Sevilla, 18 may (EFE).- El investigador y fotógrafo sevillano Luis Hurtado, especializado en arqueología y antropología americanas, ha revisado el casi centenar de expediciones en las que ha participado en veinte años, desde el profundo Amazonas a los Andes, desde las ciudades sagradas a las rutas de "El Dorado".
Documentando expediciones con especialistas peruanos como Ricardo Morales, Luis Sánchez Mendoza o Walter Alva -descubridor del Mausoleo del Señor de Sipán- Hurtado ha seleccionado, de entre los cientos de miles de fotografías que ha hecho en las dos últimas décadas, unas 600 para componer el volumen "Explorando Mundos Ancestrales. El legado etnoarqueológico del antiguo Perú".
Comisario y organizador de más de medio centenar de exposiciones, Hurtado ha ilustrado con sus fotografías y sus textos reportajes de revistas como National Geographic, Geo o "Lifestyles Magazine", dando cuenta de sus trabajos en Bolivia, Ecuador, Colombia y Brasil, si bien su actividad se ha centrado en Perú, como demuestra en esta memoria gráfica.
Hurtado ha dicho que con este libro pretende hacer una llamada sobre la necesidad de conservar el enorme patrimonio arqueológico de América del Sur, y mas concretamente de Perú, muy desconocido aún en Europa.
Según Hurtado, en muchas de las expediciones en las que ha intervenido han sido localizados nuevos yacimientos, algunos intactos, pero estos hallazgos de restos o enterramientos aún no excavados han de conservarse en el mayor de los secretos para evitar la acción de los "huaqueros" o saqueadores, que suponen el mayor peligro que padece la arqueología en América de Sur.
Hurtado ha señalado que una gran parte de las investigaciones e intervenciones arqueológicas documentadas en Perú han sido financiadas por la iniciativa privada, como el caso de la edición de "Explorando mundos ancestrales", un volumen de gran formato y medio millar de páginas de reproducciones en color, editado por al empresa española Fuidmecanica Sur.
El fotógrafo e investigador ha intervenido en campañas de hasta siete meses de duración viajando en todos los medios imaginables, incluido el globo aerostático con el que documentó desde el aire, en 2001 y en compañía de Walter Alva, los grandes centros ceremoniales de Huaca Rajada-Sipán, las Pirámides de Túcume, la denominada Pampa Grande y las Huacas del Valle de Moche, en Perú.
Cuando tuvo que cruzar los Andes peruanos para acceder a la cuenca amazónica alta, a entre 5.500 y 6.000 metros de altura, Hurtado viajo a lomos de mula, pero una vez en la selva amazónica siguió a pie, abriéndose paso a golpe de machete, único sistema para acceder a los enterramientos de la cultura chachapoya.
Estos enterramientos (800-1500 d.C.) están excavados en la vertical de precipicios situados en las montañas andino-amazónicas, de modo que su único acceso posible es mediante escalas, una dificultad que en buena medida ha preservado del expolio las momias de esta cultura, fotografiadas por Hurtado.
Las fotografías de los globos aerostáticos, las piraguas indígenas, los vivaques en las orillas de los ríos, las reatas de mulas y las avionetas o helicópteros comparten las páginas de "Explorando mundos ancestrales" con las de piezas arqueológicas labradas en oro, con cabezas reducidas de la etnia jíbara y con momias de varias culturas.
Hurtado, que también ha incluido fotografías tomadas muy de cerca de caimanes y pirañas, ha explicado que ha querido dar una idea lo más completa posible de lo que supone una expedición arqueológica en Perú, que en muchos casos exige llegar a rincones nunca visitados.
Esta memoria gráfica está dividida en cuatro apartados -"Ciudades perdidas, templos y tumbas sepultados"; "A la búsqueda de El Dorado"; "En lo profundo del Amazonas" y "Profanación y Saqueo de Tumbas y templos"-.
El profesor Fernando Fernández, exdirector del Arqueológico de Sevilla, afirme que escuchando a Hurtado "uno tiene la sensación de estar leyendo a un cronista del siglo XVI".
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