domingo, 19 de mayo de 2013

CRISTO

18 de mayo del 2013

Yo soy el Camino, La Verdad y la Vida.  Paz y Gracia a todos ustedes sobre esta Tierra.

Amigos y Hermanos de Eternidad, Vengo y realizo, cerca de ustedes y en ustedes lo que debe ser, como Camino de la Vida, como Camino de la Verdad, y Verdad de la Vida. A fin que hoy nadie pueda ya ignorar las palabras que fueron pronunciadas hace ya 2000 años. Mi palabra es Amor, Mi camino es vuestro Camino, mi Verdad es vuestra Verdad, y mi Vida es vuestra Vida.  Niños del Uno, reunidos y unidos en la Libertad verdadera, la que no sufre yugo, ni sufrimiento, ni pregunta, vengo a establecer mi Morada en vuestro Corazón, a fin de que vuestra Morada de Eternidad sea libre, y esto de manera definitiva.  Lo que viven en vuestra carne, o lo que vivirán en vuestra carne, en la superficie de este mundo solo es el reflejo de vuestra Libertad y de vuestra Eternidad.  Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, viniendo a entregárselo, si tal es vuestra Verdad, si tal es vuestra Vida, y si tal es vuestro Camino. 

El Tiempo de la Acogida, en el seno de mi Regreso en vuestra densidad, es el Tiempo de Alegría y de gozo.  Vuestro cuerpo aquí, efímero y mortal, no es nada comparado a vuestro Cuerpo de Eternidad, vuestro Cuerpo de Êtreté, lo que ustedes Son en Verdad. Todo esto, muchos de ustedes ya lo saben y ya lo viven. Pero mis palabras se dirigen al conjunto de la humanidad, no ya solamente en un acercamiento entre vuestra conciencia limitada y lo que ustedes Son en Eternidad, sino, pero en la superficie de esta Tierra, para el conjunto de sus habitantes, para el conjunto de los seres, de acuerdo o en desacuerdo con el Camino, la Verdad y la Vida.   Vendré a tocar a vuestra Puerta, de manera cada vez más tangible, a fin de revelar y develar la Eternidad, la Promesa y el Juramento.  El conjunto de lo que representan la Luz y la Libertad está a vuestras puertas y viene a tocar a la Puerta de vuestro Templo, abriéndoles la Puerta a la Eternidad recobrada.

Cada día, en los tiempos demandados hace poco tiempo, realizamos juntos las Bodas Terrestres, Esponsales del Cielo y de la Tierra, Esponsales del Fuego: Fuego del Espíritu, Fuego de la Verdad, Fuego del Amor, Fuego de la Belleza,   resultando en la extinción del fuego vital y del ego.

Cada día, me aproximaré gradualmente a vuestro Templo.  Felices los simples de Espíritu.  Felices aquellos en que la Esperanza nunca fue extinguida. Felices aquellos cuyo Corazón está abierto.  Felices aquellos cuyo Corazón solo ve en los demás a sí mismo, el que en estos tiempos no juzga, pero se mantiene derecho, en la Verdad, la Vida, y el Camino de la Unidad.

Estos Tiempos realizados responden perfectamente a lo que había transmitido al Bien-amado, desde tiempos inmemoriales, y hace mucho tiempo, en vosotros. Les es pedido acoger y recogerse en la Gratitud y en la Paz, en la Humildad y en la Simplicidad.  Yo les Llamaré a cada minuto, a cada respiración de esta carne, a fin de hacerlos descubrir, si esto no está ya hecho,  el Soplo Eterno del Corazón, el Soplo Eterno de la Libertad, el Soplo Eterno de la Verdad y de la Vida.

En estos Tiempos de Gracia, mi Espada viene a cortar lo que debe serlo, a fin de que ningún yugo y ninguna cadena puedan obstruir vuestra Esperanza, vuestra Fe y vuestro Amor.  Se les será hecho, y se les ha hecho, muy exactamente, según vuestro Corazón.  Ningún conocimiento, ninguna certeza de este mundo puede reemplazar, ni reemplazará nunca, la Verdad del Corazón.  La verdad de la razón no es nada frente a la Verdad del Corazón.  El camino del humano en este mundo, no es nada en relación al Camino de vuestro Corazón, y la Eternidad inscrita. Ningún obstáculo puede mantener o frenar lo que sea que venga a oponerse a la Verdad establecida: ustedes con la Verdad, el Camino y la Vida.  Ustedes son el Amor que ha encarnado, ustedes son el Amor cuya carne libera el Amor Eterno, abriendo las Puertas de vuestra Presencia, permitiendo a vuestro Ser Supremo recobrar su Supremacía, su Autonomía y su Multi-dimensionalidad.

Las divisiones del mundo estarán opuestas a la Unidad del Amor.  Ninguna división puede frenar mi Venida, tal como lo había Anunciado y tal como el Angel URIEL se los anunció hace pocos días.  Por lo tanto los invito, una vez más, no a juzgar, no a estar en un cualquier arrepentimiento, los invito simplemente a abrir aún más las Puertas de nuestra Morada a fin de que el miedo nunca más, pueda ensombrecer el Amor, la Luz y la Verdad.

Cada día, durante las 12 etapas de las Bodas Terrestres, avanzaré hacia ustedes, al igual que ustedes avanzarán hacia mí, en el mismo Corazón Uno, de la Unidad recobrada, en la misma Fraternidad, la del Cielo y la de los Hombres, a fin de recobrar la Humanidad verdadera, la de vuestra Eternidad.

Recuerden que mi palabra es una Espada cortante, que viene a quitar lo que les impide, justamente, acceder a vuestra Eternidad. Solo el que cuyo miedo prevalece sobre el Amor, podrá todavía ver otra cosa que el Camino, la Verdad y la Vida. Ustedes Son eso, yo vengo a recordárselos, estoy con ustedes para la Eternidad, en los siglos de los siglos, sobre este mundo como en otros Mundos.

Abran el Corazón, nada más puede ser útil. Puesto que en estos Tiempos donde vengo a cortar lo que debe serlo, solo podrá florecer el Amor que ha germinado en ustedes, que los conducirá a vuestras Moradas de Eternidad respectivas, en toda Libertad, en toda Autonomía, en toda Paz. Vengo a invitarlos a la Paz, vengo a invitarlos a la Verdad, vengo a invitarlos a la Belleza, lo que ustedes Son, más allá de toda cadena, más allá de toda vida limitada dentro de este mundo. Así, mi Corazón es un Fuego abrasador, que viene, por el Espíritu, a incendiar lo que no merece permanecer, en el seno de la iniquidad, con el fin de cortar lo que debe serlo, de manera definitiva. Los invito al Fervor, el Fervor del Espíritu, el Fervor del Amor, con el fin de vivir, en ustedes mismos, vuestro Camino, vuestra Verdad y vuestra Vida.

Cada día, durante 12 horas, estaré con ustedes desde el instante donde me llamen. Desde el instante donde Comulguemos juntos, yo me revelaré a vuestro Corazón, ante todo, y también en mi Presencia en vuestro Corazón, a vuestros lados. Tendiéndoles la mano y el Espíritu, con el fin de hacer lo que debe serlo, con el fin de Ser lo que debe ser hecho, es decir vivir el Fuego del Espíritu, el Bautismo del Espíritu, en Totalidad. El Llamado es, desde luego, diferente para cada uno de ustedes, mis estigmas son innombrables. Ustedes se encontrarán, los unos y los otros, en vuestras palabras dadas, en vuestras miradas fijadas, en vuestros actos llevados dentro del Corazón, y nadie podrá engañarse, ni engañar lo que sea, y todavía menos engañarse a sí mismo. Los tiempos del engaño se acabaron, es tiempo de tenerse en pie, en la Humildad y la Rectitud, en la Humildad y en el Amor.

Yo soy el garante de vuestra Libertad, soy el garante de vuestra Eternidad, pero no son más que ustedes los que pueden consentir a la proporción de eso, y a la Esencialidad. Así, detendré aquí, esta noche, mis palabras, porque mi Presencia reemplazará todas las palabras, en cada uno de ustedes. Por lo que les será dado a vivir en esta carne, como en este cuerpo, y en todo cuerpo perteneciente a este mundo, será la acción de mi Presencia, y el Sello de mi Presencia.

Así pues, les repito, estén en Paz, no tengan ningún miedo, puesto que los tiempos de la Esperanza, los tiempos de la espera, están cumplidos. He aquí están a la Puerta de vuestra Morada de Eternidad. Les corresponde solo a ustedes verificar esto, cada día un poco más, con el fin de cumplir lo que LA FUENTE ya les había dado. Con el fin de cumplir lo que está cumplido, ya, como ustedes lo constatarán, de toda Eternidad.

El tiempo de la ilusión y del sueño se acabó, el Tiempo de la Libertad y de la Eternidad se abre delante de vuestro Corazón. Gracia a nuestra Unión y a nuestra reunión, ustedes serán, no solamente los Hijos de la Luz y de la Eternidad, no solamente los Hijos del Uno, sino vivirán la Unidad y vivirán la Presencia. Y volverán en vuestras Moradas de Eternidad, en la Gratitud, la Alegría y el júbilo.

El Tiempo ha llegado, no hay pues fecha que anticipar o que prospectar. Hay, y ustedes lo constatarán cada día, simplemente que entrar en esta Felicidad, en este Fuego de Amor devorador, que es vuestra Herencia, vuestra Promesa, vuestro Origen y vuestra Finalidad. Yo soy CRISTO, el Camino, la Verdad y la Vida, cumpliendo la Nueva Eucaristía dentro de vuestro mundo, nombrada el Regreso. Entonces, estén en Paz, estén en Gracia, yo los bendigo y los Amo, porque nosotros somos Amor de toda Eternidad. Que mi Bendición y el Fuego de la Verdad se depositen en este instante, creando en ustedes esta Llama eterna donde ningún miedo puede subsistir. Yo los Bendigo y rindo Gracia a vuestra Recepción, y rindo Gracia a nuestra Danza celestial, dentro incluso de esta Tierra, en esta Ascensión tan aguardada, tan esperada, y tan temida, por algunos de ustedes.

Todo está en ustedes. Nada puede subsistir de lo que no está en ustedes. Nada puede subsistir de lo que ha sido llamado ilusión y efímero. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, la que corre en vuestra alma y en vuestro Espíritu.

Transmitido por: El colectivo de los hijos de la ley Uno.

Traducción: OD y AM.

Publicado en: www.lestranformations.wordpress.com

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