martes, 24 de agosto de 2010

Extraterrestres entre Nosotros: Ayuda para la Humanidad

Uilora y Gaia a través de Pepper Lewis

Pepper: Éste es nuestro tercer encuentro. He disfrutado de nuestras reuniones, pero Gaia me dice que muy probablemente sea nuestra última experiencia compartida. ¿Es ésta tu elección?

Uilora: Sí. Mi modo de ser no es tan fortuito como el tuyo. Encontré interesantes y significativos nuestros intercambios, pero sólo en tanto sirvan a un propósito. Mi conducta es amistosa, pero nuestras reuniones no tenían el designio de fundar una amistad de larga duración. Espero que esto no te desilusione.

Pepper: No siento desilusión, sólo curiosidad. ¿Tienes amigos? ¿Son humanos, o son de tu propio mundo? ¿Compartes tus pensamientos con ellos? ¿Tienes momentos tristes y felices? ¿Te afecta emocionalmente la “condición humana” o el cómo se desarrollan los sucesos en la tierra?

Uilora: Sí tengo amigos. Son de aquí, de mi propio mundo y de un mundo más. Tengo diversas relaciones sociales y son similares a las tuyas. No necesito proteger mi identidad, pero mis conocidos a menudo sugieren que lo haga. Ven aumentar la intolerancia y el prejuicio, pero yo sólo veo conceptos erróneos y preocupación mal dirigida. La humanidad desconfía de sí misma, de modo que también desconfía de sus vecinos. Algún día dependerá de sus vecinos y muy probablemente lamente los momentos en que sus ojos estaban cerrados y su corazón no podía ver. Mi mundo conoció una época así, también, pero una especie no puede progresar hasta que – y a menos que – se vea reflejada en ojos ajenos.

Es correcto asumir que comparto mis pensamientos con mis amigos, ya que mi comunicación con ellos es a menudo telepática. Los pensamientos viajan mucho más rápido que cualquier señal electrónica. No necesito oír el sonido de su voz para saber lo que están pensando o sintiendo. Ellos no resguardan de mí sus centros de sentimiento, de modo que me doy cuenta fácilmente de su ubicación y de cualquier otra cosa que quieran hacerme saber. No buscamos la aprobación mutua, y no nos comunicamos con respecto a cosas y pensamientos que no salieron como se esperaba o se planeó. Tal vez te sorprenda saber que más del 60% de la comunicación humana se emplea en quejarse o lamentar la situación presente de cada uno. La culpa, la preocupación, el engaño y los procesos de pensamiento pasivos/agresivos componen una gran parte de los pensamientos personales humanos.

Rara vez me doy cuenta si estoy feliz o triste, porque estas emociones azarosas parecen venir e irse rápidamente; sería difícil para mí confiar en emociones que parecen pertenecer a un momento, como una nube pasajera. Tengo un rango amplio de emociones y respuestas emocionales, pero no varían tan ampliamente como las he visto en otros. Aunque me considero muy parecida a los demás, a menudo se me recuerda que no lo soy. En comparación, diría que soy más objetiva que subjetiva. Evalúo los momentos y situaciones sin entrometer mis propios pensamientos en ellos. De esa forma, mis pensamientos siguen siendo míos y no es tan fácil que revista un pensamiento con una opinión. Tenemos un dicho que más o menos se traduce así: “los pensamientos emocionales, como las opiniones, suelen atildarse demasiado para la cena”. Lo correcto y lo incorrecto nos importan tan profundamente como a ustedes, pero encontramos que son más fáciles de dirigir que de corregir. Mis pensamientos y los de otros como yo a veces duran toda una estación. Son reflexivos y contemplativos, de naturaleza menos fugaz. Progresan y se desarrollan un día tras otro, permitiéndonos usarlos como herramientas o bloques de construcción. Rara vez criticamos nuestros pensamientos o los ajenos.

Nuestra raza es ligeramente diferente de la tuya en cuanto podemos pasar algo de nuestra historia a las generaciones futuras. Eso permite a las generaciones nuevas evitar los errores de las generaciones anteriores. Esta sencilla diferencia ha permitido a nuestra raza avanzar en formas en que otras no pudieron. Tal vez recordarás que mis padres fueron pioneros en un trabajo anterior hace varios años. Esta era una de sus principales áreas de interés. Habían esperado ayudar a otros aquí en la Tierra a tomar decisiones que fueran más avanzadas, redirigiendo sus procesos de pensamiento para que superaran la necesidad de volver atrás o “hacer un rizo” antes de seguir hacia adelante. Los pensamientos, como los proyectos, pueden perder ímpetu rápidamente. A ustedes puede parecerles buena idea pensar algo muy detalladamente, y en algunos casos lo es, pero no en todos. Nosotros confiamos bastante en la impulsividad, confiando en que nuestras decisiones serán correctas. Esto conserva a nuestros pensamientos vivos y creativos. Nos gustaría ayudarlos a hacer lo mismo. Vemos que la humanidad se ha vuelto temerosa de dar un mal paso o cometer un error. El fin de una era es una época riesgosa y las consecuencias pueden ser gravosas. Nos gustaría ayudar a aliviar algunas cargas, pero debemos ser invitados a hacerlo. A la humanidad la espera un brillante futuro y también a la Tierra; el camino ya ha comenzado a virar de su dirección anterior. En casi todas las áreas de la vida el cambio está muy cercano y habrá más aún. De esto quiere nuestra Madre Tierra que hablemos hoy. Nuestra interacción servirá de modelo para otras razas que también interactúan y trabajan con contrapartes y compañeros humanos.

Pepper: ¿Te refieres a los humanos contactados por alienígenas?

Uilora: No. Las relaciones con contactados son únicas. No son sociedades igualitarias y su propósito específico no siempre se revela. Mis padres desaprobaban esas relaciones y las veían como un perjuicio para su trabajo aquí en la tierra. Emplearon una cantidad importante de tiempo explicando porqué otras razas venían a la tierra y qué estaban tratando de lograr. Trataron de ofrecer un fundamento firme para que la humanidad se apoyara y pusiera fin a los esfuerzos encubiertos por parte de otras razas, pero esto hubiera requerido más exposición de aquellos con quienes trabajaban, y fue rechazado. Para decirlo claramente, la tierra tiene muchos recursos que son de interés en otros lugares, y como la humanidad, la especie más senciente del planeta, no está consciente de la mayoría de ellos, es más fácil para los otros adueñarse de ellos. Es comprensible que la humanidad vea esto como inapropiado. Pero no es demasiado diferente de que uno de los países más desarrollados usurpe los recursos de una nación del tercer mundo o los de un pueblo indígena cuya voz no se escucha y su presencia no se ve. Las especies alienígenas que practican estos principios, aunque inescrupulosos, los ven directamente en los pueblos y gobiernos de su mundo. Por supuesto, este no es el caso con todos los contactados, y algunas de esas relaciones tuvieron efectos muy positivos y duraderos en este mundo.

Pepper: ¿Qué es lo que hace más o menos probable que contacten a alguien? ¿Tienes la capacidad de discernir estas relaciones de otras? ¿Podrías restaurar la capacidad de alguno cuyos recuerdos al respecto sean vagos? ¿Estas relaciones predominan tanto como en otro tiempo?

Uilora: La mayoría de los programas a que te refieres ya no están en curso. Aunque la tierra todavía interesa a los visitantes de otros planetas, la humanidad ya no tanto, al menos por ahora. Los campos de energía que rodean al planeta siguen un ciclo natural como las mareas altas y bajas, pero en tiempos de grandes cambios como éste, están bajo estrés. Este estrés se transfiere a casi todas las cosas, para que todas las cosas tengan igual oportunidad de cambiar. Por favor, entiende que el estrés puede tener un efecto muy positivo para la evolución. El calor del sol presiona sobre la envoltura de una semilla para liberar su contenido, en tanto el agua la vuelve flexible y vulnerable. Estos son procesos naturales importantes para la supervivencia de una cosa, un pensamiento, o un pueblo. Sin embargo, todo lo que está dentro de cierto rango o frecuencia será afectado por este estrés, y eso incluye a los visitantes, lejanos y cercanos. Cuando la marea es baja, la tentación de aventurarse para salir (o para entrar) es grande, pero hacerlo es peligroso, porque el viaje de regreso debe ser bien programado. Los marcadores energéticos de la tierra están inestables ahora, y van a permanecer así por cerca de 150 años. Durante ese tiempo es muy fácil enredarse en los procesos de la tierra así como en los de la especie dominante. Este hecho no pasa desapercibido para los visitantes, cercanos o lejanos. La historia de la tierra y la de la humanidad, también, están repletas de muchos sucesos parecidos. Por eso la humanidad es una raza híbrida. Tu historia genética fue extraterrestre mucho antes de que fuera multicultural. Ustedes son hombres y mujeres de muchas naciones y culturas, y de muchos planetas y sistemas estelares, también.

Los contactados son personas ordinarias. No hay algo que los pueda señalar como diferentes de los no contactados. Algunos tienen apertura mental y otros no. Hay muchos más contactados de los que te imaginas, pero sólo un pequeño porcentaje de ellos puede recordar sus experiencias. La mayoría de los visitantes de otros planetas se comunican unos con otros telepáticamente y pueden hacer lo mismo con los humanos también. En general, esto se logra de común acuerdo, pero no siempre ha sido así. Para ser honesta, la comunicación telepática verdadera saltea varias salvaguardas colocadas por la mente conciente, pero estas salvaguardas suelen oscurecer, más bien que proteger. Por esta razón, las razas extraterrestres prefieren “hablarle” a la humanidad por el subconsciente y la mente súpra-consciente, más refinadas y también más amigables. Comúnmente se cree que es más fácil influir en el subconsciente. Esto es verdad en tanto este aspecto de la mente humana está abierta e interesada en las ideas nuevas. La mente subconsciente también es menos temerosa de lo desconocido – otra buena razón para que las otras razas los saluden desde esta perspectiva. Lamentablemente, la mente subconsciente no entrega automáticamente a la mente conciente los recuerdos que no están relacionados en tiempo lineal, así que las experiencias y pensamientos extraordinarios pueden permanecer ocultos hasta que aparece algo que los enlaza con el presente. Cuando eso ocurre, la mente conciente puede enfurecerse y convencerse de que ha sido aventajada, engañada o controlada. Estas complicaciones fueron, en parte, razones para abandonar la mayoría de los programas de contacto. Aún los que defendían los contactos llegaron a pensar que era simplemente mejor esperar a que la humanidad diera señales de estar preparada. Esto es un tema sin resolver y hay mucho para explorar. Sería bueno hacerle justicia investigándolo en profundidad, pero hay otros mucho más calificados que yo para esto.

Pepper: Todo lo que estuvimos tratando nos lleva de vuelta a nuestro pedido de ayuda, pero ¿qué pasa si no sabemos cómo pedirla en forma respetuosa y responsable? ¿Cómo sabría una persona común a quién pedírsela? ¿Se necesita pedir la ayuda en forma conjunta, o los esfuerzos individuales son suficientes? ¿Nuestros pedidos deben incluir las voces de nuestros gobernantes u otros en cargos de autoridad y liderazgo?

Respuesta de Gaia: Un pedido es un acto de intención, no de indefensión. Es como agua surgente que se levanta desde un profundo depósito interno: viene de un lugar que no conoce cuál será el próximo paso, pero anhela que parezca y se sienta como un paso nuevo. Hace mucho, en una encrucijada similar en el tiempo, la humanidad miró al cielo nocturno, se maravilló ante las estrellas y deseó visitarlas algún día. Imaginó que grandes cosas y grandes seres vivían allá lejos tan arriba, más allá de su capacidad para ver. Eventualmente, la imaginación del hombre se volvió un pedido velado, luego una invitación, y cuando llegó una gran necesidad, también se volvió una súplica por ayuda. ¿A quién quería ver ese hombre antiguo? ¿A quiénes estaba esperando? Esos eran tiempos más simples y la mente del hombre era aún más simple, pero aun en tiempos complicados y durante situaciones complejas hay un lugar dentro de cada alma que sabe que hay un gran plan en marcha, y comprende que hay pilares y principios lo suficientemente fuertes para sostenerlo. Este conocimiento interior no es de la clase de conocimiento que se extrae de la corriente diaria de información, y no libera al hombre de su obligación de aprender suficiente sobre su mundo como para reconstruirlo cuando sea necesario.

Hay momentos únicos en la vida de cada individuo, y en la vida colectiva del hombre sobre la tierra, en que el tiempo y la luz se encorvan y se inclinan muy bajo, casi hasta el suelo y más también. En esos momentos en que la quietud se vuelve silencio y sólo la verdad puede hablar o ser oída, no hay posibilidad de no escuchar un pedido de ser colocado en el sendero de la justicia por medios extraordinarios. No desprecien su autoridad señalando con el dedo a quienes están en el poder, porque hacer eso sólo los conduce por el mismo camino. Cambiar la culpa de la izquierda para la derecha ofenderá a ambas y perturbará el sentido de equilibrio que reste. ¿Entonces qué? ¿Qué estrategia seguir, qué reclamo hacer? Empiecen por recordar que su alma se corporiza dentro de la forma humana y, como tal, es parte integral de la ciudadanía de la raza humana, establecida sobre la tierra para descubrir su propia capacidad de ser y hacer cosas grandes y honrosas. Una mente humana potente tiene la capacidad para actuar e influir sobre aquellas cosas que rigen sobre su futuro.

Una mente humana formidable es fuerte y ágil y tiene autoridad para actuar en su propio nombre e intervenir en pro de quienes son menos poderosos. Una mente humana hábil mide su fuerza no en músculos sino en dominio, manejando las fuerzas de la naturaleza de las cuales es parte y evitando los engaños de la supremacía y el gobierno. Una mente humana capaz manda desde el liderazgo, evitando recurrir al ejercicio del tipo de control que un gobierno impone sobre sus ciudadanos. En un orden correcto, la mente humana recuerda una vida guiada por principios, que empezó en otro lugar y sólo continúa aquí en la tierra. Una mente humana con recursos tiene facultades persuasivas que transfieren energía de los recursos a su fuente y luego de regreso. Una mente humana productiva genera un campo electromagnético cuyas cualidades se magnifican cuando son empleadas exitosamente.

Sus esfuerzos individuales ya tienen la estructura básica de un conjunto, pero su campo es todavía indefinido en tamaño y amplitud, ese campo todavía no es suficientemente vital para reconocer su propio diseño y modo de expresión. Ustedes no tienen registro de una trayectoria por la cual guiarse, todavía, y no pueden distinguir el tipo de conducta que los conduzca a pensamientos cohesivos, pero eso llegará más tarde. No hay una fórmula correcta para pedir ayuda. No hay un conjunto de palabras o procedimientos fijos a seguir. No hay una ceremonia espiritual o religiosa para realizar, ni un documento legal que inscribir. No hay un arreglo previo, ni molde o marco de referencia para seguir, porque todos estos sólo los confinarían. Aparte de esto, sus corazones están formados por la compasión humana. Su expresión es musical y lírica para el alma. Empiecen por allí. Busquen el sonido de las palabras que ya están en sus corazones y otórguenles sustancia. No necesitan poner mucho pensamiento en el significado de las palabras, porque pueden tener poca precisión. El sonido de cada palabra nació mucho antes que su significado, por eso tantas lenguas no relacionadas entre sí tienen palabras similares. Cada alma, como un padre, reconoce el sonido inconfundible de su propio corazón. No pasa desapercibido. Un grito salido del corazón humano tiene gran impacto sobre quienes lo guían y asisten. Cuando ustedes gritan de angustia, los ángeles los oyen. Ellos responden y administran para ustedes en lo grande y en lo pequeño según sus propias disciplinas y vocaciones. ¿Es acaso tan diferente o extraño asumir que los que están en posición de ayudar escuchen un pedido de ayuda para restaurar los recursos del propio planeta?

Uilora: Los momentos únicos, como éste, ofrecen grandes oportunidades. A nadie le hace gracia que le fuercen o impongan situaciones difíciles, pero – para ser honestos – no hay aquí un elemento de sorpresa; el uso o usurpación de los recursos planetarios no es un tema nuevo, y de hecho tiene siglos. Muchas generaciones enfrentaron sus problemas o por lo menos se pusieron de lleno a resolverlos, algunas hicieron progresos y otras simplemente se los pasaron a las generaciones siguientes. Por ejemplo, mis padres me dijeron una vez que sus antecesores tuvieron unos pocos encuentros con varios humanos interesados en reunirse, tiempo atrás. Si no te ofendes con esta pequeña humorada, yo agregaría que estas reuniones se disfrazaban de “fiestitas” de vecindario. Algunas se llamaban “fiestas de anfitrionas” y, como el nombre lo indica, eran formas novedosas para que las mujeres se reunieran y exploraran temas de interés general o actual. Por supuesto, algunas de las fiestas incluían genuinas demostraciones de productos tipo Tupperware, pero otras te sorprenderían.

Las fiestitas de vecindario ofrecían las mismas oportunidades para matrimonios, miembros de la familia y amigos. Otras excusas corteses, pero apenas veladas, incluían venta de enciclopedias, parcelas funerarias, noches de póker, reuniones de mejoras para el barrio. Por favor, no imagines que todas las reuniones de vecinos incluían una asamblea de extraterrestres, pero estas reuniones brindaban a ciudadanos comunes de áreas urbanas y rurales oportunidades únicas de descubrir más sobre sí mismos y su mundo. Lamentablemente, esas reuniones no trajeron tanto diálogo abierto y tantos cambios como mis padres y otros habían esperado. La Segunda Guerra Mundial tuvo muchos efectos secundarios. Las cicatrices fueron mucho más que físicas, y difíciles de soportar para la mayoría. La lucha por restaurar una familia, un estilo de vida o un puesto de trabajo tuvo prioridad por encima de casi todo lo demás, y los Estados Unidos aún estaban divididos y confundidos con respecto a las diferencias de aspecto o lugar de origen. A otros países les fue un poco mejor, pero no mucho.

El mundo está ahora en una encrucijada similar, y aunque ya han pasado más de cincuenta años, lo obvio todavía tiene suficiente validez como para decirlo otra vez: los países están en guerra por dentro y hacia afuera. La escasez de recursos necesarios como el petróleo, el agua y el alimento, se avizora importante para muchos. La inmigración de quienes fluyen y desbordan desde un área hacia otra, amenaza las comunidades y las economías; los poderosos todavía quieren más poder, los codiciosos están ávidos de su porción. Como perros, los poderosos y los codiciosos no se contentarán con compartir un plato o dejar una porción algo mayor de los sobrantes del día. En lugar de eso, exigirán derechos de primacía y tal vez hasta les nieguen a otros la segunda y tercera porción que queden después que su apetito haya sido satisfecho. En tanto es difícil ignorar a un perro arañando tu puerta, a veces es mejor hacerlo. Por supuesto, ambas sabemos que esta conversación tiene que ver con una clase distinta de hambre.

Conclusión de Gaia: Estaría bien que la humanidad, en beneficio de sí misma y en el mío, empezara a reunir ideas nuevas y diferentes sobre su futuro, aun si debe hacerlo de a pocos fragmentos por vez. Un pájaro debe acomodar su propio nido, y mientras lo hace, corre el riesgo de que el árbol que eligió pueda ser talado y usado para otro propósito, o que su nido sólo le sirva para una temporada y no para muchas. Es hora de que la humanidad mire valientemente hacia adelante y elija una vida que cambia a causa del compromiso, en vez de una vida que esté comprometida por el cambio. Los días que los esperan no están numerados, a menos que ustedes los cuenten uno por uno. Si los cuentan de a dos ya se hacen el doble; de a tres, sus oportunidades se triplican; multiplíquenlos por cinco y los atribulados momentos del presente quedarán bien atrás. Vivan en el momento lo suficiente para ser contados como presentes, pero no tanto para convertirse en sus prisioneros. Si sus ojos no pueden ver más afuera, ayúdenlos a ver más hacia adentro. Confíen en lo que no pueden ver, pero que igualmente tiene mérito. Hagan planes ligeros y tentativos si tienen que hacerlos, pero adopten la conclusión de que su paso es seguro. Miren igualmente hacia la derecha y hacia la izquierda sin prejuicios, por cuanto la justicia sigue su propio camino y equilibra su propia balanza. Sean como un vigilante nocturno de sus propios asuntos y pensamientos, pero cuídense de no convertirse en el perro guardián de la cerca de las creencias de otros. Den la bienvenida a la luz del cambio y a los humores variables que lo acompañan. Recuerden que la tierra también tiene sus humores y que los cielos anaranjados no son señal de ira, sino de una creatividad que surge hacia afuera desde el más profundo depósito interior.

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