LA ALQUIMIA DE LA LUZ Y LA OSCURIDAD - 2

LA ALQUIMIA DE LA LUZ Y LA OSCURIDAD
Octubre, 2009 – Extracto Nº 2

MARIA MAGDALENA

Lo más difícil en cuanto a todo esto es ser la parte humana dice Norma. ¿Notaron uste-des esto? Ellos dicen, “Ábranse a las energías” – esa es la parte fácil. Es el “Hacer la cuestión humana”, tal como si hablásemos de ello, párense derechos, manténganse quietos, muévanse – demasiado técnico. Sí, No va a pasar.

Esta mañana se me ha pedido que comparta con ustedes. Algunos podrán haber visto la historia de María Magdalena está ahí para todos y se me ha pedido que la comparta.

Se habla mucho de ella como la Transformadora, ella lo vivió, se convirtió en ello, lo respiró, lo era y luego lo podía enseñar. Así que no lo enseñó, lo era. Una gran diferencia. Mucho de lo que enseñamos viene de aquí – de lo que hemos aprendido, hemos leído, etc., etc. Frecuentemente la enseñanza viene de aquí (señalando la cabeza), pero el serlo, ¿ven la diferencia? Esto va a Server para algo que quiero compartir.

A ella le gusta jugar, pregúntenle, ama el diálogo. Ama la amistad, sí, la disposición de abrirse, de que tiene algo de valor para compartir. Yo he jugado con ella y he sentido un gran, gran amor.

Ella ha estado en el Templo de Isis en Egipto. Ella conoce una verdad mayor acerca de esto, es un gran vehículo de compasión. Hay mucha gente que no entiende la compasión. Piensan que es ser débil y cobarde.

Si me permiten, debido a que hay algunos que no compartieron nuestra historia de María, me gustaría dedicar unos minutos para compartir mi experiencia con ella. María fue una dulce niña pequeña, encantadora, una hermosa niña que nación en una familia donde el padre era dueño de unos barcos de pezca en una aldea que se llamaba Magdala. Recuerden esta es una versión americana de una palabra judía, así que disculpen mi traducción.

Si padre era bastante rico. Ustedes saben que los peces que se encontraban en el Mar de Galilea eran muy delicados – aún hoy en día, y debido a que los romanos eran los conquistadores de esa época, y tenían riquezas, a ellos les encantaba un pescado delicado. Estaban felices pagando, así que su padre era bastante exitoso. Disfrutaban un estilo de vida muy cómodo, una encantadadora casa de esa zona, de aquel entonces. Una niña que era muy amada.

Su padre estaba muy, muy inmerso en su fe Judía ortodoxa. Debido a ello, tenía reglas muy estrictas en el hogar. Era muy importante honrar esas reglas. Debido a ello ella amaba a su padre. En su propia forma, el amor de él hacia ella era muy grande, por su familia, por su vida, y sentía alegría por los éxitos que le brindaba a su familia.

Ella creció y vivió en el pueblo, pero llegó el momento – tal como muchos de ustedes han escuchado esta historia – cuando era el momento para llevar su familia e ir a Jerúsalen para ser contados por los impuestos.

Era como un festival, un feriado para ella. “Vamos a ir a una aventura” Así que todos los sirvientes empaquetaron todos los bienes, y todo estaba preparado. ¿Por qué no? Vamos a la ciudad. Esto es igual para cualquier niño que se va a una aventura, una eventura en la cual se la consentía, amaba y cuidaba.

Es realmente importante que ustedes sientan esto con ella, la semilla de amor, aceptación con la cual comenzó. Es una semilla muy importante que forma mucho de ella.

Se fueron, en una caravana quizás, para cuando empaquetaron sus tiendas de campaña y todos sus sirvientes y todas sus cosas que hacen falta para días de vaje. Se fueron. Ellos hicieron su conteo, su pago de impuestos, sus celebraciones y sus viajes. Ella participó en cada partecita con un corazón abierto de alegría.

Es tan importante darse cuenta que esta joven muchacha comenzó con un corazón abier-to lleno de alegría, con tanto amor. ¿Se van a acordar de esto? Porque este comienzo es lo que la formó y permitió mucho del milagro llamado María Magdalena. La gente se olvida de esta parte, pero es la parte que me anega cada vez que cuento la historia.

Cuando regresaron de Jerúsalen – recuerden que durmieron en sus carpas sobre sus es-teras, eran bastante consentidos, bastante amorosos – esa noche ella encontró una piedra debajo de su estera. Ella pensó que era una piedra. Se fue a quitarla, pero era una estatua. Recuerden que en la fe judía no era aceptable el adorar a “ídolos”, tal como los llamaban. Pero una niña pequeña que encuentra una estatua de una hermosa señora - ¿quién se puede resistir? Es como que “Santa Claus vino y me dejó un regalo”. Sientan eso.

¿Qué tal si encontrasen la estatua más hermosa que jamás hayan visto de la mujer más hermosa nunca antes vista, y nunca antes tuvieron un juguete semejante? Esta pequeña niña estaba encantada. Y es así que lo ocultó para si misma, y comenzó a hablar con ella.

A las niñas pequeñas les gusta hablar a sus juguetes y cosas y ella comenzó a hablar con esta hermosa señora. Le preguntó a la señora “¿cuál es tu nombre?” y ciertamente escuchó el nombre de la señora y es así como comenzó la amistad.

Sientan esto, de esta niña que ha estado tan abierta al amor, al juego, y su corazón ahora tiene una nueva amiga con la que hablar, con la que jugar, con la que estar encantada. Pero lo que sí sabe es que tiene que ocultarla porque los sirvientes se lo darían al padre, y él se lo quitaría.

Así esto se hace aún más íntimo, más dentro de su corazón, más dentro de un espacio que una pequeña niña abre gustosamente, llamado “amor encantado” con esta hermosa, la hermosa que está justo aquí. Siéntanlo. Esto inicia la formación de esta jovencita y es donde comienza su viaje de la vida.

Debido a esta habilidad a la que se comenzó a abrir, llamada intuición, llamada percepción, llamada qué tal sí… ¿qué tal si su alma podría hablarle a través de esta cosa llamada una estatua? ¿Por qué no?

Esto nos permite abrirnos a nuestra intuición, y así comenzó para ella. Pero comenzó tan fácilmente, tan alegremente, tan lleno de amor que lo próximo que llegó a saber, aún cuando no tenía la estatua en su mano, le estaba hablando, hablando y escuchando. Es como escuchar la voz sin importar a donde fuese. Era algo tan divertido para hacerlo – salvo que al poco tiempo la familia y los sirvientes comenzaron a notar algo.

“¿Se dieron cuenta que María está hablándose a si misma todo el tiempo? ¿Qué pasa con María?” Y es así que comenzaron a alarmarse mucho. Su padre estaba extremadamente preocupado así que la llevó con uno de los rabinos que era conocido por su trabajo de exorcismo. Puede que él no lo haya llamado así, pero es así como lo llamo. El rabino estaba convencido, sí, había sacado a todos los espíritus malos. “Ella ahora está bien. Ya no lo va a hacer más”. Pero esa no es la verdad.

Ella continuó hablando, riendo, celebrando con su querida amiga, su misteriosa amiga, porque ella se había abierto y dado permiso que la voz de su alma juegue y baile con ella. Es esta misma experiencia la que le permitió comunicarse con tal facilidad con Yeshua. Pero ahí se fue. Saben, no es cosa fácil conseguir que esta niña deje de hablarse a si misma, porque está enamorada por oír la voz de su alma, su voz encantada, su voz canalizadora, sea cual sea el nombre que le quieran poner. Ella simplemente estaba abierta y dispuesta a recibir.

¿Se dan cuenta que estoy condensando esta historia? Esta es una versión abreviada.

Finalmente, con desesperación, porque el padre dijo “si no detenemos esto, nunca vamos estar en condiciones de casarla porque nadie se va a casr con una chica que escucha voces. Esto realmente está mal. Tenemos que hacer algo rápidamente”. Su padre era dueño de la más poderosa flota pesquera, así que adivinen ¿cuán fácil era sobornar a un jóven “para casarse con mi hija si yo le doy algunos botes pesqueros?” “Si le doy una dote suficientemente buena, entonces puedo encontrarle un esposo”, ¿no cierto? “No vamos a dejar que se entere de que ella escucha voces hasta que es demasiado tarde, hasta que se haya casado con ella”.

Ciertamente el padre hace los arreglos para su casamiento. Todo va bien hasta que el esposo poco después del casamiento, descubre que todo el tiempo habla consigo misma. “¿Qué es esto? Vayamos a pescar, ignorémosla”

Espero que se estén conectando con esta historia porque estoy tratando de condensarla. Se llama una versión abreviada.

Los hermanos quisieron ayudarle porque sabían que el esposo iba a estar muy furioso. Ellos escucharon acerca de un hombre que iba a pasar por esta zona, conocido como Juan el Bautista. Él parecía ser capaz de hacer unos ciertos lavados con agua, lavando los pecados y todos los problemas. “Vamos a llevar a Mary”, y es así que se fueron. Cuando llegaron ahí, ellos nunca habían supuesto que iba a haber tal gentío. Tenían que quedarse.

Mientras estaban ahí vino Jesús para tener su experiencia. Todo esto requería su tiempo, no era como ir, ser bautizado e irse. Recuerden que era un roceso muy lento. Había mucha gente así que les llevó varios días. Mientras tanto Jesús estuvo hablando, contando historias, lo que algunos podrían llamar sus prédicas, sea lo que sea.

Ella escuchó su voz, pero escuchó mucho más. Recuerden, él nunca hablo en una sola dimensión; siempre habló en dimensiones múltiples para aquellos que tenían oídos para escucharlo, para aquellos que tenían ojos para ver. Y ella lo tenía.

Bien, a pesar de los trabajos milagrosos de Juan el Bautista, ella aún seguía escuchando voces y Jesús dijo muy claramente, “Cualquiera de ustedes que me escuche y elija venir, que venga conmigo”.

Ella se fue a casa, preparó sus cosas y vino. Ella comenzó a seguir, enseñando, escuchando, pero siempre escuchando de alma a alma. Era increíblemente importante que ella se hubiera abierto a tan temprana edad como para poder escuchar de alma a alma. Muchos de ustedes que están haciendo este trabajo comprenden de lo que estoy hablando.

Es el sentir al sentir, sabiendo, no pensando. Ella tenía esa habilidad que había permitido que evoluciones desde la época en la que era una niña pequeña. Era muy fácil escucharlo, sentirlo. Este es el motivo por el cual los Discípulos se sintieron muy perturbados por ella, porque muchos de ellos solamente lo escuchaban aquí (señalando la cabeza) y escuchaban las historias escuetas, en donde ella escuchaba la plenitud de lo que ella quería compartir.

Para aquellos de ustedes a los que parezco estar alterando, hagan unas cuantas inspira-ciones profundas hasta su panza, porque verán no están escuchando solamente las palabras que estoy pronunciando. Eso es demasiado fácil. Ustedes están dispuestos a recibir, así que hagan unas inspiraciones profundas para ustedes mismos, porque han dejado esta mente de la ilusión y están abriendo sus sentidos, y ese es el lugar exquisito para recibir esta historia.

Respiren más profundamente, más profundamente y recíbanla. Reciban la historia, porque en la disposición de María de recibir este profundo, profundo nivel de sentir a sentir, lo que muchos de nosotros llamamos la verdad divina de sus enseñanzas, es la razón por la que ella enajenó a mucha gente.

Ella escuchó la verdad, y ellos escuchaban la superficie. No es bueno o malo; simplemen-te es la realidad de los momentos. Así que en consecuencia, ella no ganó amigos e influenció a la gente, tal como dicen. Pero ella comenzó a caminar y hablar y vivir esta vibración que él dice que está abierta para todos. “¿Están dispuestos a recibir?” era su invitación una y otra vez.

Si hacen esto ahora con su respiración… es lo que ella me invitó a hacer una y otra vez. “¿Recibirán? ¿Permitirán que la transformación sea real?” ¿Lo ven? Sí.

Y es así que ella viajó y habló. Y sí, es cierto que su padre la calificó de prostituta, que ella era alguien con una intención maligna, porque para aquellos de ustedes que han es-tudiado la religión hebrea de esa era, era muy importante que ellos remarcaran que las mujeres no viajaban con otros hombres, salvo que fuesen prostitutas. Así que su padre anunción que “Tú eres sucia. Tú eres esa persona que ya no es más mi hija”. Él la expulsó de su hogar, de su vida y de toda conexión.

Así que tienen que decidir cuál visión de ella - ¿era de la oscuridad?, ¿era de la luz? La transformación empleará cualquier herramienta que sea para agarrarlos, hablar y conectarse con ustedes. ¿Hace falta que utilice la etiqueta de la oscuridad?, ¿la etiqueta de la luz? No tiene importancia. Solamente está aquí para jugar con ustedes.

La mayoría de ustedes conocen el resto de la historia, que ella estuvo ahí. Ella era a la que le resultaba muy fácil para Yeshua decirle, “Ven ahora, ha llegado el momento de mover esta piedra, yo estoy aquí. Yo he venido para hacer el resto de mi viaje, la ascen-sión”.

Ustedes conocen la magnificencia de toda esta historia pero ella comprendió la historia que él les estaba diciendo. “Tengo una tarea específica por la que vine y que tengo que cumplir”

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Una de las cosas clave que he aprendido con el múltiple con el que he trabajado – fue su furia de estar en esa era cuando Yeshua se fue, que ella tuvo que llevar durante 2,000 años que la fisuró en una personalidad múltiple dinámica. Mucha de la gente de aquel entonces estaba furiosa porque él se fue y que no cumplio con algo que ellos querían que él haga.

Ella comprendió el cuadro mayor; ellos solamente comprendieron que “Él iba a estar aquí y ser el Mesías. Él nos va a salvar”. ¿Lo ven? ¿Qué parte están dispuestos a recibir. ¿Cuánto va a detener esto o permitirlo? (pausa)

Sí, una aventura amorosa compasiva que está tanto más allá de las palabras. Y simplemente es una versión muy, muy diluida.

Quiero comentar algo que se llama “inmersión”. Si se van a la bañadera y se acuestan en el agua, se sumerjen en la bañadera. Eso es exactamente lo que se logró cuando María comenzó a jugar, como un chico con su juguete, lo que parecía ser un juguete, y lo que a ella le parecía una señora encantada.

Sientan esto y jueguen con ello. Como una muchacha joven cuyo corazón estaba abierto, ella se podía sumergir en esta estatua, que es como que “¿es eso una estatua o soy yo? No lo puedo decir”. ¿Lo ven?

Es una parte del viaje que Kuan Yin y yo jugué. A medida que Kuan Yin respiraba hacia mi interior, ella diría “Ahora respira dentro mío”. Y es así que siempre estuvimos ex-halando la respiración una a la cara de la otra, hasta que ella se acercaba más y más, y dijimos “¿Me estás inspirando? ¿Te estoy respirando? No lo puedo decir.

Inmersión – sientan esto. Este es el poder de la respiración que frecuentemente les pregunto - ¿están dispuestos a respirar con su propia alma? No lo pueden hacer desde aquí. Porque cuando más se sumergen, tanto más se rinden, tanto más permiten…. ¿Son ustedes la inhalación o la exhalación? Jueguen con ello. ¿Son la inhalación o la exhalación? ¿Es su alma la inhalación o la exhalación? Es algo con lo que María llegó a estar muy có-moda. Ella se sumergía en esa estatua encantada. Sientan esto – piérdanse en esta ex-periencia, en este otro espacio, si se lo permiten.

Frecuentemente hemos escuchado “Recuerden su historia, recuerden quienes son. ¿Quiénes fueron en alguna otra vida? No permanezcan ahí, pero recuerden”. Ahora, si juegan con esto y a donde fueron antes que esto, ¿qué es lo que hubo antes de la palabra? La respiración. ¿Qué hubo antes de Kuan Yin? ¿Qué fue antes de Lemuria? ¿Qué hubo antes de que comenzase el tiempo? ¿Qué fue antes?

Si se permiten sentir eso, jugar con eso, es muy similar al horizonte ahí afuera. Va antes, más allá y más allá. ¿Le siguen a esto? ¿Pueden rendirse y permitirse sumergir en el más allá, más alla?
Uno de los juegos que ella jugó conmigo una y otra vez era ir al fondo del lago, sentarnos ahí y rendirnos, y permitir el sentimiento del agua sobre mi cabeza, a todo mi alrededor, y sumergirme tan completamente en el agua, en la respiración de mi alma. Es el espacio antes del miedo. Cuando ustedes eran llevados en este gran océano de agua en la panza de su mama, ustedes estaban inmersos en un recipiente líquido, un amor líqui-do, un calor líquido. Sientan eso – seguros, amorosamente, y así, antes del tiempo, antes de la estructura, la libertad de su alma, para jugar y ser y luego crear la estructura, esa cosa que llamamos “yo”. Tengan un recipiente para jugar.

¿Están dispuestos a considerar – “Soy lo que está en el interior o soy lo que está en el exterior? Jueguen con eso. Sumergirme en ese lugar llamado “yo”. ¿Soy la inhalación o la exhalación?

La disposición de rendir lo que pienso que soy. Sientan eso, sientan eso. Sumérjanse profundamente. Eso es lo que hizo que María Magdalena sea el ser brillante y único que fue y que es. Ella no tenía un miedo que diga “Necesito una estructura ilusoris”. Así que ella tiene una invitación muy osada, diciendo “¿Están dispuestos a permitir tanto más?

Por favor hagan una inhalación. Sumérjanse más profundamente en su cuerpo. No esta-mos jugando “qué tal si”. ¿Qué tal si, si se permiten ser liberados para descubrir el propio ser encantado? A medida que se conectan a través de su amor compasivo y permitan que su enfoque despierte su intuición como nunca antes, hasta que estén tan conscientes que se expresan, se expresan desde un lugar tan auténtico, lugar único.

Sí, ¿están conmigo? He ido persiguiendo a algunos de ustedes para que salgan de la habitación. Los invito a que sigan respirando. La inmersión significa dejar ir las paredes. ¿Lo pueden? ¿Están dispuestos a hacerlo para descubrir quienes realmente son? La mente no se lo puede decir. La mente no puede dejar ir. La mente no lo puede hacer. Verdaderamente, es por ello que la mente no puede respirar.

¿Durante los últimos años hemos aprendido que podemos dejar ir la mente, hundirnos profundamente en el núcleo, y respirar con el alma? Lo hemos estado practicando, ¿no es así? Eso es todo de lo que estoy hablando. Si ustedes y su alma tienen semejante relación amorosa que no pueden diferenciar “¿Eres tú?, ¿Soy yo?, ¿Me estás respirando, te estoy respirando?”

Estas son las enseñanzas finales de María Magdalena. So las enseñanzas finales de Yeshua. No hay reglas. No hay leyes. ¿Recuerdan? Es por ello que no fue amado por algunos que querían reglas y leyes.

¿Tienen preguntas ahora? ¿Los he dejado sin habla, aturdidos?, o “¿de qué diablos está hablando?” ¿Cuán grande quieren jugar? ¿Qué tanto van a permitir? Esa es la clave. ¿Qué tanto van a permitir? Así que cuando Adamus dice, “No hay oscuridad, no hay luz”, sientan eso. ¿Cómo puede haber? Por la sombra mía, ¿cuál lado es el oscuro, cuál es el claro? Ünica parte que no he visto pero que amo rofundamente. Porque si están dispuestos a dejar que su aspecto traiga y crea para ustedes con tanta facilidad como su aspecto claro, ustedes crearán con mucha mayor rapidez. ¿Sabían eso?

Yo he aprendido esto observando a Serena. Ella no tenía miedo de dejar que su lado os-curo se manifieste y que cree para ella, así que lo usó. Es casi como el piano. Si tocan el plano y solo tocan las teclas claras, hay algo que falta en la música, ¿no es así? Pero aquellos que son realmente salvajes y locos, ellos tocan el teclado blando y el teclado oscuro, y tienen una pieza musical más plena. Lo mismo pasa con la creación.

Vuestra energía oscura tiene un gran talento, una gran destreza. Quiere hacer algo. ¿Porqué no le dan alguna tarea que cumplir en lugar de estar sentados aquí diciendo, “Oh dios, ¿qué es lo que va a hacer? Ustedes son los maestros, Ustedes son los creadores, son los líderes de su oscuridad y de su luz. Pónganlos a trabajar para ustedes. Yo no sé acerca de ustedes, pero yo me siento y observo mi piano y digo, “Teclas oscuras, mé-tanse en cualquier momento en que sientan hacerlo”. Sí, recuerden que son los creado-res. Toquen con todas sus energías.

“Sírveme, soy el líder, el maestro”. Quiere saber quién es el líder, de otra forma se pone loco, ¿no es así?.

Ella no tuvo miedo. Sientan eso. El miedo es tan familiar. Ustedes piensan que tienen que tenerlo o que es real. No, es un juego.

De cualquier forma, yo comencé para compartir la historia de María Magdalena. Tengo un gran, gran amor – quizás el amor se hace tan grande que pierdo mi voz; no puedo compartir porque el amor es tan profundo – hacia una señora que tenía tanto coraje como para animarse a ser algo tanto más que la limitación que vio a su alrededor.

Y así, quizás esa sea mi invitación para ustedes: Vayan más allá de lo que piensan que son. Sumérjanse en el océano que realmente son. Enamórense de si mismos. Enamórense de si mismos.

Gracias.