La Ascensión – Tobías
5 DE MAYO 2002
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Hablaremos de lo que es de verdad la Nueva Energía. Al mismo tiempo es un honor muy grande, estar aquí en vuestra compañía!
Hace un mes escuchamos de vosotros el SÍ. Era un SI que venía de vuestra alma y de vuestro ego y de vuestra conciencia a la hora que Metatrón os preguntó si estabais dispuestos a deshaceros de todo aquello que os había retenido hasta ahora.
Claro está que habían algunos que pusieron sus cláusulas, junto a este SI. Decían que sí, pero a cambio de esto o aquello y hicieron muy bien. Queremos saber lo que necesitáis sobre la tierra. Es más: vuestro propio alma, vuestro propio ser necesitan saberlo.
Y oímos un SI, cuando Metatrón os preguntaba si estabais preparados para dar a conocer lo que realmente sois, expresando vuestro ser y divinidad. Hubo un Si rotundo cuando Metatrón os preguntaba, si estabais dispuestos a iluminar vuestra divinidad. Es decir de no esconderlo, guardándolo como un secreto, sino de iluminarlo dentro de vosotros mismos y alrededor vuestro.
Y también escuchamos un SI orquestado procedente de Shaumbra, al paso de la pregunta si estabais preparados de saber quienes realmente sois. No se trata de la ilusión del hombre con sus limitaciones, atrapado en interminables ciclos a lo largo de sus vidas en la tierra. Se trata de saber si estáis listos para conoceros a vosotros mismos como Dios!
“¿Estáis preparados para recibir el Fruto de la Rosa?” Y escuchamos un SI, no cabe la menor duda, aunque fue un SI confuso al no saber de qué se trataba. Es la posesión de lo que realmente sois, vuestra divinidad. Es la toma de conciencia, es caer en la cuenta de una vez para siempre, que ya habéis creado todas las soluciones incluso antes de haberlo experimentado durante ésta vuestra vida. El Fruto de la Rosa es vuestra divinidad.
Entonces os preguntamos, si estabais dispuestos a que los demás ocupasen su propio espacio, sabiendo que tienen el camino suyo por recorrer. Ellos se acercarán en su debido momento, pero en el mientras tanto, es preciso que juegan su propio juego, para que su alma se desarrolle, para que se experimenten a sí mismos y crezcan del mismo modo, que vosotros.
Y cuando preguntamos si estabais listos para amaros a vosotros mismos, sentimos por todas partes un QUIZÁS. Para vosotros, era la pregunta más peliaguda, ya que os llegaba muy hondo. Esta pregunta removió muchas cosas dentro de vosotros, incluso durante unas cuantas noches, sobre todo en cuanto se refiere a vuestra auto-estima.
“¿Estáis dispuestos a amaros de verdad?” Entonces surgieron recuerdos de cosas que habíais hecho en el pasado, tanto de día como de noche. Eran traiciones, asesinatos, enfermedades, abusos de poder y corrupción. Vosotros habíais creado todas estas cosas en la energía de la dualidad. Y luego os juzgasteis severamente por ello.
“¿Estáis listos de amaros de verdad ahora mismo mis queridos amigos, a sabiendas, que solo se trataba de la mismísima experiencia y nada más?” Habéis pagado vuestras deudas con creces, de una vida a otra. No existe razón alguna para agarrarse a cualquier cosa del pasado, sino fuera a la sabiduría que trajo consigo la experiencia.
Os enseñaron que el hecho de quererse a sí mismo es malo, llamándolo narcisismo y considerándolo perverso. Sin embargo mis queridos amigos, es la cosa más sagrada que podéis hacer en la vida! Tened amor a todo lo que sois y tened en cuenta que todas vuestras experiencias os conducen ahora a este momento de sabiduría.
Metatrón os preguntó igualmente, si os consideráis preparados para soltar la ilusión de la dualidad y de dejarse ir sin saber demasiado a donde esto os lleva. Es un gran reto de verdad. Dualidad es tan parte de uno, que no se sabe muy bien como soltarlo. Cabe decir sin embargo que el SI que surgió de vuestro corazón y de vuestro ser es lo suficiente fuerte, como para generar la energía que permite soltar dualidad.
Cuando Metatrón os habló de los vientos, del fuego, de las lluvias y de los temblores, él se refirió a aquello que aparecerá en vuestros periódicos. Al mismo tiempo, os estaba hablando de vosotros mismos, dándoos un mensaje.
“¿Estáis preparados para que el fuego se extienda por vuestro cuerpo?” Se puede manifestar como una gripe, como irritaciones de la piel, como subidas de calor. Es el fuego de un proceso interior de limpieza al haber mucha fricción para con vuestro ser energético y a niveles muy profundos. La fricción causa calor, que a su vez genera fuego, aclarando al ser interior, limpiando viejas cicatrices. En los bosques se encuentran árboles caídos. Hay restos en el suelo. En vuestro ser pasa lo mismo. Hay cosas que reclaman ser limpiadas o clareadas en estos momentos
Y luego los terremotos mencionados por Metatrón, se refieren también a las sacudidas que vienen desde dentro, traduciéndose por molestias y dolores físicos. Vuestro ADN está modificándose ahora mismo por obra vuestra. En realidad estamos de noche a vuestro lado y intentamos crear un efecto amortiguador en vosotros. No hay que olvidar que estáis cambiando vuestra propia estructura genética (ADN), vuestras moléculas, hasta vuestro ser a nivel atómico. Estáis cambiando al interior y esto causa sacudidas.
Hay huellas energéticas impresas en vuestros tejidos, huesos, en todo el cuerpo físico, procedentes de vuestro pasado. A veces una sacudida resulta necesaria para poder soltar tales huellas. Y cuando esto ocurre no vengáis a quejaros, preguntándonos el porqué de este dolor o de esta molestia. Mis queridos amigos estáis soltando cosas; esto es la razón. Es preciso entender el proceso, siguiendo la corriente.
Igualmente vienen las aguas, que representan las lágrimas. Son las lágrimas de vuestro corazón. Existe tristeza al abandonar la vieja energía, al dejar la energía de la dualidad, que fue como vuestra casa durante tanto tiempo. Las lágrimas de vuestro corazón ayudan a limpiar vuestro interior de los residuos emocionales del pasado. Purifican lo viejo y permite que os movéis hacia lo nuevo.
¡Y luego hay los vientos! Son para vosotros los vientos interiores. Y no es de extrañar, ya que ahora mismo, vais tan de prisa. Al entrar con tanta prisa en la Nueva Energía, estáis provocando un viento interior. Y claro está los vientos también tiene una función purificadora. A veces se manifiestan como una suave brisa, atravesando todo vuestro ser, acariciándolo. Pero también puede manifestarse como el rugido de un huracán o de tornado. Todos estos fenómenos se dan, a la hora de entrar en la Nueva Energía.
Por supuesto ocurrirán al mismo tiempo en el mundo exterior, como dentro de cada uno de vosotros. Al cambiar de conciencia vosotros, estáis ayudando a los demás de cambiar la suya. Y aún estando sentado detrás de una mesa todo el santo día, sin ver a nadie, el cambio de vuestro estado de conciencia, afectará a aquellos que se mueven en vuestro entorno. Ellos están viviendo un proceso, que se parece mucho al vuestro. Su proceso será mucho más fácil, ya que tendrán instructores para que les guíen apropiadamente y lo seréis vosotros. Se acercarán a vosotros en su debido momento.
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Muy queridos amigos, Metatrón sois vosotros mismos. Metatrón es la energía colectiva de aquellos que se mueven hacia la Nueva Energía. Es vuestra divinidad. Metatrón que se presentó a si mismo como vuestra voz de Espíritu, constituye una parte vuestra que no pudo integrarse en el ámbito de la Tierra por muchas razones. Metatrón es el estado de conciencia divina, que no pudo introducirse en la dualidad, hasta el presente.
Pero volviendo a nuestro tema de hoy, llega un huésped especial a ésta clase. Aquel que llega hoy a visitarnos, ya estuvo con nosotros recientemente. Es la energía de Guatama, de Sidharta, de Buddha. Se le conoce por muchos nombres, como el Iluminado, que es la esencia misma de la palabra Buddha.
Le invitamos a Guatama a varias de nuestras reuniones. Le trajimos aquí a Salt Lake (Taller con Tobias sobre “Qué es la verdad” del 30 Marzo), donde hablamos de la verdad que cambia, siempre sujeta a evolución. La verdad única y estática no existe. La verdad va evolucionando con cada paso en el tiempo, en base a los cambios que se dan en la conciencia.
Basta con mirar a vuestras “radiografías”, que hemos fijado en la pared. Habéis conocido verdades hace dos años, pero ahora vuestra verdad es diferente. Habéis ido evolucionado y habéis crecido en sabiduría.
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Gautama está sonriendo, ya que sabe que vosotros también estáis haciendo el camino. Sois investigadores, estáis buscando por lo verdadero, por las respuestas que se hallan en el interior. Al igual que el Buddha no os instaláis por cualquiera verdad a lo largo del camino. No os paráis diciendo que aquí me quedo. Vosotros también sois Buddhas.... sois los Iluminados.
Contaré una breve historia, aunque Cauldre (Geoffrey Hoppe) se ríe, ya que encuentra el relato un tanto ridículo. Lo que pasa es que yo me encontré con Buddha cuando vivía como Tobias. En aquel entonces viajaba, como mercader del rey, de un país lejano a otro, comprando para él.
Me sentí atraído hacia la región donde Buddha enseñaba. Entonces supe que no estaba lejos de donde yo estaba comprando y me acerqué.
Yo era judío muy arraigado en mi fe, aunque siempre dispuesto a investigar y buscar mas allá. Cuando escuché a Gautama aquel día, viendo aquella paz en su cara y la divina presencia que le rodeaba, muchas cosas en mi modo de pensar empezaron a cambiar.
Le escuché durante horas y luego tuve el gusto poder hablar con él durante un rato. No pronunciaba muchas palabras, pero salía mucha energía de su corazón. Yo le pregunté: “Venerable Iluminado, Príncipe Buddha, cuéntame de la verdad que has encontrado. ¿Qué debería yo saber?”
Buddha se echó a reír y dijo: “¿Qué te hace pensar que yo hubiera encontrado la verdad?” Y respondí: “Porque se dice que tú eres el Iluminado, el Sabio!”
De nuevo se echó a reír y dijo: “La verdad está siempre evolucionando. No lo encuentras nunca y solo te das cuenta de ciertas energías que van con ella. Cuando piensas haber encontrado la verdad, ya es hora para pasar adelante. ¿Porque piensas que sigo andando de un pueblo a otro, estando siempre de viaje, sin enseñar todo lo que sé, ni satisfecho con quedar en un sitio determinado?”
“Sin embargo”, prosigue, “enseño a cada persona, que lo divino lo tiene dentro y que la iluminación se produce allí en el interior. No lo encontrarán nunca en otra persona y tampoco en otro sitio”. Y le sobrevino tristeza, diciéndome: “Sabes Tobias, esto es mi mensaje y sin embargo son pocos, muy pocos que quieren escucharlo. La gente quiere milagros. Y puedo hacerlo. Son trucos, acaso también milagros. Pero no opto por ellos, ya que no quiero enfocar la energía en esto. Quieren milagros, pero no quieren escuchar lo que hay dentro de cada uno. Ellos quieren disfrutar y no valgo para eso, así que sigo en mi búsqueda de mi verdad siempre en expansión. Solo me queda la esperanza que el mensaje de lo divino llegue al menos a algunos oídos”.
Gautama nació en una casa real; él era príncipe. Esto debería significar algo para vosotros, este hecho de haber nacido en casa real, de una reina y de un rey, de pertenecer a la realeza. Que algún día iba a heredar el trono. Vaya que no hay coincidencia en esta historia!
Sus padres y familia sabían que era diferente. ¿Os suena acaso familiar, mis queridos amigos? Intentaron retenerle del camino de la Iluminación: de seguir un camino difícil. Le minaron de muchas formas. Le protegían de todos los modos posibles y no le permitieron ver el lado difícil y desafiante de la aventura humana. Sin embargo había algo en él, que le empujaba explorar el exterior, a fin de entender quien era él visto desde dentro. ¿Os suena familiar, Shaumbra?
En consecuencia Gautama intentó satisfacer a los que le rodeaban. Se casó joven, a los 16 años, porque es lo que se esperaba de él. Era una energía que otros colocaron en él. A los pocos años trajeron un hijo al mundo.
¿Y qué hizo? Pues se marchó. La vida le decepcionaba y renunció a la vida de realeza, que le había tocado vivir. ¿Os podríais imaginar la prensa si hubiera vivido en esta época? “Padre abandona familia” o “Príncipe deja mujer e hijos para seguir otro camino a su antojo”.
Pero Gautama tuvo que buscar su propia verdad y su propia divinidad. Abandonó la casa real y hizo votos de pobreza. ¿Os suena familiar, mis queridos amigos? También hizo votos de castidad. Cambió su atuendo y su identidad, querido Shaumbra!
Gautama tuvo la sensación que su cuerpo y su humanidad, no le convenían. Era como si estas cosas le retenían para saber quien era realmente. Así abusó de su cuerpo, negándole alimento. Intentó a renunciar a si mismo, en vez de seguir el canto de su corazón. Lo hizo en su búsqueda por la verdad. ¿Os suena familiar, querido Shaumbra?
Abandonó sus relaciones con todo lo que ello representaba. Se sometió a pruebas de toda clase, tanto físicas como emocionales. Se fue a estudiar con un maestro, uno bueno y sabio. Estudió mis queridos amigos, el arte de la nada, pensando que al vaciarse se encontraría consigo mismo. Estudió por mucho tiempo con este maestro de la renuncia. Le enseñaron como bloquear la mente, parando el flujo de las energías. Del mismo modo actuó con su cuerpo al cual negaba la experiencia del amor. Gautama está aquí ahora para afirmar que aquello era otra forma más de renunciar
Claro está que aprendió muchísimo. Gautama experimentó con estos niveles profundos de renuncia, hasta que su pelo empezó a caer, así como las uñas de los pies, por falta de alimento. Y así llegó el día en que la voz interior de Gautama, le hizo ver que esto no era el camino, conduciéndole hacia la verdad. No era más que un aspecto. De modo que abandonó, retomando el camino.
Siguió con sus meditaciones a niveles muy profundos, sin abandonar sus ceremonias y prácticas sagradas. En un sentido le ayudó para proseguir su camino, creando momentos de abatimiento. Gautama conoció la depresión, el temor, la ansiedad. Pero lo que realmente pasó es que él estaba creando momentos de abatimiento, que le ayudaban alcanzar nuevos cumbres de iluminación.
Al caminar se encontró con otro maestro, un gran sabio y cuya enseñanza le pareció verdadero y profundo. Y de este modo entró en esta nueva escuela, donde aprendió el arte de la no-percepción. Aprendió de este maestro el arte de que todo es ilusión. En cierto modo era la antítesis de lo que había aprendido con anterioridad. Sin embargo cayó en la cuenta que la no-percepción es otra forma de negación. . Pues en efecto cuando todo se llama ilusión y nada está re-entegrado en la vida, cuando la experiencia del ahora está negada, nos encontramos ante otra forma de renuncia. Acaso os suena familiar, Shaumbra?
Gautama abandonó esta segunda escuela en un estado de desesperación, ya que no había encontrado la respuesta, ni la verdad que buscaba. Hasta cierto punto estaba cayéndose en la cuenta que esta vida de renuncias y de no vivir en el ahora, no era verdad. Volvió a comer, dando a su cuerpo lo que necesitaba. Volvió a una vida con cierta comodidad. Se dio cuenta que una vida sin un mínimo de comodidades solo generaba dolor.
Con esta nueva sabiduría obtuvo un equilibrio en entender las cosas, las energías, las comodidades, los alimentos para el cuerpo, permitiendo que hubiera movimiento en la mente. Regresó al mundo actual, retomando las relaciones de antaño con la familia y con los amigos.
¿Habéis entendido lo que Gautama ha querido enseñaros con su propia historia, mis queridos amigos? Después de haber renunciado a tantas cosas, de haberse sometido a tantas pruebas, le llegó la Iluminación mas grande de su vida. Porque entonces Gautama se dio cuenta, estando sentado debajo del árbol, que él era Espíritu, expresándolo como un humano, pero no menos Espíritu.
Desde el momento, que entendió esto a niveles muy profundos de su ser, los demás lo vieron en su cara y postura y empezaron a seguirle. Querían tener lo que él ya tenía. Él contaba a sus seguidores una y otra vez, que lo que buscaban se encuentra dentro de cada uno y que él solo podía ofrecer la sabiduría adquirida en el camino, pero no el camino mismo. No le gustaba tener seguidores, pero ellos le seguían.
Él está aquí hoy para contar una cosa: esta supuesta iluminación, esta llamada comprensión divina, él no podía abarcarlo del todo en su vida de entonces. Sin embargo aquello está a vuestra entera disposición durante la presente vida, Shaumbra
Hablemos por un momento de energías, de como funcionan y de la dualidad.
Dualidad era para vosotros un método que permitía veros a vosotros mismos, de ver lo opuesto a través del espejo. Habéis venido del UNO, del Reino donde no había más que UNO. Cuando os fuisteis de Casa, cuando abandonasteis el Primer Círculo, mis queridos amigos, entonces aparecieron por primera vez las energías de la dualidad. Fue el momento, cuando lograsteis tener la capacidad de veros en el espejo. Dualidad.....los dos opuestos. La realidad dual. Solo entonces empezabais a tener una identidad que os era propia.
Las energías del reino eran un flujo único. Luego vuestra nueva identidad se parecía a una piedra en la corriente de la energía divina. Cuando colocas una piedra en el agua, creará turbulencia. Rompe el flujo normal. Hay agua que pasa por encima de la piedra, hay agua que pasa por los lados y al otro lado de la piedra hay vórtices, que se forman. En un sentido es esto lo que representa la dualidad. Vuestro sentido de identidad, fuera del reino, es como un canto rodado en la corriente de las energías. Y todo esto es muy conveniente. Os está ayudando, querido Príncipe, querida Princesa, en el desarrollo de una nueva comprensión acerca de lo que realmente sois.
Se puede decir, que las energías de la dualidad, se manifiestan como estas olas, que se producen detrás del canto rodado. En las mismas olas existen subidas y bajadas, altibajos. Dualidad es como una ola de energía.
Cuando cruzasteis el muro de fuego hubo una cantidad finita de energía que vino con vosotros. Ahora bien está cantidad finita es amplísima. Como humano no hay de que preocuparse por si faltara energía. Todo lo que hay fuera del Primer Círculo contiene un caudal finito de energía.
Más allá del tiempo, incluso antes de vuestra llegada a la Tierra, las energías de la dualidad se oponían, la una contra la otra. La luz se oponía a la oscuridad; la izquierda contra la derecha; lo masculino contra lo femenino. En un sentido también bailaron juntos. En otras ocasiones, las energías chocaban como para cambiar estas energías, aunque sin crear nueva energía. Estas energías solían cambiar su balanza entre luz y oscuridad, aunque no cambiaron la cantidad de energía que contenía. Dualidad es simplemente el caso de dos energías que se oponen. A veces se juntan, otras veces cambian de roles e incluso ocurre que estas energías se colocan una nueva cara o una nueva máscara.
Bueno ocurre que en vuestra vida existen también subidas y bajadas, altibajos. Son las olas de la dualidad que os atraviesan. Son altibajos en el ámbito emocional, en el ámbito físico y en el ámbito espiritual.
Las bajadas son convenientes y basta volver la mirada hacia atrás. ¿No era precisamente en las bajadas, en los momentos más difíciles de vuestra vida, cuando obtuvisteis la máxima perspicacia y los mayores entendimientos? También es cierto que estabais muy hartos de estar en estas bajadas.
Tampoco a Gautama le gustaba cuando pasaba por uno de estos períodos de negación de si mismo. Entonces estaba en el lugar mas bajo de la bajada, tanto física que emocionalmente. Pero al mismo tiempo le proporcionaba la energía y el aliento para seguir en adelante.
En dualidad las bajadas proporcionan un efecto de montaña rusa, camino hacia la parte alta. Durante las subidas se consolidan las iluminaciones y la sabiduría adquiridas a lo largo de las bajadas.
Es realmente perjudicial querer evitar las bajadas. Por ello hablamos en contra de aquellos medicamentos psicotrópicos que van enmascarando vuestra vida en el ahora. Y sin embargo estas bajadas han sido tan importantes, haciendo parte de vuestra experiencia vital como lo fue para Gautama. Así funcionó la dualidad, aunque sabemos que muchos temen estas bajadas. Lo detestéis y no queréis estar en ellas. Entonces pensáis que hay algo que no funciona bien, sin embargo las bajadas son una parte natural de la dualidad. Son precisamente los altibajos que os han traído hasta aquí.
Ahora bien, los altibajos nunca crearon Nueva Energía. Trajeron nuevos entendimientos acerca de la energía ya existente. Ahora ha llegado el momento en que entráis en la Nueva Energía, tal como os anunció Metatrón. Estáis entrando en ella ahora y ya no se dan altibajos.
Hace una semana hablamos del Vacío de la Ascensión. Hemos plantado esta energía en Nueva York, allí donde existe el vacío debido a las Torres Gemelas, la llamada Zona Cero. Estos edificios representaban la dualidad. Algo menos de un año os hablamos de muros que iban a derribarse, literal y figurativamente.
Ahora cuando estos edificios se derribaron y se quitaron los escombros, se quedó un vacío. No hay más que un hueco y no ha llegado el momento aún para reconstruir. Ahora bien es conveniente respetar el vacío existente por un espacio de tiempo.
¿Cómo se relaciona esto con vuestra vida? ¿Qué relación existe con la Nueva Energía y con Gautama, nuestro huésped? Muy sencillo, pues pasando a la Nueva Energía, tenéis todo tipo de experiencias y preguntas y retos que surgen y entonces es el momento de entrar en el Vacío por un espacio de tiempo.
Existe esta tendencia entre los humanos, incluso antes de soltar cosas, de exigir una respuesta. Sea lo que sea, de este modo no funciona la Nueva Energía.
Para entenderlo mejor, partiremos de una situación concreta, como de haber perdido tu empleo. Existe una tendencia de querer reemplazarlo de inmediato. ¡Qué fuerte son las ganas de remediarlo sobre la marcha! Se amontonan las facturas y la cuenta en el banco va menguando rápidamente. Y te dices a ti mismo, que necesitas un nuevo empleo ya.
Pues vete al vacío, al Vacío de la Ascensión. Es preciso ir al vacío, un rato al menos.
Es poner una demora a la respuesta o a la solución, solo durante un tiempo. ¿Porque? Al intentar ir a la solución o a la respuesta de inmediato, recurres a la energía de la dualidad. Y esto es la vieja energía. Por tanto déjalo de lado, por muy urgente que sea la cuestión pendiente.
Lo que pasa, es que vuestra propia divinidad, manifestándose en la Nueva Energía, os traerá la solución. Esto es la solución que mencionó Metatrón y la que ya existe. Solo existe en la Nueva Energía y no en la Vieja. Esto posibilita a vuestra divinidad de traerlo, dentro y a través de vosotros. Entonces viene el “Aaah”, la toma de conciencia, la iluminación.
Solo existe un breve período para este Vacío de la Ascensión, abandonando lo viejo, mientras que no se ha reemplazado todavía. No se trata de un abismo, tampoco de la oscuridad o de una bajada propia a la dualidad. No es más que apartar para que acontezca un momento divino, allí en el vacío.
Lo que está ocurriendo, mis queridos amigos, es un milagro. Si es un milagro, ya que al apartar lo inmediato, permites al Fruto de la Rosa que traiga la solución divina. Cuando dejas que las cosas vayan de esta forma, algo precioso tiene lugar. Y esto es plenitud. Ni siquiera Gautama pudo realizarlo durante su vida. Al dejar paso a vuestra divinidad para que encuentre la solución, se está creando Nueva Energía.
Ahora bien, cuando entráis en el Vacío de la Ascensión, no estáis aportando la vieja energía o la dualidad. No estáis buscando soluciones con la mente de dualidad. Entráis en este espacio de quietud; vuestros problemas no os preocupan, por lo contrario permitís a que el Fruto de la Rosa os traiga la solución. Y entonces es cuando la Nueva Energía es creada, lo que nunca ha tenido lugar!
Conviene señalar aquí que la Nueva Energía no se presenta de un modo, que se reconoce de seguida. No se presta a ser manejada y tampoco de ser consumida, siendo nueva energía sin embargo. Y habrán implicaciones en vuestro alrededor. Hablaremos de ello en las restantes dos clases.
He aquí la lección nueve de la Serie de la Ascensión “Estáis creando Nueva Energía”. Lo estáis creando soltando dualidad, sin por tanto intentando de reemplazarlo con un estado de conciencia de la Vieja Energía. Con la solución que surge desde dentro, estáis creando nueva energía. Nunca se hizo esto antes. Las implicaciones son tremendas; son implicaciones para el estado de conciencia, para la tierra y para vosotros como individuos.
Vuestros deberes para este mes, consisten en entrar al Vacío de la Ascensión, donde ya no estáis en la Vieja Energía. No estáis ya en plan de buscar soluciones estilo dualidad. Entrad en aquel lugar. Al principio será muy duro, pero pasará. La solución surgirá desde dentro y la voz será reconocida como vuestra, rodeada de sabiduría y iluminación.
Gautama no pudo acceder a la energía de la ascensión, como vosotros. Realizó muchas cosas muy señaladas. Sin embargo no tuvo acceso al Vacío de la Ascensión, ya que no existía.
Gautama vino a nuestra invitación, en particular para indicar algo importante. Ocurre que la meditación fue un elemento de peso en vuestro camino hasta el presente, aunque os pedimos de dejarlo recientemente. Meditar os resultó muy útil, como fue el caso para Buddha. Ahora bien habrá que reconocer que meditar era una forma de renuncia, bloqueando la mente y el cuerpo. Os pedimos abandonar la meditación, pero por favor no paséis a otra práctica. Reemplazar la meditación sería una equivocación.
El vacío no es a pesar de todo una forma de meditar y tampoco un intento para aclarar la mente. Permite a vuestra divinidad de traer soluciones y expresión dentro y a través de vosotros. Solo cuando se da el vacío, la divinidad puede pasar. Solo entonces vuestra divinidad, este yo divino vuestro, podrá venir rugiendo a través vuestro. Entonces tendréis una perspicacia y unos entendimientos, que nunca habíais podido tener, estando en dualidad. Vais a realizar cosas y os acontecerán otras, que ni siquiera os habíais podido imaginar, pensando en clave de dualidad.
Será muy diferente. No podemos explicar más que eso. Será una experiencia, que será solo vuestra. Fue a causa de esto que os pedimos también dejar a vuestros guías, al igual que los cristales y todo lo demás. Lo que cuenta ahora, es estar en el vacío, en el Vacío de la Ascensión. Solo entonces llegará vuestra divinidad hasta vosotros y esto será de tal modo que no os lo podéis ni imaginar.
He aquí la lección nueve de la Serie de la Ascensión: “Estáis creando Nueva Energía”. Habéis pensado que Nueva Energía era algo como Nueva Era, pero no lo es. La Nueva Energía es una nueva ciencia de la naturaleza y que está ocurriendo ahora mismo. Y cuando hablamos de la Nueva Energía, sois vosotros quienes lo están creando.
Y así es.
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