a través de Ron Head - 02-04-2013
Miguel: ¿Acaso no fue éste un fin de semana tumultuoso? Esperamos que agradable para ustedes, queridos amigos, pero estuvo lleno de contrastes energéticos también, estamos seguros.
Ahora están en el mes de abril mismo. Parece ser como si las cosas se hubieran asentado. Y sin embargo ustedes sienten que hay algo en marcha.
Algo que todavía no ha sucedido. Su conciencia está sintiéndolo cautelosamente, tratando de descubrir qué podría ser.
Bueno, están casi en lo correcto. Su único error yace en pensar que las cosas se han asentado. Ellas simplemente se han asentado a una corriente constante que seguirá incrementando.
La primavera ha llegado, por lo menos en su hemisferio norte, y el cambio vendrá. Y esta energía está diciendo: “el cambio VENDRÁ”.
En verdad, es el decreto del Cielo, y el suyo también. Ahora es tiempo de recordarles todo lo que han aprendido acerca de crear el cambio.
Permítannos decirles que ustedes están listos, de otro modo esto no ocurriría. Sin embargo, como cualquier general de cualquier armada en su historia les diría, sus planes más meticulosos no cubrirían lo que van a encontrar.
Por eso ustedes son tan magníficos. Ustedes lo harán funcionar de todos modos. Por favor sostengan firmemente su sueño hasta el momento en que disciernan uno mejor, y lo harán. Luego agárrense al nuevo.
Sus sueños más poderosos van a incluir a todos, queridos corazones. Si no están soñando todavía para todos, les diremos que se están perdiendo todavía de un gran gozo, sí, y poder.
La exclusión y la revancha no pueden tener lugar ahora. La inclusión y la rehabilitación son, como ustedes lo pondrían, ‘allí donde es’. Pero el libre albedrío sigue siendo la ley, por lo que tiene que ser una elección de todas las partes.
Algunas cosas más bien grandes han empezado a suceder ya, pero les diremos que ellas son simplemente pequeñas bolas de nieve en la cumbre de la colina. Pongan un marcador de libros en esta página de su historia.
Van a regresar muchas veces para referirse a ella en el futuro, especialmente cuando alguien les diga: “¡pero nada está sucediendo!”
Nunca hay un nunca, nunca lo ha habido, ni habrá un tiempo cuando noten que nada está sucediendo. Asegúrense de que ese lugar donde hay quietud en su corazón esté bien equipado y listo.
Querrán pasar tiempo allí diariamente. Y mientras están allí, hagan suceder las cosas. ¡Les decimos esto con una gran sonrisa!
Estamos más cercanos que sus pensamientos y listos para ayudar si lo piden. Vayan en paz. Buenos días.
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