El cifrado transforma los mensajes a un código secreto hasta que lleguen a su destinatario
Doug Gross, 19 jun (CNN).— La mayoría de nosotros no envía correos electrónicos, tuitea, envía mensajes de texto o publica en internet información digna de escrutinio clandestino por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés).
Pero eso no significa que debemos rendirnos de toda aspiración a la privacidad (o lo que queda de ella) en nuestras actividades cotidianas en línea.
Es fácil olvidar que todos los días intercambiamos información básica acerca de nosotros para obtener una cuenta de correo electrónico gratuito, redes sociales y otros servicios digitales. Y hay que recordar que muchas entidades, desde agencias gubernamentales hasta cibercriminales, pueden obtener nuestros datos si somos un blanco.
Así que, ya sea por un vago recelo del Gran Hermano o por un deseo específico de mantener tu información bancaria fuera de las manos de los ladrones, podrías considerar formas de mantener más segura tu comunicación.
“Tantas cosas de geopolítica, tanto cibercrimen, tantas batallas de varios tipos se juegan en términos de seguridad de la información hoy en día”, dijo Wade Williamson, un analista de seguridad en Palo Alto Networks.
El denunciante de la NSA, Edward Snowden, dijo este lunes al diario británico The Guardian que el cifrado (encriptación) de correo electrónico es una forma efectiva de frustrar la vigilancia gubernamental.
“El cifrado funciona. Los sistemas de cifrado fuertes implementados apropiadamente son una de las pocas cosas en las que puedes confiar.
Desafortunadamente, la seguridad de puntos terminales (como los antivirus y los cortafuegos) es tan terriblemente débil que la NSA frecuentemente encuentra formas para evadirla”.
El cifrado es un método para asegurar los datos que consiste en codificarlos para que el destinatario pueda consultarlos, pero sean inservibles para cualquiera que pueda interceptar el mensaje en el camino.
La herramienta de cifrado convierte a tu mensaje original (llamado “texto plano”) en un desastre ilegible (o “texto cifrado”) mientras se transporta desde el Punto A hasta el Punto B. El sistema otorga solamente al destinatario aprobado una herramienta de descifrado
(desencriptar) que devuelve al texto su legibilidad una vez que llega a su destino.
Williamson explicó a CNN varias formas para mantener seguros tus datos antes, durante y después de transmitirlos.
Antes
Hay formas de hacer más seguro tu contacto con cada sitio web que visitas.
Una “capa de conexión segura” (SSL, por sus siglas en inglés) ofrece una primera instancia de seguridad, desde el navegador hasta los mensajes de texto. Muchos de los sitios web más populares (como
Facebook) ofrecen la opción de utilizar una conexión segura todo el tiempo.
Si no tienes dicha opción, a veces puede ser tan fácil como cambiar el “http” a “https” en la barra de dirección web de tu navegador.
“En términos generales, puedes simplemente añadir una ‘s’ a la URL”, dijo Williamson.
También hay herramientas como HTTPS Everywhere, una extensión para los navegadores Chrome y Firefox, que cifran tu conexión con la mayoría de los sitios web importantes.
Durante
La mayoría de los servicios importantes de correo electrónico, como Outlook y Gmail, ofrecen alguna forma de cifrado. Revisa la configuración de seguridad de tu correo electrónico para encontrar opciones.
Pero para las personas que realmente están preocupadas por el hecho de que sus correos electrónicos sean interceptados —y para eso solo se necesita una red insegura o un hacker deseoso— Williamson sugiere comprar software de cifrado.
Con muchos de los sistemas, los clientes obtienen “certificados”
digitales llamados claves privadas o llaves. Todas las personas con quienes deseen compartir mensajes cifrados recibirán claves públicas.
Con este tipo de sistemas, solo las personas con uno de los certificados públicos del usuario podría decodificar el contenido de un mensaje.
Después
Así que, tus datos pueden estar seguros mientras transitan por el ciberespacio, pero, ¿qué pasa si te roban la laptop?
Aquí es donde entra el cifrado de disco.
Hay varias marcas de software gratuito de cifrado de disco en la comunidad de código abierto, pero para la mayoría de las personas esto también costará dinero.
El cifrado de disco codifica todo lo que está almacenado en tu computadora, y necesita una contraseña u otra herramienta aprobada de recuperación para decodificarlo. Así que, si tu computadora cae en las manos equivocadas, no se perderá nada.
Hay muchas formas de cifrado y otras opciones de seguridad. Algunas son rápidas, fáciles y gratuitas. Otras son costosas por el software especializado, hardware, o ambos.
Para encontrar un nivel de seguridad con el que te sientas cómodo, comienza a hurgar en la configuración de seguridad de tu navegador, tu correo electrónico y sitios web favoritos. Luego considera si quieres ayuda profesional para llegar al siguiente nivel.
Cómo (no) saber si EEUU te ha espiado
Irene Castro, 20 jun (eldiario.es).- ¿Te espía el gobierno de EEUU? La alerta sobre la protección de datos y la privacidad está disparada después de que el extécnico de la CIA, Edward Snowden, haya revelado que Estados Unidos espía a miles de ciudadanos fuera de territorio norteamericano a través del programa PRISM. Las grandes compañías tecnológicas reconocen la existencia de miles de peticiones de información sobre clientes por parte del Gobierno estadounidense.
¿Cómo saber si tu email, tu cuenta de Facebook o tus datos alojados en los servidores de Apple han sido entregados por los responsables de esas compañías a los servicios de seguridad de la Administración de Obama? ¿Qué ha hecho el Ejecutivo de Rajoy para garantizar la protección de los datos y el derecho a la privacidad después de las revelaciones de Snowden?
Hemos hablado con todos los actores. Esto es lo que dicen.
¿Qué dice la Agencia Española de Protección de Datos?
La Agencia Española de Protección de Datos asegura que las autoridades europeas ya han hecho lo que debían en este asunto. Consideran suficiente la única medida que, por el momento, se ha llevado a cabo:
la petición formal de información a Estados Unidos por parte de la Comisión Europea. Según un portavoz de la Agencia consultado por eldiario.es, en el caso de que EEUU haya realizado investigaciones generalizadas "sería preocupante porque no se ajustaría a la directiva europea de protección de datos". Según este organismo, "los convenios sobre transmisión de datos se tramitan a nivel Comisión Europea-Estados Unidos".
A la espera de la respuesta de Washington, las autoridades españolas y europeas poco más pueden hacer que aguardar esas explicaciones, según explican en la Agencia.
¿Qué dice Estados Unidos?
La embajada de Estados Unidos en Madrid tampoco arroja mucha luz sobre el asunto. A pesar de que el propio Obama ha reconocido públicamente la existencia del programa de espionaje PRISM, los portavoces de su embajada en Madrid se ponen de perfil y nos invitan a llamar directamente a Washington. En la legación diplomática estadounidense se escudan en que la información sobre espionaje a civiles en Europa procede de una "filtración ilegal" y que es la Casa Blanca la que está canalizando esta información.
Dicho de otro modo, un ciudadano que quiera saber si la Administración Obama ha pedido sus datos tendrá que recurrir directamente al Gobierno estadounidense. Sin embargo, cuando contactamos con Washington nos dicen que las respuestas las ofrece su embajada en España.
De vuelta en la embajada estadounidense en Madrid se nos indica que "si hay algo que ver con ciudadanos españoles aludidos es el Gobierno español el que tiene la potestad para dar esa información".
¿Qué dice el Gobierno español?
El Ejecutivo de Rajoy no ha ideado un mecanismo concreto para que los ciudadanos puedan saber si son objeto de investigación o no. Desde el Ministerio del Interior se limitan a decir que "si el ciudadano tiene constancia de que algo raro está pasando, puede recurrir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que se lleve a cabo la correspondiente investigación".
Tampoco parece que Exteriores considere prioritario el asunto. El ministro, José Manuel García Margallo, se reunió este martes con el vicepresidente de Google, David Drummond. La supuesta entrega de datos sobre ciudadanos europeos a la Administración Obama no ha estado sobre la mesa. Ni siquiera se ha tratado el asunto, explican fuentes del Ejecutivo, porque la reunión estaba planeada con anterioridad.
¿Qué dicen Google y Apple?
Google, Facebook y Apple han reconocido haber entregado al Gobierno de EEUU datos de miles de clientes. Desde esta compañías niegan, sin embargo, un acceso generalizado de las autoridades a sus servidores para espiar las comunicaciones de los usuarios.
Si nadie desde el gigante tecnológico se ha puesto en contacto con nosotros es que EEUU no está interesado en nuestros emails. Un portavoz de la compañía en España ha declarado a esta redacción que el "procedimiento general" de la empresa solo permite aportar datos sobre personas con procesos judiciales abiertos y en esa circunstancia se informa a los interesados de la existencia de una petición de información sobre sus comunicaciones.
Apple España no ofrece información propia y se limita a reproducir el comunicado emitido desde su sede en Cupertino (California). En esa nota pública, la empresa de la manzana señala que si no tienes nada que ver con robos, crímenes, niños perdidos o personas con Alzheimer no deberías estar en la lista de espiados, aunque esto es a grandes rasgos lo que, en un "ejercicio de transparencia", Apple dice que le han solicitado las autoridades de su país. Al igual que Google, la empresa fundada por Steve Jobs no proporciona información sobre sus clientes salvo que exista una orden judicial y su departamento legal analiza cada una de las peticiones: "Cuando vemos inconsistencias o inexactitudes en la solicitud, nos negaremos a cumplirla", dice el comunicado.
http://www.eldiario.es/turing/saber-EEUU-espiado_0_144186153.html
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Ciberpolicía planetaria
La profecía de 1984 o la ciberpolicía planetaria o ‘Fahrenheit 911’, o el caballero de la noche
Arsinoé Orihuela, 20 jun (Rebelión).- Sin afán de demeritar el valor del proyecto Wikileaks que conduce Julian Assange, indiscutiblemente laudable, da la impresión a veces que el periodista más acosado por las cortes subsidiarias de Washington incurre en ciertos excesos de optimismo, que aunque comprensibles dada la insospechada influencia de sus filtraciones en el estallido de la indignación global, cabría acotar por razones que enseguida vamos a escudriñar. Assange no escatima en lo referente a las bondades de los sistemas de información
modernos: “[son] el más importante campo de educación política masiva que haya existido jamás”. Las desorbitadas expectativas depositadas en los nuevos vehículos de comunicación virtual, particularmente el Internet, fácilmente pueden cuestionarse cuando se observa la función confidencial que desempeñan. El periodista australiano acierta cuando
sugiere: “Los medios tradicionales… son meros espacios para dirimir pleitos entre distintas facciones del régimen”. Pero cuando refiere a las comunicaciones digitales-alternativas, el tono entusiasta de tales referencias azuza cierta intranquilidad. En relación con el alcance de Internet, Assange explica: “El número de personas expuestas [a los dominios de la red cibernética], el número de culturas expuestas, el número de idiomas expuestos, el puente geográfico es más grande que en ningún otro momento de la historia” (La Jornada). Exactamente aquí radica el peligro, y no necesariamente la virtud, de las tecnologías comunicacionales. Máxime si se contempla que la reproducción intensiva de los abusos de poder, vía tecnología o medios de comunicación, no ha conseguido subvertir el sistema político, y sí en cambio, estas mismas cibertecnologías, han contribuido más que ningún otro instrumento a la configuración de una maquinaria proto-orwelliana de vigilancia global.
En la coyuntura del escándalo que envuelve a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), allá en los crispados dominios del tío Sam, tras la filtración de información ultraconfidencial que un tal Edward Snowden proporcionó a la prensa, cabe adentrarse en los orígenes del Internet, en el ámbito de sus funciones no declaradas, así como en sus tentativas de legitimación ideológica, tan sigilosas e imperceptibles aunque no por ello menos condenables.
DARPA, el progenitor de Internet
Pocos saben que el origen del internet está orgánicamente ligado con las agencias de inteligencia más furtivas en Estados Unidos. DARPA es el acrónimo de la expresión en inglés Defense Advanced Research Projects Agency (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa); es un apéndice del departamento de defensa de Estados Unidos, responsable de la elaboración de proyectos tecnológico-militares, inaugurada en el contexto de la Guerra Fría como órgano de vanguardia en la carrera armamentista que sostuvo Estados Unidos con la URSS (Wikipedia). Más tarde, esta agencia auspiciaría el nacimiento de ARPANET, el predecesor de Internet.
Con el propósito de apuntalar a Estados Unidos como potencia tecnológica, especialmente después del desafío que supuso el lanzamiento de la misión soviético-espacial Sputnik, el departamento de estado de Estados Unidos puso en marcha múltiples proyectos de desarrollo militar, a través de DARPA, entre los que destacan:
satélites, transbordadores espaciales, radares, misiles, dispositivos electrónicos de vigilancia, redes de ordenadores, etc.
Cabe señalar que uno de los departamentos más importantes de DARPA es la Oficina de Tecnología en Procesamiento de Información, precursora en el desarrollo de los controles modernos para sistemas de información.
Pariente consanguíneo de DARPA, la NSA, también enquistada en los dominios del departamento de defensa, es uno de los pilares de la inteligencia norteamericana, actualmente en la mira de la prensa por las filtraciones que pusieron al descubierto las subrepticias acciones de espionaje doméstico e internacional que desarrolla Estados Unidos.
Según el portal ABC.es Internacional, la NSA “cada día intercepta
1.700 millones de correos electrónicos, llamadas telefónicas y otros elementos de comunicación”.
En los perímetros de este binomio DARPA-NSA, se urden los fundamentos materiales de la neototalitaria (ciber)policía planetaria.
Fahrenheit 911
La legitimación de los sistemas de seguridad/espionaje global se nutre de dos tramas ideológicas, que vale la pena identificar: la guerra contra las drogas, y el choque de civilizaciones.
En Drugstore Cowboy (1989), película estadunidense dirigida por Gus Van Sant, el personaje que interpreta William S. Burroughs profetiza
amargamente: “Los narcóticos han sido sistemáticamente satanizados y utilizados como chivos expiatorios… Vaticino que un futuro próximo la ‘derecha’ va a utilizar la histeria de las drogas como pretexto para configurar un aparato policiaco internacional”. No es accidental que en el alba de los 70’s, exactamente en los años que Ronald Reagan inauguró la llamada “guerra contra las drogas”, DARPA intensificara el desarrollo de tecnologías tácticas y el procesamiento de información.
Otro tanto ocurre con los dramáticos acontecimientos de septiembre de 2001. El 9-11 acarreó el endurecimiento de leyes “anti-terroristas” a escala planetaria, cuyo vértice fue la atribución de poderes de vigilancia discrecionales a las agencias de seguridad, una política que sistemáticamente contraviene el derecho fundamental a la privacidad (recuérdese la USA Patriot Act o Ley Patriota, promulgada en octubre de 2001). Entre otras disposiciones, las nuevas leyes facultan a las autoridades para interceptar discrecionalmente comunicaciones electrónicas.
El caballero de la noche
Pasó inadvertido, acaso porque todos atendían la representación del guasón, a cargo del actor Heath Ledger. Pero no puede obviarse que el segundo film de la más reciente trilogía de Batman hace una apología de las políticas de espionaje/seguridad en boga, que perversamente evocan las violatorias mociones que siguieron al 9-11. Con base en un emisor-receptor de datos virtual, el personaje que interpreta Morgan Freeman vulnera los sistemas de información –aunque no sin falso remordimiento–, a petición de un cada vez más vomitivo Batman, con el fin de averiguar el paradero del guasón, transgrediendo flagrantemente la privacidad de los ciudadanos, pero con la venia de nuestro multimillonario héroe, y amparado en la premisa de que ciudad Gotham atraviesa una “emergencia”.
Cualquier parecido con la moderna narrativa de los gobiernos, es mera coincidencia.
http://lavoznet.blogspot.mx/2013/06/la-profecia-de-1984-o-la-ciberpolicia.html
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