿La mujer que hay en mí? Pero si ya no HAY mujer, la mujer esencial ya no existe. ….MI ESENCIA HA QUEDADO DESTROZADA. Las partes fragmentadas, el animal..niña...madre... siguen conservando algo de mi “mismidad”….. fragmentos míos que aún puedo identificar…….pero ¿cuáles de esas partes y pedazos esparcidos encajan con qué otros pedazos y partes esparcidas? ¿Qué le está sucediendo a su identidad?

Me observo de cerca….y evalúo. Con el tiempo, siento o percibo la aparición de alguno de los fragmentos residuales con identidad. ¡Una abuela! Una abuela más del montón, una de millones. ¡Ah! ¡A ELLA fue a la que llamaron para que fuese testigo de esto! Pero ¿por qué? ¿Por qué ELLA? ¿Qué sentido puede tener? No se trata de nadie especial. Carece de autoridad. No es particularmente sabia. ¡Desde luego, no tiene influencia alguna! Una más del montón entre millones de abuelas. Tal vez se deba a que a ella ya ha sido templada por la vida para ser ….para ser....¿Compasiva? ¿Imparcial? ¿Decidida? ¿Formidable? ….¡NO! ¡No! ¡No! ¡No! PRECISAMENTE se la ha convocado sólo porque es una abuela corriente más entre millones de abuelas …UNA abuela con millones de caras.

Unos cuantos jóvenes judíos vestidos con pantalones negros y camisas blancas, con pequeños gorritos negros sobre sus cabezas, realizan una pequeña pero ruidosa protesta. Los cámaras se reúnen por un instante para filmarlos mientras gritan. Después llega la policía y los aleja. Algunos informadores se lanzan sobre un hombre que acaba de llegar. Es “alguien” y habla en inglés. Como estoy cerca, alcanzo a escuchar lo que está diciendo. Mi corazón me dice que tal vez el silencio sería más apropiado. ¿Señalarán la causa sus palabras vacías y podrán así aliviarse los efectos? ¡Silencio! Es mejor optar por el silencio. AUNQUE ENTONCES NO TENÍA IDEA DE QUE SE TRATABA DE COLIN POWELL.

¡Uno de los heridos se aleja cojeando, sostenido por amigos o familiares! Lleva pantalones cortos y está descalzo. Los vendajes blancos parecen estar grotescamente descolocados sobre su piel bronceada, sus pies mugrientos y su torso ensangrentado. ¡Qué raro! ¡Él es quien más intenta animar a sus amigos! Tranquilizarlos. ¿No son ellos los que deberían tranquilizarlo a él?

Para quien está observando, todo parece moverse muy lentamente, como cuando se está mirando al mar esperando la séptima ola. Alguien se sube a un autobús. Lo arranca. Pese a que la carrocería está toda quemada por fuera, abollada y rota, ilógicamente el motor todavía funciona. Trabajosamente, rugiendo, el torturado caparazón de metal y goma avanza un poco. Ya se recogen en las bolsas de plástico los últimos restos de carne humana y otras pruebas. Como en un sueño, voy tras el autobús dando una amplia vuelta a la manzana para evitar la barricada portátil. ¿Por qué es tan importante que me acerque al autobús? Me aproximo cautelosamente. La ruina que ahora es ya ha sido acordonada en su nueva ubicación con una tira de cinta naranja. En pie, rindo homenaje a aquellos hierros retorcidos, como lo hacen los soldados cuando rinden los últimos honores.

De vuelta al escenario del sacrilegio observo hipnotizada hasta que la última ambulancia anuncia su retirada. Hasta que los restos quemados son extraídos de la marquesina. ¡Hasta que se dispersa la multitud! ¡Hasta que se van los periodistas! ¡Hasta que ha sido recogido el ultimo residuo de carne! ¡Hasta que las barreras son retiradas permitiendo que el tráfico se reanude! ¡Hasta que todos se han ido y la parada del autobús, profanada, es reparada hasta conseguir darle una apariencia de normalidad! Sólo entonces, cuando la zona está completamente vacía, me dirijo hacia el fascinante espacio que dejó el autobús. ¿Siguen ahí las personas que han muerto? ¿Y mis pedazos? ¿Siguen ahí? Aún me atenaza un pensamiento sobrecogedor, “¿Cómo podrán distinguir los hombres de blanco qué pedazos de carne entre los que recogieron pertenecen al suicida?”

Sigo observándome a distancia. No siento nada. En algún momento, una avalancha de incredulidad se llevó mi capacidad de sentir hasta que finalizó el proceso. He estado emitiendo amor. ¡No! No solo amor. ¡Amor y luz! Llenando el autobús y todo el espacio circundante con la luz del amor. Llenando todo el mercado de amor y luz. Cuando me siento satisfecha, habiendo hecho lo que he podido, sigo adelante, dejando atrás todas esas partes fragmentadas de mí misma para que les sirvan de consuelo a los muertos.

JUNIO DE 2008

Mi apartamento…..Malacca…...¡Malasia!

Ahora los muertos han venido hasta aquí, al otro lado del mundo, para consolarme. Ahí es cuando empiezo a temblar y a sollozar y a reír al mismo tiempo de felicidad y de liberación….. Me ofrecen su solidaridad: “¡Sí! ¡Llora! Llora hasta que te rías. La risa y las lágrimas nos unen y nos fortalecen. ¡AHORA ESCUCHA CON ATENCIÓN! Nosotros, los que fuimos asesinados en estas explosiones, tenemos la intención de liberar este planeta ….de una vez por todas…de toda creencia en el abuso. Ya somos suficientes para hacerlo posible.”

Me pongo derecha y me doy la vuelta. Abro los ojos. ¿¿¿¿Suficientes????

Miro a mi alrededor. Dios querido, hay millones……son todos a la vez, de otras explosiones. Todos estamos contenidos en un holograma de amor y luz..

Restriego mis lágrimas y me siento en la cama…. Ahora estoy ligeramente perpleja…..como insegura. De pronto, tengo un presentimiento de por qué están aquí. Sin pensarlo digo “¡NO! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! Sea lo que sea que queráis de mí …¡NO!”. ¿Cómo pueden hacer esto? ¿Dónde está el equilibrio? Son incontables. ¡Yo sólo soy una! Mis siguientes palabras suenan como un graznido. “¡POR FAVOR! POR FAVOR! ¡NO! Soy débil y vieja……He permanecido aquí hasta agotar mis recursos…… No me queda nada más que ofrecer. ¡Creí haber terminado con todo esto..........! ¡De verdad! No soy la que necesitáis.”

Como una voz, se imponen sobre mi protesta “¡Convoca una SEMANA DE LA LIBERTAD! ¡Libertad de la agresión! ¡Libertad del miedo! ¡Libertad de la necesidad! ¡Libertad del hambre! ¡Libertad de la pobreza! ¡Libertad de SER UNO MISMO!

“¿UNA SEMANA DE LIBERTAD?”

“¡Sí! UNA SEMANA DE LIBERTAD! ¡Uno para todos y todos para uno! Esto es lo que emitirás: EN NOMBRE DE TODOS LOS QUE TUVIMOS UN FIN VIOLENTO…….TE INSTAMOS A QUE INICIES UNA SEMANA DE LA LIBERTAD que concluya el 11.11.2011.”

“¡El once del once del once! ¡Pero aún faltan más de 2 años!”

“¡No importa! Llevará todo ese tiempo. Entre tanto, CADA INDIVIDUO puede tener su propia semana de la libertad, hasta una semana al mes. ¡A LOS NIÑOS LES VA A ENCANTAR LA IDEA DE UNA SEMANA DE LA LIBERTAD………!

¡EXACTO! Lo que necesitáis para esto es un niño …..no una abuela gastada!

“………..DESPUÉS POCO A POCO IRÁN UNIÉNDOSE INDIVIDUOS PARA TENER SEMANAS DE LA LIBERTAD EN GRUPO! ¡Y DESPUÉS SEMANAS COMUNITARIAS DE LA LIBERTAD! ¡Y DESPUÉS SEMANAS NACIONALES DE LA LIBERTAD! ¡NO TE PREOCUPES! ¡CRECERÁ! …..LAS SEMILLAS SERÁN ESPARCIDAS HASTA LOS CUATRO RINCONES DE LA TIERRA POR LOS VIENTOS DE LA LIBERTAD, HASTA CREAR UN JARDÍN PRECIOSO…¡UN JARDÍN DE SUEÑOS HECHOS REALIDAD!

Desde aquella experiencia soy bien consciente de que, cuando hay que enfrentar algo como esto, no tiene sentido intentar esconderse ni huir o alegar incapacidad. ......¡Que Dios me ayude! Me compuse lo suficiente para preguntar “¿Qué quieres decir con SEMANA DE LA LIBERTAD...cómo funcionaría?"

¡EXACTAMENTE ASÍ! ¡CON TALLERES! ¡TALLERES EN LAS ESCUELAS! ¡TALLERES EN LA COMUNIDAD! ¡TALLERES SOBRE LA LIBERTAD A TRAVÉS DEL PERDÓN POR TODAS PARTES!

¡EMPEZANDO POR LA SOBERANÍA PERSONAL!

¡Eso es lo siguiente! ¡RECONOCER LA SOBERANÍA PERSONAL EN EL SENO DE LA FAMILIA… .EXTENDER LA SOBERANÍA PERSONAL A LOS AMIGOS Y COMPAÑEROS DE TRABAJO ……después, la LIBERTAD EN EL SENO DEL BARRIO Y LA COMUNIDAD… LIBERTAD EN LA NACIÓN…seguida de la LIBERTAD ENTRE LAS NACIONES ....Finalmente, LIBERTAD EN EL COSMOS.

******** Hace poco que he superado lo suficiente mi propio interés y mi sensación personal de no ser adecuada; me he dado cuenta de que aquella noche, junto con esta solicitud, también me hicieron una concesión ...... ¡DEVOLVERME LOS FRAGMENTOS Y PARTES DE MÍ MISMA QUE PERDÍ CON EL ATENTADO SUICIDA!

HONESTAMENTE, NO SÉ POR DÓNDE EMPEZAR CON ESTO, ASÍ QUE ESTOY EMPEZANDO AHORA POR TI.

Amor y luz

Dalry

Pueden descargar las canalizaciones de Celia Fenn en español, en archivo Word, en http://www.starchildglobal.com/Spanish/bibliocanalizaciones/bibliocanalizaciones.html y en http://manantialcaduceo.com.ar/libros.htm.

© 2009-10 Celia Fenn y Starchild Global

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