Bello ser de luz, soy Kuthumi.
Un mensaje para los seres del Universo debo hacerte llegar.
Debes trascenderlo a aquellos que quieran escucharte,
porque sólo a ellos resonará.
Son momentos difíciles, momentos en los que debemos trabajar la paz de espíritu. Debemos ser conscientes de que nuestra paz, tranquilidad y sosiego interior trascienden a nuestra aura y esa energía llega a los que nos rodean.
Debemos cultivar nuestros valores de respeto, gratitud y perdón.
Debemos trabajar el perdón desde las tres vertientes:
perdonar, pedir perdón y perdonarnos. Es
extremadamente importante que trabajemos el
perdón para poder seguir adelante, para deshacernos
de esos lastres que pesan en nuestro corazón.
Todo lo que nos sucede es resultado de nuestras decisiones, acertadas o no. Debemos preguntarnos si actuamos de
acuerdo con lo que sentimos.
Es de vital importancia que seamos sinceros y honestos con nosotros mismos, que seamos leales con nuestro ser y con
los sentimientos y emociones que se encierran dentro
de nuestro corazón.
Debemos dejar que salgan a la luz porque no nos hacen vulnerables, nos hacen fuertes porque somos valientes al mostrarnos tal como somos.
Sólo siendo auténticos desde la conciencia, lograremos
encajar en este despertar, en este nuevo amanecer para
las almas que están llamadas a ello.
Somos libres de decidir si queremos o no formar parte
de este cambio vibracional, de este cambio de conciencia.
Debemos recuperar los valores perdidos y abogar por
ellos. Somos abanderados de nuestra causa y debemos
defenderla y apostar por ella.
Nosotros y sólo nosotros somos nuestros mejores defensores, debemos confiar en nosotros y en nuestro poder.
Nuestro escudo protector es la fuerza de nuestro corazón:
el AMOR. Sólo actuando desde el amor podremos vencer
a todo y a todos.
Debemos fortalecer nuestro escudo dándole fuerza a
través de la consciencia. Vivamos conscientemente,
seamos conscientes en todo momento de todo lo que
acontece en nuestra vida. Sólo así podremos llevar
a cabo nuestra misión.
Formamos parte de un gran Universo, de una gran
familia de luz, sintámonos parte de esa gran cadena
de luz, todos somos eslabones y la continuidad de la
cadena depende de todos sus miembros porque
todos somos importantes, todos somos Reyes
y todos somos peones.
Todos somos Uno y Uno somos todos. La unidad
tiene sentido si damos importancia a la individualidad
de cada ser.
Todos somos importantes en el todo porque sin uno
de nosotros ya no existiría ese todo, ese colectivo.
Seamos conscientes de nuestra importancia pero sin
olvidar que estamos al servicio de la humanidad.
Es importante que todos los seres humanos tomen
consciencia de lo que son para poder ayudar a
través de su individualidad a elevar la vibración
del planeta y a trascender.
La Tierra necesita de nuestra consciencia para
sanarse. Su vibración tiene una frecuencia parecida
a la nuestra de ahí que debamos vibrar al unísono
para el bien común.
La nueva Era que entra, pretende y busca
esa unidad vibracional entre la madre tierra y los
seres que en ella habitan. De ahí la importancia de
elevar nuestra conciencia.
Debemos actuar desde el corazón y ser auténticos.
Debemos reconocernos como seres de luz y
reconocer a nuestros semejantes. Debemos actuar
al unísono a través del lenguaje del amor porque
ese es el idioma universal de los seres de luz. El amor,
amar y ser amados, por eso estamos provistos
de un corazón que late y palpita cada día, que nos
recuera que estamos vivos para llevar a cabo
nuestra misión más allá de nuestros deseos terrenales.
Nuestra misión debe trascender. Debemos actuar al
unísono siendo honestos con nuestros sentimientos
y emociones. Seamos amables y practiquemos la
humildad, la compasión, la piedad. Debemos ponernos
en el lugar de quienes nos rodean y no juzgar. Sólo
debemos aceptar y transmutar aquello que no nos
gusta, porque no nos deja vibrar con autenticidad.
Bellos seres de luz que habitáis el Universo, algo
grande sucederá al empezar esta nueva Era, un
despertar a la conciencia como nunca antes había
existido. Una felicidad extrema estará al alcance de los
que hayan trabajado para ella, para sentirla, para vivirla.
Bellos seres de luz que habitáis el Universo, soy Kuthumi,
y os quiero.
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