John Smallman
Abril 11, 2012 at 6:00 AM
Van a despertar a su destino y nada puede impedirles que lo logren. Algunos de ustedes pudieran estar pasando por periodos de duda y ansiedad, cuando parece ser que no tienen conexión alguna con los aspectos espirituales de sí mismos durante estos pocos últimos momentos anteriores a su despertar. No se preocupen de este sentimiento de separación; es solamente el volverse conscientes del hecho de que en la ilusión ustedes aparentan estar separados unos de otros y de Dios, y eso es doloroso.
Ustedes eligieron jugar el juego de la separación, y lo han jugado tan bien que se olvidaron de que están eterna e ininterrumpidamente conectados unos con otros y con su Padre. Ahora bien, a medida que se acercan al momento de su despertar de este intenso estado ilusorio, están recordando las reglas del juego y experimentando un presentimiento o una indicación del dolor de cómo se sentiría esa separación de Dios, si es que pudiera suceder. Es algo verdaderamente disturbador, pero pasajero.
Ustedes son eternamente Uno con Dios; no es posible ningún otro estado. No obstante, antes de que la ilusión se disuelva completamente, a medida que permiten que la gloria de la Luz Divina de Dios los rodee, ocurrirán momentos de duda y ansiedad. Ellos son irreales, imaginarios, y los distraen de vivir en el momento de ahora. Cuando suceda esto, ustedes pueden y deben añadir efectivamente fuerza al proceso del despertar enfocándose en los momentos gozosos y felices que recuerden de sus vidas, y cuando surja la duda o la ansiedad, recuérdense a sí mismos de esos momentos, reconecten con los sentimientos que estaban presentes y háganlos reales ahora. La energía que fomenten enfocándose en el dolor y el sufrimiento del pasado los atrae de regreso a la ilusión, porque solamente allí es posible experimentar esos sentimientos, y eso es algo que no desean hacer.
Ustedes nunca están solos. Les sigo recordando esto porque a medida que batallan con los asuntos diarios de la vida en la ilusión, es casi imposible para ustedes no seguir olvidándose de esto. Cuando se sientan tristes, deprimidos, ansiosos, tómense un momento (solamente unos minutos – inclusive unos segundos - ayudarán), relajen su mente enfocándose en su respiración, su amor por algún ser querido para ustedes o algún otro estado pacífico, y pidan a sus guías, ángeles, o a Dios mismo que los ayuden a liberar los sentimientos que los jalan de regreso a la pesadilla donde parece que el Amor no existe en ninguna manera significativa. Y serán ayudados.
Nunca olviden que ustedes fueron creados en Amor y del Amor, aunque en su estado ilusorio no parezca ser así. Sin Amor no habría vida porque el Amor es Todo Lo Que Es; es Dios expresándose a sí mismo a través de Su Creación. Sabiendo esto, - y profundo dentro de sí ustedes sí que lo saben - dejen ir sus dudas y temores recordándose a sí mismos que ésta es absoluta e irrevocablemente la verdad.
Lo que ustedes están viendo y experimentando todo a su alrededor como dolor, sufrimiento, traición, insuficiencia y conflicto es ilusorio. Sus sistemas culturales colectivos de creencias los han convencido de lo contrario como parte del infeliz juego que ustedes eligieron jugar, y ahora es hora de que se rehúsen a jugarlo más. Ahora tienen más ayuda que antes disponible para hacer esto, así qu involúcrense con su fe, que es necesaria, de que esto es ciertamente así, y acepten esta amorosa asistencia que se les está ofreciendo constante y entusiásticamente a cada momento.
Ustedes van a despertar. Han estado dormidos y soñando por demasiado tiempo. Es la Voluntad de Dios y la suya - como ha sido desde el momento de su aparente separación de Él - que lo hagan, y es Su Voluntad que no se les niegue o sean prevenidos de hacerlo. Vuélvanse a Él en su fe y pidan ayuda porque no se les negará.. Ustedes son Sus Hijos, eternamente amados, sin pecado y sin culpa; están teniendo solamente una horrible pesadilla. Su deseo es que ustedes se despierten al gozo de Su Presencia y se conozcan a sí mismos de nuevo como son verdaderamente.
Con muchísimo Amor, Saúl.
John Smallman | 04/11/2012 at 12:00 am
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