BAJANDO LA ESCALERA QUE SUBE

Por Geoffrey Hoppe

Traducción: Héctor Santos Ramallo

Edición: Alexiis

http://traduccionesdeinteres.blogspot.com

11 de agosto, 2012

En la reciente Escuela Viva del Caminante del Sueño en Estes Park, Colorado, Adamus dijo al grupo de casi 200 Shaumbra que se movió una enorme cantidad de energía. Se pudo sentir en la risa, la música y los mensajes del evento. Pero Adamus advirtió que esto era sólo el principio. Grandes cantidades de energía continuarían moviéndose en los días y semanas que siguieron a la reunión. Advirtió que podría causar trastornos y molestias físicas. ¿No es esto de bajar la escalera para arriba? Se podría pensar que todo el mundo estaría en un estado de felicidad después de tres días de la Escuela del Caminante de Sueños, uno de los mejores eventos Shaumbra de la historia. Lo ideal sería que al retornar a casa, besarían a sus seres queridos, limpiarían el garaje, mientras tarareaba algunas canciones Yoham y bailarían el vals en la oficina al día siguiente en una nube de felicidad.

El hecho es que cuando estas cantidades de energía se mueven como lo hicieron en la Escuela del Caminante de Sueños, hay efectos secundarios. En la lectura de los estudios post-talleres me di cuenta de que muchas personas estaban muy cansadas ​​a pesar de que durante la reunión estaban llenas de energía. A algunas les resultó muy difícil de volver a sus mundos, y especialmente a sus puestos de trabajo. Se sentían como que no terminaban de pertenecer allí de una misma manera. Aspectos llegaron de visita por otros asistentes después del evento, reprendiéndolos acerca de sus más elevadas iluminaciones mientras que les recordaban sus problemas de la vida real.

Muchos incluso han reportado síntomas de gripe en los días posteriores a algunos de estos eventos llenos de energía. Y muchos, al igual que las Escuelas de Misterios del pasado, algunas discusiones estallaron entre amigos después de la Escuela del Caminante del Sueño. Esto realmente me afectó, sobre todo después de la increíble elevación que todos experimentamos en nuestros días juntos. ¿Por qué este tipo de cosas suceden después de uno de los mejores eventos del Círculo Carmesí que haya habido alguna vez? El "síndrome de la bajada escalera hacia arriba” no es exclusivo de la Escuela del Caminante del Sueño. Lo he visto suceder después de la mayoría de los eventos revolucionarios de la conciencia en los últimos años.

Junto con los asistentes creamos una hoguera de energía. La gente tiene increíbles experiencias personales durante estos días juntos. Yo, literalmente, puedo sentir el movimiento de las energías, la limpieza de lo viejo y los nuevos niveles de conciencia que y soberanía que llegan.

El abrazo y la alegría son contagiosos. La energía se mueve hacia arriba y sube y sube por la escalera en espiral a la iluminación. Pero entonces algo sucede. Como las energías se absorben y los Shaumbra vuelven a sus vidas, la segunda ola de energías golpea. Una cosa es experimentar la primera ola en un espacio seguro en el envolvente taller de música, Adamus y cientos de almas gemelas. Otra cosa muy distinta es traerlo a casa, a su vida cotidiana. Aquí es donde el verdadero trabajo se hace. Ahora es el momento para una integración profunda. Es hora de hacer un cambio biológico y mental. Y es la oportunidad de hacer cambios en las rutinas y rutinas propias y desafíos que han estado tratando de romper. Ese es el salón de clases real, mucho más real que la reunión Shaumbra.

Allí es donde ocurre. El taller es sólo el catalizador para producir cambios en su realidad. Le da el impulso de energía para caminar de regreso a su antigua vida y estar al mando de los cambios. Pero también es momento de interrupciones, porque... la energía está en movimiento. Como un canalizador, experimenté un fenómeno interesante el día después del gran taller. Un sentimiento de tristeza se apoderó de mí. Esto solía molestarme porque yo “pensaba" que esto no debía suceder. Traté de superarlo, pero no funcionó. ¿Por qué la tristeza? Bueno, después de estar en tan grande energía, e intensa, y después de estar abierto a los reinos angélicos durante las canalizaciones, es difícil volver al mundo cotidiano. En el estado de canal, los potenciales más altos y más amorosos son más claros. Es más fácil ver las bendiciones de la vida y el bien en las personas.

El día después de un taller vuelvo a la realidad, al velo y las formas más densas de energía. Llega la tristeza, "¿Por qué no pueden todos los días ser como es en los talleres"? Para empeorar las cosas por lo general tengo que volar a alguna parte al día siguiente, y los aeropuertos pueden ser una escalera real hacia abajo si saben lo que quiero decir. La tristeza por lo general desaparece en un día o dos, y Shaumbras informan que sus síntomas de cansancio o agitación suelen compensarse en unos pocos días. Las gripes, resfriados y dolores de cabeza desaparecen en corto tiempo, y todo vuelve a la normalidad.

¡Falso! ¡Nada vuelve a ser como era! Sólo nos toma alrededor de 3-5 días para integrar plenamente las nuevas energías que hemos creado. El cuerpo necesita un tiempo para liberar viejas toxinas y energías, la mente necesita un poco de tiempo para adaptarse al nuevo Usted y las personas a su alrededor necesitan algún tiempo para estar a gusto con la nueva energía en su presencia. Ustedes no pierden lo que ganaron en el taller. En vez de eso, lo traen de vuelta con ustedes, pero su vieja realidad necesita la oportunidad de adaptarse a su nuevo yo. La segunda oleada de la energía tenía que hacer su cosa en su vida. Ajustando o cambiando todo, desde su relación con el coche que conducen hasta la almohada en donde duermen. En otras palabras, hay mucho trabajo por hacer cuando se vuelve a su casa real.

Así que la próxima vez que Adamus diga que vamos a mover un montón de energía durante un taller, tomen nota. Las cosas VAN a cambiar cuando vuelvan a casa. Permitan por unos días (o tal vez semanas) la limpieza y el cambio, tomen unas cuantas respiraciones profundas, y luego continuar con alegría la escalera en espiral a su iluminación. Algo pasó, no sólo durante el taller, sino también en su vida.