lunes, 8 de febrero de 2010

VIAJES EN EL TIEMPO – 7

7) ABRIENDO LAS TUMBAS INTERNAS

Muchos de ustedes han venido y dicho: “Sabes, se siente como si fuera mi templo, mi pirámide”. ¿No lo han dicho? Sí; dijeron: “Regresaré un día”, cuando dejaron sus pirámides, sus templos. ¿Se dieron cuenta de que volvieron para ver si lo que dejaron aún sigue en pie? Vinieron del futuro.

También han sido extraterrestres, así que estoy viendo a muchos de ellos que han sido us-tedes. La carroza que da vueltas, saben, que lleva a las diosas y dioses.

Esta será una charla que ustedes deberán dejar flotando y respirando, porque eso hace; ¿sí? Intelectualmente los voy a perder; los voy a inspirar aquí, allá. Inspiren aquí. Aquí con vuestras orejas etéricas. No se vayan a la cabeza. Me perderán si lo hacen. Manténganse profundo en el núcleo de ustedes, pues mi alma los está invitando: “Vengan… vengan a este viaje. Vengan, inspiren muy profundamente con ustedes ahora”. Respiren, respiren.

Esa alma que fueron es ustedes, ahora mismo, volviendo a hogar. Sí. La pirámide parece estar asentada en el suelo, pero ustedes son la reversa. Son… el punto magnífico que trae todo esto que fue. Respiren muy profundamente.

Volvieron al hogar para verse las propias caras, para recordar. Respiren hondo mientras vuestra alma ríe con ustedes… ríe, pues vuestra alma recuerda con facilidad, “sí, este yo es nosotros, este nosotros soy yo”.

Respiren hondo, muy hondo. Paz, profundamente. Respiren lentamente dado que el flujo es suave, ninguno de ustedes estaba asustado. Dispusimos de muchos días en un gentil río. Per-mitan que vuestra respiración sea tan suave como el fluir de este río.

Respiren hondo… hondo… suave río… suave río… respirando, recibiendo… respirando, reci-biendo… ya que el suave río no crea ninguna alarma en el físico. Permítanse respirar tan profunda y suavemente.

Para recibir plenamente todos estos regales, la invitación es estar profundo en vuestro núcleo… profundo en el núcleo de ustedes. Sí. Muy seguros, muy amados, pues vuestra alma está verdaderamente aquí sosteniendo vuestras manos. Es un intercambio entre cielo y tierra al unifi-carse en esta suave respiración… suave respiración. Respirando hondo… hondo… sí… sí.

Respirando… energéticamente han hecho viajes anoche muchos de ustedes. Si se ubican en la punta de alguna de estas pirámides ahora mismo, vuestra energía y ustedes son la segunda pirámide que está permitiendo que esto suceda –que entre la energía vibracional- ustedes son la piedra superior que remata la cúspide de la pirámide.

Respiren y reciban. Respiren y reciban, anclándolo en los cimientos de la pirámide; ánclenlo con la respiración, ánclenlo. El río de energía no los debe alarmar, sólo los ama. Respiren y permí-tanselo, permítanselo.

Para quienes saben numerología, hoy es 5, un gran 5. Cinco es el día del cambio. ¿Están dispuestos a decir sí? ¡Sí! Pues todo lo que fui, todo lo que soy, llega unido –cielo y tierra… tierra y cielo.

Esta respiración… unifica el ser como nunca antes. Sí… sí… sí… respirando… sí… sí… ya que mientras miramos a la cara de cada uno de los radiantes que está en este grupo con nosotros, no hay misterio. Ninguno, sólo magnificencia. Vuestro selecto ser. Ustedes… ustedes, los asombrosos. Respiren, no olviden respirar. Respiren, sí…

Permítanse recibir estos honores… estos honores… este momento… sí… sí… sí…. Tan pro-fundamente, sintiéndose ustedes, dejándolo fluir hacia abajo por las piernas. No teman. No sientan miedo. Esta vibración no lo dañará, nunca. Es un río de inmenso amor, gran compasión. Respiren, respiren hondamente pero con suavidad. Este regalo, este momento de tiempo, está aquí para ustedes. Respírenlo…

Hay una vibración llegando a cada uno de ustedes ahora, ofrecida a cada uno. Si desean sanación en el físico, inspírenla; manténganse en el centro y den permiso que suceda. Son quienes eligen. Si lo eligen, respiren sí, ahora. Respiren sí, ahora. Permitan que la columna esté abierta, vuestras fibras, músculos y huesos abiertos. Reciban esta sanación completa que desea ahora correr pro el cuerpo. Inspiren la sanación. Es todo lo que deben hacer. Es una vibración de supremo amor, supremo amor. Respiren. Respírenla. Va profundo a vuestro vientre; respiren y respiren.

Suelten el miedo de la garganta, dejando que se diluya en el pecho, a través de vuestro chakra corazón. Como una delicada comida… de puro amor. Respiren.

¡Ah, sí! Mis queridos, respiren todo eso. Es un regalo de profunda compasión. Nada tienen que hacer para conservarlo excepto respirarlo y recibirlo. Respirarlo y recibirlo. Respiren, fluyendo por los huesos, todo a través vuestro. Sí… sí… infundiéndose totalmente.

Sí, cada respiración… suave… suave… infundiéndose. Bailando en vuestro interior, por las fibras y músculos y células, respirando, respirando, sí… infundiéndose… infundiéndose.

Pues sí, la fuerza de la leona que está frente a ustedes se les releja a ustedes –respírenla- son la fuerza del león. Muchos han olvidado la fuerza de la pasión, la magnificencia del supremo creativo que son. Siéntanlo en los huesos. En los músculos. En la vibración de este río de sí. Respírenlo. Respiren, respiren, respiren profundamente, muy profundo. Respiren.

Sientan el vientre. Llénenlo. Kwan Yin dice siempre: “es como comer dulces galletitas. Las llevan a la panza. Tomen esta vibración directo al abdomen”. Sí… sí… respirando, bañándolos, sí… sí. Volvieron aquí a ver la cara del ser brillante que fueron, para recordad a los dioses y diosas, faraones y reinas. Sí… sí… son ustedes. Ustedes dejaron detrás los tesoros y regalos. Fue la manera de seducirlos. Vengan, vengan al hogar. Vengan.

Aquí están, permitiéndose caminar por este espacio, mirando dentro de la memoria de ustedes, para juntar las delicadezas y tesoros que dejaron atrás. Digan, “Sí, dónde he puesto las llaves de mi auto y sí a mis carrozas”. Sí… sí…

Respiren profundamente. Vuestra alma les ayudará a recordar –a eso realmente vinieron- para recordar vuestra propia magnificencia. ¿La respirarían y se dejarían sentir la propi magnifi-cencia? Pues para eso fue vuestro pasado. Ustedes, los grandes, que son ahora aquí ensamblados. Respiren. Siéntanlo en el vientre. Sientan la tibieza… la tibieza que llega cuando ustedes le permiten al alma ayudarles a recordar. Amando dulcemente… celebrando dulcemente… fluyendo en este río de amor que dese despertarlos… despertándolos ahora…

Algunos pueden escuchar el ritmo, el ritmo del sonido… el ritmo… el tono que está en el núcleo de ustedes. Sientan el ritmo de vuestro sonido. Sí… sí… El ritmo de vuestra respiración, el sonido vuestro –todas esas son dulces herramientas para recordar- permítanlas actuar. Respiren con profundidad… hondo. Permitan que los amen… ámen-se. Sí… sí… profundamente en vuestro corazón.

¿Quieres decir algo? Respiren hondo… hondo, ahora; sí… sí…

Ah-Kir-Rah vino dos veces a saludarnos. El concepto de viajeros del tiempo creo que es básico para este viaje. Estamos recorriendo una tierra de mucha historia, pero también cada uno de nosotros la tiene. Hemos guardado cosas muy profundamente; las hemos enterrado. Cosas que tememos mucho, así como otras a las reverenciamos con sumo respeto.

Hemos estado viajando en nuestro propio tiempo desde nuestro futuro, aquí y ahora. Las maravillosas vistas y sonidos que hemos percibido son muy simbólicas. Un hombre sabio, dijo: “todo el mundo es un escenario”. También es un gran espejo. A medida que echamos una mirada a nuestro alrededor, ¿podemos vernos en él? ¿Estamos deseosos de ver una tumba que hemos encajonado por cientos de vidas, y como dijo el doctor la otra noche, “¿qué se siente al abrir este paquete dentro de ustedes, esta tumba dentro vuestro?” ¿Cuál es el sentir cuando la abren y dicen, “uy, ése era yo? ¿Cuál fue la sabiduría de esa experiencia que quise guardar seguro y a salvo?”

Ah-Kir-Rah nos invitó a ir al futuro propio -¿Cómo queremos que sean nuestro futuros po-tenciales? Uno de los modos que podemos traer estos futuros potenciales a nuestra realidad ahora es estar deseosos de abrir estas tumbas de nuestra historia y decir, “¡Uy! Mira la experiencia que tuve”, haya sido un rey o un sirviente. Pero esas partes de nosotros que hemos encriptado, son als partes que aún persisten en el marco de tiempo.

Caminé por Karnak y en otra dimensión me vi haciendo los mismos rituales que hice miles de años atrás. Esa parte de mí quedó encerrada en ese tiempo, continuando con los mismos ritua-les. Tomé esa parte de mí y dije, “¿quieren venir ahora?”

Tobías dijo que estas partes están aquí para que regresemos. Esas partes dentro de uste-des están esperando ser invitadas a regresar al hogar.

El punto central de esta inspiración es para invitar a esas partes a regresar al hogar. Este viaje interior en el tiempo en el que hemos estado, los invita a ustedes al Ahora, dado que al invitar vuestra historia al ahora, vuestro futuro también lo hará. Inspiren esto y sean todo lo que son, aquí y ahora.

Respirando, permítanse recordar, es la integración final –ser este milagro que son ustedes. Sólo respiren. Sí… “Sí, estoy deseando acceder a la grandiosidad de todo lo que soy. Sí… sí… cada respiración es la validación de ese sí, dado que mientras respiran todo lo que fueron, puedes exhalar todo lo que son”.

La radiancia, esta magnífica radiancia de ustedes abre los portales al futuro como nunca antes, como si se desenrollara esta alfombra roja delante de ustedes. ¿Desean caminar en la radiancia de ustedes? Sí… creando este nuevo futuro con vuestra nueva energía, esta nueva vibración llamada ustedes. Todo lo que tuvieron que hacer fue respirar y recibir, respirar y recibir.

La integración puede ser así de sencilla si desean permitir la respiración en ustedes para que llene cada una de vuestras fibras. No más armarios oscuros. No más espacios escondidos para otro día. Respiren toda la luz en ustedes, toda vuestra plena luz que quiere cantar y celebrar este punto de alegría… de mucha alegría.

Sí… sí… vuestra radiancia está aquí, caminando… hacia el futuro de vuestra vida en cada respiración, un paso a la vez. Suavemente… suavemente estando en el núcleo de ustedes.

Permanezcan profundamente… profundamente… profundamente.

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