Aunque los científicos tienen que hacer más análisis para estar seguros, las pruebas de ADN apuntan hacia una bacteria insólita
9 mar (El País).- En las muestras de agua tomadas en el lago subglacial Vostok, a 3.500 metros bajo la superficie del hielo de la Antártida, los científicos rusos han encontrado lo que parece ser una nueva forma de vida desconocida hasta ahora en la Tierra. Se trata de una bacteria que no pertenece a ninguna de las grandes categorías conocidas, informa la revista Science citando a la agencia rusa Ria Novosti, pero los investigadores necesitan analizar más muestras para estar seguros. “Tras excluir toda contaminación conocida… hemos descubierto ADN bacteriano que no encaja en ninguna de las especies registradas en los bancos de datos globales. Lo denominamos vida no identificada y no clasificada”, ha declarado a dicha agencia uno de los científicos del equipo, Sergei Bulat, del Laboratorio de Genética de Eucariotas del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo.
Los investigadores han encontrado siete muestras de la misma especie de bacteria en el agua congelada de la perforación realizada por los rusos hasta el Vostok en 2012. En los análisis, continúa Ria Novosti, no se han superado en ningún caso el 86% la coincidencia del ADN descubierto con ningún organismo conocido y, cuando este porcentaje es inferior al 90%, se considera suficiente para definir una nueva especie, añade Bulat.
“Si fuera encontrado en Marte, la gente diría que ADN marciano, pero este es ADN terrestre”, añade el científico.
Para obtener pruebas concluyentes de que se trata de una nueva forma de vida, los investigadores dicen que necesitan hacer análisis de nuevas muestras de agua del lago, muestras que se han tomado al inicio de la nueva campaña de perforación en el Vostok, en enero y febrero de este año, y que están ya de camino a Rusia en el buque científico
Académico Fedorov. "Si nuevamente aislamos los mismos grupos de
organismos en esta agua pura, podremos afirmar con seguridad que hemos descubierto en la Tierra una forma de vida no incluida en ninguna base de datos”, concluye Bulat.
La perforación del hielo hasta el lago Vostok, con una enorme complejidad tecnológica, se inició en 1989 junto a la base rusa del mismo nombre en el corazón de la Antártida y ha estado perseguida por la polémica constante entre los especialistas que pedían detenerla, para evitar la contaminación sin marcha atrás de las prístinas aguas del lago, y los que defendían el proyecto por el interés científico que tienen las aguas del gran lago subglacial, sellado desde hace millones de años y que podrían albergar formas de vida remotas, aisladas y adaptadas a condiciones extremas. Rusia, finalmente, culminó la perforación en la campaña del verano austral de 2011-2012 y la ha retomado esta temporada. El hecho de que el agua salga a presión –antes de congelarse en el agujero en la perforación y convertirse en las muestras que se extraen a la superficie- debería evitar la contaminación del agua del lago con los equipos que horadan el hielo.
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