canalizado por John Smallman –
18 de abril del 2012
Traducción: Gloria Mühlebach
grmuhlebach@gmail.com
Cuando la humanidad despierte, habrá una fantástica bienvenida de parte de todos los que hemos estado observándolos y alentándolos en su trayecto de regreso desde su inicio hace eones de tiempo. El tiempo frecuentemente ha parecido interminable mientras luchaban con la confusión y las inconsistencias de su arena de juego, tratando de sacar algún sentido de ella y de aplacar a los diversos dioses imaginarios con los que ustedes la dotaron. Y a medida que el tiempo transcurrió, la confusión e inconsistencias aparentemente sólo crecieron. Nosotros hemos estado con ustedes a través de los eones de tiempo ofreciendo consuelo y apoyo, aunque la mayoría del tiempo ustedes permanecieron atorados en su percepción y estrechez de miras, incapaces de hacerse conscientes de nuestra presencia y de nuestro intenso deseo de ayudarlos a despertar.
Por supuesto ustedes no se dieron cuenta de que, básicamente, estaban dormidos y soñando pesadillas en su mayor parte, pesadillas de temor, de sufrimiento y de conflicto unos con otros, o del juicio y condena de un dios iracundo y sin misericordia que se pasaba el tiempo observándolos para asegurarse de que obedecieran diligentemente sus interminables normas y regulaciones.
No obstante, siempre hubo unos pocos que, conscientes de nuestra presencia y aprovechándose de nuestra ayuda, intentaron mostrarles mediante su amoroso ejemplo para avanzar y despertar al conocimiento de su origen y destino divinos. Sin embargo, estos amables y generosos seres pasaron desapercibidos en su mayor parte porque sus mensajes no se conformaban con la predominante creencia de que la vida tenía que ser una interminable lucha en la que las frecuentes batallas eran la manera honorable de mostrar el poderío y el progreso de aquellos que serían los líderes, reyes, y dictadores, y para el resto de ustedes para demostrar su equivocada lealtad hacia ellos.
Aún hoy en día muchos siguen creyendo en esta insana filosofía, y en la necesidad de una acción militar preventiva para preservar sus hogares y sus culturas. Pero tras todos estos eones de tiempo, la mayoría está decidiendo finalmente que ha sido suficiente, que tiene que haber una mejor manera de vivir, y simplemente esta percepción les está permitiendo comenzar el proceso de escuchar verdaderamente a otro para que pueda haber una verdadera comunicación, remplazando la deshonestidad de la endémica bravuconería que ha hecho una farsa de todo por tan largo tiempo, exceptuando sus más básicas funciones de comunicación.
Este enorme cambio de percepción es el poder impulsándolos fuertemente hacia adelante, hacia el gran despertar que es tanto su deseo como su destino. Y debido a esto, como también es la Divina Voluntad para ustedes, su éxito está asegurado. Su creciente conciencia de que otros con frecuencia tienen una buena intención, está elevando sus espíritus, alentándolos a buscar esa actitud en vez de esperar ser atacados, y por lo tanto, mostrándose listos a defenderse a sí mismos de algún tipo de asalto. A medida que son más capaces de dejar ir la necesidad de estar siempre listos para protegerse a sí mismos con poca antelación, crece su energía disponible para comunicarse amorosa y compasivamente. Sus interacciones con otros se vuelven más placenteras y armoniosas en vez de competitivas y defensivas.
Descubriendo que las interacciones cooperativas y amistosas tienen mucho mayor éxito en resolver asuntos que sus viejos métodos confrontacionales, su confianza en sus habilidades para resolver asuntos a medida que surgen crece. Esto fortalece más su confianza en sí mismos y su autoestima, y les da la fe para empezar a aceptarse, valorarse y amarse a sí mismos -- como su Padre lo hace siempre -- como las maravillosas y divinas creaciones que ustedes son verdaderamente.
Enfoquen especialmente en valorarse a sí mismos y a otros. ¿Por qué no lo harían? Después de todo, Dios lo hace. Y porque Él lo hace, entonces todos ustedes deben ser infinitamente merecedores y valiosos, y el valorarse a sí mismos menos de lo que Dios lo hace no tiene sentido en absoluto. Él los reunirá a todos para mostrarles la verdad tan pronto como Le permitan hacerlo. Abran su corazón a Dios y permítanle llenarlo con el Amor y la aceptancia que ustedes desean tan ansiosamente, y sepan que no hay nada que Le pudiera dar a Dios más gozo.
Con muchísimo amor, Saúl.
John Smallman | 04/18/2012 at 12:14 am |
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