SERIE DEL CREADOR – TOBÍAS
Septiembre 10, 2000
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1 – USTEDES PROVIENEN DE TODO LO QUE ES
Recapitulemos por un momento antes de entrar a la Lección Dos de este día. Les ha sido dicho amigos y lo seguiremos repitiendo que ustedes provienen del círculo de Todo Lo Que Es. Lo que hemos llamado la “primera creación”. Aquel era su hogar. El hogar de todas las cosas existentes dentro de este círculo. Desde luego aquí usamos algunas metáforas para que haya una mejor comprensión.
Pero amigos, hubo un tiempo en que ustedes eran ángeles y estaban en el círculo de Todo Lo Que Es. Eran creadores. Eran maestros. Creadores y maestros de la clase más extraordinaria. Siempre forzando los límites, siempre en busca de nuevas experiencias que permitieran al Eterno, al Creador, a Dios, al Espíritu ? cualquiera que sea el nombre que den ustedes a la Unidad continuar su expansión. Las experiencias que tuvieron dentro del círculo de Todo Lo Que Es, dentro de la creación original, permitieron que aquel círculo continuara expandiéndose.
Luego empezaron ustedes a presionar en los límites externos de la creación. Empezaron a crear justo en la sutilísima línea de existencia de Todo Lo Que Es, si pueden siquiera imaginarse eso. Empezaron a tener experiencias que fueron ofrecidas amorosamente por ustedes al Espíritu y aceptadas por el Espíritu con respeto y agradecimiento. Si se permitieran a ustedes mismos aquí, solo un momento para recordar, ustedes fueron los que forzaron los límites de esa envoltura en la que vivían, en el extremo mismo de Todo Lo Que Es.
Empezaron a sentir una conmoción que nunca antes habían sentido. Empezaron a sentir una incertidumbre desconocida al interior de su ser. Empezaron a sentir una desconexión del Espíritu. En su percepción, empezaron a sentir que el Espíritu ya no era Uno. Eso creó dentro de ustedes una sensación de incertidumbre y desconfianza. Creó dentro de ustedes una sensación de que tal vez las cosas no eran como ustedes pensaban. La conmoción se produjo la primera vez que sintieron que el Espíritu, el Eterno, no tenía el control total. Ustedes vivían en el límite, en el lado exterior del círculo de la primera creación. En cierta forma este es el impasse, el punto muerto del que hemos hablado, donde ya no podían ir más lejos.
En este límite de la creación en el que se encontraban, se llegó a una especie de estancamiento y empezaron a sentir, y queremos enfatizar la palabra “sentir” que el núcleo de todas las cosas se estaba desmoronando. Se estaba fragmentando. Había una impresión de incertidumbre, una sensación de desconfianza y el sentimiento de una división al interior de la casa del Uno. Amigos, comprendan que estaban ustedes experimentando estos sentimientos debido al trabajo que hacían en el lado exterior del límite de la Creación. Habían ido tan lejos en su trabajo que este estancamiento estaba creando una división en sí mismo. No procedía del núcleo, pero eso era lo que ustedes sentían, que todas las cosas se estaban desintegrando.
Hay niveles difíciles de describir aquí. En este enorme, espléndido proceso que tuvo lugar, un círculo exterior al Todo Lo Que Es fue creado por ustedes y otros ángeles con una mínima intersección, solo con la mínima superposición, con Todo Lo Que Es. Ustedes y los otros ángeles que vivían en el límite De Todo Lo Que Es se mudaron a este nuevo círculo. Empezaron a experimentar allí, olvidando quienes habían sido, de donde venían. Trajeron consigo una sensación nueva de división y dualidad que nunca antes habían sentido, y cerraron por completo la puerta de regreso al Hogar. Hicieron esto para crear un ambiente cerrado donde organizar la energía básica de la Segunda Creación. ¡Ustedes, los Creadores!.
¡Lo que están experimentando ahora mismo en su vida no tiene que ver con vidas pasadas!. Sus contratos ya los cumplieron. La conmoción que sienten, las experiencias que les llegan por la noche, el terror de las pesadillas, están relacionados con este sentimiento de la separación original. No se trata de vidas pasadas. ¡No se trata siquiera de ustedes en esta vida!.
Se están reconectando con algo localizado a nivel del núcleo interior, dentro de ustedes. Le preguntan al Espíritu, le preguntan a sus ángeles - y a los que están en el Círculo Carmesí - cuándo terminarán las dificultades de su vida actual. Les decimos, queridos amigos, todo esto cambiará. Cambiará esto y cambiarán ustedes. No se trata de que vayan a terminar mañana todas sus dificultades terrenales. No, no se trata de que a partir de mañana su vida se convierta en un paseo por el campo. Lo que están aprendiendo aquí, lo que están aprendiendo acerca de la reconexión con un pasado en otro lugar, los habilitará, como nuevos creadores, para hacer cambios en su vida. Es decir, los hará aptos para ser los Maestros de otros humanos que elijan el difícil camino que ya ustedes han recorrido.
2 – LO QUE USTEDES OYEN EN CANALIZACIÓN EN ESTE CÍRCULO CARMESI, NO DEBERÍA SORPRENDERLES
Es información que ustedes ya nos han dado a nosotros. Sólo se la estamos devolviendo, como validación de lo que ustedes están atravesando. Nosotros no conocemos el camino. Por supuesto que tenemos una perspectiva diferente. Hay ocasiones en que podemos guiarlos y asistirlos porque tenemos una visión de conjunto, pero en verdad estamos aprendiendo de cada uno de ustedes.
Nosotros aprendemos a través de su experiencia. Somos simples registradores de información, los escritores de su historia, los que están escribiendo nuevos libros sobre ustedes.
3 – LA HISTORIA DE LA TRABAJADORA DE LUZ SUSAN
Susan tenía muchas vidas pasadas, tal como todos ustedes las han tenido. Desde las energéticas y poderosas vidas de la Atlántida, a las provocativas del antiguo Egipto, así como a través de muchas en otras tierras de su mundo, incluyendo una vida (como muchos de ustedes aquí) en la que fue tocada por el Maestro del Amor, Yeshua Ben Joseph. Durante estas vidas hubo muchas cosas que Susan aprendió y experimentó. Cosas que dejaron muchas marcas, muchas memorias energéticas en su ser. Igual que los de este recinto y los que leen este material, ella trabajó diligentemente, en particular en esa serie pasada de vidas que ocurrieron desde que el Maestro del Amor caminó sobre esta tierra. Había un compromiso contraído al nivel del corazón - tal como hicieron muchos de ustedes - que decía “continuaré el trabajo que El me enseñó” ;.Pasó por una serie de vidas difíciles, como pasaron también la mayoría de ustedes. Muchos de ustedes la conocieron en los monasterios, en las iglesias que fundaron, porque allí estaba ella.
Susan pasó por muchas dificultades. Pero fue llegando al círculo de su karma en esta vida, que sería una vida de liberación final. En la actual nació en una familia que era difícil, por decir lo menos, para convivir, igual que muchos de ustedes. Susan tuvo una madre que era muy controladora, demandante y egoísta. Tuvo un padre que entregaba su poder a los demás todo el tiempo y era sabido que frecuentemente lo entregaba al alcohol. Permitía que la madre controladora dirigiera su vida. No representaba la figura fuerte, típica de un padre.
Susan creció con esto y de joven fue tímida. Era brillante en la escuela. Sus calificaciones eran altas, pero nunca lo dejaba saber, era muy tímida. Susan se sentía como la persona extraña en una muchedumbre. Aunque sabía que había algo especial en ella, simplemente no alcanzaba a permitir que su luz brillara. Había cargas pesadas que la agobiaban de sus vidas pasadas. Su propia situación familiar en esta vida hacia todo más intenso.
Por lo general Susan era una solitaria. Tenía varios amigos íntimos, pero no era de las que se unía a las actividades escolares, ni era la más popular de su clase. Había algo poderoso y especial dentro de ella que gritaba por salir, pero había algo también que la retenía.
Susan dejó su casa a la primera oportunidad, para liberarse de la situación familiar que era de lo más difícil, para salir a descubrirse a sí misma. Se enamoró o eso pensó ella, de un muchacho durante su primer año de universidad. Quedó embarazada. Siendo joven y viviendo en una situación de temor, Susan tuvo un aborto. Esto significó un peso excesivo sobre su alma.
A pesar de ello, lo hizo bien en la escuela. Enfocó su energía en sus estudios y se graduó con honores. Después de sus años universitarios, encontró a alguien a quien realmente amaba, un hombre con quien había hecho un convenio previo para reunirse en esta vida. Susan y su nuevo compañero se casaron y criaron varios hijos. Pasaron por los problemas típicos que tienen los humanos. A lo largo del camino hubo problemas de dinero. Problemas de infidelidad. Había muchos problemas con los hijos en la escuela. Pero también había mucho amor. Ella quería mucho a sus hijos. Quería mucho a su marido. Pero sí, de hecho había problemas. Tomó esos problemas sobre sí misma, pesada y profundamente.
En un momento dado Susan, necesitando una nueva luz en su vida, necesitando algo que la dirigiera, se unió a una iglesia. Asistió a esta iglesia convencional durante varios años. Trató de aprender y de comprender acerca de Dios. Asistió a las clases que ellos ofrecían y fue cada domingo a rezar y rendir culto. Estudió la Biblia que nunca antes había estudiado.
Pero queridos amigos, Susan, la Susan que cada uno de ustedes encontrará algún día cuando sean maestros, no sintonizaba de corazón con las palabras que le llegaban de la iglesia. Sentía que era una pecadora, y por consiguiente Jesús, y Dios probablemente, no podrían amarla. Poco a poco se fue retirando de la iglesia y regresó a su vida, preguntándose de qué se trataba todo.
Un día, Susan estaba en una librería. Recorría por los pasillos, buscando algo que leer, cuando un libro pareció saltar fuera de la estantería, delante de ella. Era un libro con una tapa intrigante. Hablaba de una nueva luz y un nuevo camino. Esto le atrajo, pero también le dio vergüenza. Lo escondió entre los otros libros que estaba comprando y rápidamente procedió a la caja, esperando que nadie se fijara en aquel libro extraño, que hablaba de luz y amor y de la Nueva Era, que ella estaba a punto de leer. Llegó a casa y se sintió inmediatamente atraída por él. Lo devoró en un día, leyendo palabra por palabra. Sonaba a verdad en su interior. Lloró y lloró y lloró porque se trataba del mensaje de Casa.
Bueno, muchos de ustedes conocen cómo continúa la historia de Susan, ¿no es así? Susan estudió la Nueva Era, asistió a talleres y encontró a otros que eran Shaumbra. Se sentía estremecida con su descubrimiento. Por primera vez estaba empezando a entender verdaderamente quien era ella. Estaba llegando a la comprensión de un nuevo orden de cosas.
Pero dentro de Susan había todavía algo perturbador, algo que no podía dejar ir, algo que le impedía sentirse libre. Aun cuando amaba su trabajo de la Nueva Era, había días en que se sentía deprimida, en que le dolía todo el cuerpo. Había días en que se sentía frustrada de no poder crear lo que realmente deseaba en su corazón. Empezó a invocar al Espíritu de nuevo, diciendo ¿qué es lo que debería saber?.
Preguntaba al Espíritu cuando desaparecerían las penosas experiencias de su vida. Preguntaba cuando podría ir a ese nirvana donde encontraría un lugar de paz. Aunque amaba su vida y a su familia y todo lo que ella era, había también una parte de Susan que deseaba irse, que estaba cansada, que quería regresar al Hogar. Pero Susan intuitivamente sabía también en su interior, que ese Hogar ya no era tal Hogar. Supo por intuición que era tiempo de continuar haciendo su trabajo.
Esa noche Susan estaba acostada en la cama, feliz de la vida y sonriendo interiormente, pero todavía preguntándose que sería lo que ella debería saber. Había estado leyendo materiales del Círculo Carmesí. Había leído acerca de permitir y aceptar todas las cosas como son. Había estado practicando permanecer atrás del muro. Estaba comprendiendo las cosas nuevas, pero todavía existía un bloqueo mayor.
Por eso Susan, te pedimos atención en este día y a todos los que están aquí. La Lección número Dos es acepten su ser humano y llegarán a conocer a su ser divino. Es una lección simple, pero una de las más poderosas y una de las más difíciles que enfrentarán. Permitan que expliquemos todo esto, de qué se trata la Lección Dos ? acepten su ser humano y llegarán a conocer su ser divino.
4 – SUSAN SE TRAJO MUCHAS EXPERIENCIAS A ESTA VIDA
Trajo la experiencia medular del conocimiento de cómo eran las cosas en los límites exteriores de la Primera Creación. Tenía el conocimiento interior de que todas las cosas ya no eran la Unidad. Tenía la sensación de que había una conmoción al interior de todas las cosas. Conocía el sentimiento de estar desconectada del Espíritu. Todo eso se trajo con ella.
Se trajo culpa y experiencia, dolor, sacrificio y dificultades producto de miles de vidas en esta Tierra. Se trajo a esta vida culpabilidad, juicios y dolor de sus experiencias como humano. Se culpaba a sí misma por la forma de beber de su padre y por su falta de carácter. Se culpaba por no haberle dicho con mas frecuencia que le amaba, porque en cierta forma, le despreciaba por lo que era, así que se culpaba a sí misma. Se trajo culpa por los duros pensamientos que tenía sobre su propia madre. De niña, mientras permanecía despierta por la noche soñaba que la asfixiaba y eso le hacía sentir bien... y por ello se sentía culpable.
Soportaba una pesada carga por no haber sido mejor amiga de aquellos que se le habían acercado en su juventud. Se sentían atraídos hacia ella porque veían una luminosidad que ella misma no podía ver. Sus amigos en la escuela primaria y secundaria se acercaban buscando curación, pero ella era tan tímida y tan inhibida que no se permitía a sí misma hacer la tarea que, por intuición, sabía como llevar a cabo. Se sentía culpable por esconderse, por no ser más fuerte y servir como sanador a los que se le acercaban. Por el contrario, se aislaba, permitiendo la amistad de solo unos pocos porque era más fácil y más seguro para ella.
Se sentía profundamente culpable por haber concebido un hijo y haberlo rechazado. Había oído que Dios odia a las personas que hacen eso. Había oído que cuando llevabas a cabo un aborto, estabas asesinando un alma. Esto pesaba enormemente en ella. Era una de sus más oscuras pesadillas. Se sentía culpable.
En su matrimonio se sentía culpable de no haber apoyado más a su marido, quien estaba experimentando sus propias dificultades con la abundancia. Tenía dificultades cada vez que recibía una promoción en un trabajo. Cada vez que empezaba a alcanzar cierta libertad económica, algo sucedía que lo echaba por tierra y se quedaba sin trabajo. Ella se sentía culpable de no haber estado presente para ayudarle a resolver sus propios problemas de auto valuación. No sabía cómo manejarlo.
Se sentía culpable de no ser una mejor madre para sus hijos. Quisiera haber hecho más para resolver sus problemas, protegerlos, cuidarlos para que no se lastimaran. Se sentía culpable de haberlos maldecido en ocasiones. Acostumbraba ir a su habitación, cerrar la puerta y decir ?no me vuelvan a hablar?. Y por ello se sentía culpable. Extremadamente culpable.
Cuando fue a la iglesia y trató de descubrir algo en su interior, se sintió indigna porque Dios y Jesús no hablaban con ella. No se sintió renacida o rejuvenecida. No sintió la pasión que otros fieles demostraban. No podía levantar las manos y gritar ?aleluya? con la misma pasión con que ellos lo hacían. Por la iglesia supo que era una pecadora, porque ni siquiera Jesús quería tener nada que ver con ella.
Queridos maestros, la Susan de la que hablamos es parte de cada uno de ustedes. La Susan a la que nos referimos es la que se acercará a ustedes buscando curación y enseñanza de la nueva energía.
5 – ¿QUÉ HIZO SUSAN DESPUES DE QUE OYÓ HABLAR DE LA LECCION DOS?
Fue a su casa, cerró la puerta y no se sintió culpable por ello. Aprendió a aceptar su ser humano, lo que se había estado negando vida tras vida, durante cientos de vidas. Se había estado negando incluso a ser un humano, esperando que llegara ese momento llamado ascensión para no tener que enfrentarse a sí misma como ser humano, como un ser humano inferior.
¿Saben ustedes amigos, que cuando dejaron la Primera Creación y tomaron su cuerpo físico, se sintieron escandalizados de tener que poseer algo tan primitivo y tan bajo? Sabían que tendrían que cargar con este cuerpo vida tras vida. Tomaron este cuerpo humano como un castigo por haber ido demasiado lejos del límite de la Primera Creación. Pero no son así las cosas, por eso les pedimos ahora que se liberen de todos esos pensamientos y creencias.
Regresando a Susan. Se fue a casa, cerró su puerta y se dio cuenta de que había estado negando, incluso odiando, todas sus realizaciones humanas. Había tratado de alcanzar un estado de ascensión para no tener que enfrentar sus acciones humanas y el cuerpo humano que cargaba.
6 – ¿PERO CÓMO HACER ESTO, ACEPTAR MI SER HUMANO?
En el Círculo Carmesí aprendió a preguntar desde su interior. ?No se muy bien cómo hacer esto, aceptar mi ser humano. ¿Debo regresar hacia atrás y hacer un recuento de mis vidas pasadas? ... ¿Debo dedicar más tiempo a mi proceso??.
Y la respuesta que escuchó de su interior fue ... ?no?. Acostada en su cama, preguntando cómo aceptarse a sí misma y a todo el resto de la humanidad, para poder llegar a conocer a su ser divino, esto la golpeó fuerte y claro. Era sencillo. Las palabras que llegaban de su interior no de afuera, de su interior decían: suelta lo que vienes empuñando, sencillamente, suelta lo que tienes en el puño!
Cuando lo hizo, sintió lo mismo que sentirán ahora ustedes cuando abran sus puños. Sus manos estaban apretando algo. Las manos de ustedes están apretando algo. Suelten lo que están empuñando. Abran las manos. Les pedimos a todos ustedes que lo hagan ahora. Suelten las manos. Dejen ir, suelten de su mano lo que han estado agarrando.
Susan se dio cuenta de lo apretados que había mantenido sus puños. Cuando los abrió, recordó la parábola de Oryan en la canoa cayendo por la catarata. Y no le importó. Se abrió. Se dijo: es hora de abandonar todo lo que yo pensaba que era. Me ha llegado el momento de abandonar las creencias que he cargado conmigo. Es tiempo de dejar ir las culpas, los sufrimientos. Ha llegado la hora, al abrir mis manos, de aceptar mi ser humano. Al hacerlo, seguro que empezaré a conocer a mi ser divino!.
7 – LOS ACEPTAMOS Y LOS AMAMOS COMO HUMANOS
Queridos maestros, los que estamos hoy a su lado, los que ustedes llamarían ángeles y arcángeles, todo lo que es Espíritu... los ACEPTAMOS y los AMAMOS como humanos. Aceptamos cada pensamiento, cada hecho, cada acción, todo lo que es pasión, amor y sabiduría de Espíritu. El Eterno les ama eternamente, infinitamente y sin condición alguna.
Como ya hemos dicho antes, el Espíritu no tiene agenda. No hay caminos correctos o equivocados. Solo hay un nuevo camino y ustedes lo están creando. Si el Espíritu les ama tan profundamente y no tiene agenda, entonces estimados maestros, ustedes deberían ser capaces de aceptar su ser humano, liberarse como lo hizo Susan. Cuando soltó las ligaduras de sus creencias, de su culpa, del sufrimiento y aceptó incondicionalmente todo lo que había hecho, en forma de total auto perdón, empezó a comprender su propia divinidad.
8 – NO GASTEN TIEMPO Y ENERGIA EN TEMORES A FUTURO
Se dijo, soltando el puño y abriendo la palma de su mano ?A partir de ahora viviré en el ?ahora?. No volveré a tener miedo de un futuro que no existe. Viviré en el ¡ahora!. Y empezó a vivir en el ahora, mientras continuaba practicando permanecer atrás del muro, aceptando Todo Lo Que Es. Al soltar conscientemente las ataduras de su culpa, del sufrimiento y del pasado, se dio cuenta de que estaba creando un momento, un momento divino, en el ¡ahora! en que vivía.
Estaba aprendiendo de nuevo a confiar en sí misma. Aprendía que no había necesidad de proyectar escenarios de miedo a futuro, sino que simplemente había que vivir en el ¡ahora!. Y al hacerlo así, se produjo una fusión única de su humanidad con su divinidad. Podía confiar en sí misma para producir el ¡momento divino!. Ya no tenía que buscar afuera, que pedirle al Espíritu que la proveyera del ?momento divino?. Se dirigía a su interior.
Comprendió que el Espíritu interior siempre provee el momento divino! Siempre! pero que ella lo había estado bloqueando. Igual que cuando era niña, había bloqueado su propia luz y no había ayudado a enseñar y curar a los demás, aunque sabía que era capaz de hacerlo. Había construido un muro, el muro de su desvalorización. Pero ahora, al demolerlo en su vida adulta como Trabajadora de la Luz, como una maestra del Círculo Carmesí, comprendió que podía confiar en sí misma para producir ese momento divino.
9 – EL RETO AHORA SERÁ ACEPTAR SU YO HUMANO
Estimados amigos, la experiencia de Susan es su experiencia colectiva reunida en una sola historia, para cada uno de ustedes. Hay partes que reconocerán íntimamente dentro de ustedes. Es denso y está a mucha profundidad dentro de ustedes. Están inmersos en la culpa y en el sufrimiento, en la dificultad. Con estos sencillos ejercicios que les damos ¡de abrir las manos! empezarán a darse cuenta de con cuanta frecuencia se están aferrando a cosas del pasado que ya no les sirven. Eso incluye viejos sistemas de creencias que ya están listos para desparecer. Muchos de los dolores que sienten en su cuerpo físico están directamente relacionados con permanecer apegados a esos viejos sistemas de creencias que ya no les sirven. Están sintiendo dolor físico como un recordatorio para que dejen ir, para que suelten la mano. Son dolores producto de creencias viejas, de culpa, de cómo piensan que las cosas deberían ser. Dejarse ir permitirá a la divinidad acercarse y proveer ese momento que han escogido crear.
El reto mayor será el recuerdo de aquella época en que vivieron en el límite exterior De Todo Lo Que Es. Es decir, cuando sintieron los remolinos originales de la dualidad y la separación y perdieron la confianza en el Espíritu. Eso es lo que ahora regresará a desafiarlos de nuevo. No se trata de vidas pasadas. Ni siquiera de esta vida. Las pesadillas que están teniendo se relacionan con una época diferente, con un lugar diferente y a la sensación original de que les están quitando el tapete de los pies. Eso es lo que les estamos recordando y al mismo tiempo les pedimos que tengan confianza en sí mismos. Ese será el reto.
La solución se da a muchos niveles. Pero a su nivel de primera conciencia, se trata simplemente de abrirse y soltar lo que tienen aferrado, aceptando todo lo que son, aceptando que ustedes mismos producirán el momento divino. Hay mucha tarea por hacer en estas próximas semanas.
Cada proceso por el que pasamos con ustedes ahora, les colocará un paso más cerca de convertirse en los nuevos creadores, ¡unos creadores que ni su universo ni Todo Lo Que Es habían visto nunca antes!
Y así es.
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