martes, 25 de junio de 2013

LA GRÂCE DE L'AMOUR DE SÉVERINE - 14 de Mayo del 2013

PARQUE DE LA CABEZA DE ORO.

En una tarde llena de quietud en el corazón de un hermoso parque cerca de mi casa. Miro a las gentes a mi alrededor en este lugar donde he decidido sentarme. La atmósfera es muy suave, es bastante extraño ya que este parque está en la ciudad. Incluso los pequeños ruidos ambientales parecen como alejados.

Poco a poco, una paz parece invadir todo el espacio, y cada uno parece formar parte del mismo conjunto, de una misma “familia”. Es difícil de explicarlo... Todo es UNO, esto es cada vez más evidente. Lo que interiormente siento, es que a pesar del movimiento físico, el cambio de lugar, no cambia absolutamente nada para la evidencia de que lo que es vivido interiormente y de lo que ES de toda Eternidad.

Una vez más, las palabras en ningún momento permiten describir esto... Todo lo que está Allí ahora más que nunca, invita al Silencio. La Madre Tierra nos acoge en sus Brazos, nos acuna en su seno y cada paso sobre su cuerpo es una Danza en Amor con Ella... Ella forma parte de nosotros, es evidente, ella es lo que nosotros somos y las palabras Gaïa, Tierra, humanos, nosotros, yo, devienen insignificantes ante el Corazón unificado que en Verdad somos...

Ya nada tiene sentido, ya nada tiene importancia que lo que somos, esta Naturaleza que pasamos tanto tiempo y vidas buscando, a veces incluso sin advertirlo, y que Está Allí, Aquí, Ahora. Esto es todo.

Que no podemos vivir y saber que cuando los hábitos encerrantes caigan, olvidados... cuando la mirada esté puesta plenamente interiormente y no al exterior. Así se advierte que efectivamente no hay más de dentro, y fuera, no hay más estos puntos de referencias Ilusorias y efímeras que no tienen ningún sentido ante esto. Mas de exterior, mas de interior, mas de ti, mas de mí... HAY y esto es todo... Nada que este mismo Corazón, este mismo Corazón, este mismo Canto, esta misma Danza que no puede ser vista, vivida, cantada y danzada que cuando la mirada sobre lo efímero es transformada.

Los paisajes devienen entonces como la decoración, pero llenos de Esto, llenos de nosotros, llenos de los que somos. Los paisajes, cada ser, cada sonido forman parte integrante de un mismo conjunto indefinible... Esto es lo que somos... es de tal evidencia que no puede ser dicho...

Para darse cuenta de esto, el “descubrir”, poner su atención sobre lo que siempre a estado allí, es la cosa más simple... realmente simple... Mas nada que buscar, mas nada a comprender, solo ser Esto... ya que es lo que somos, lo que siempre hemos sido.

Lo más simple para des-identificarse de lo que creemos ser y otros que vemos y creemos separados de nosotros, es interiorizarse, sumergirse aún más en el interior, para penetrar en este silencio que de hecho no es un silencio vacío, sino lleno de Todo lo que somos, de Eso, que es indecible, indescriptible, indefinible... En ese momento, todo se vuelve simple y evidente. Es necesario simplemente atreverse a este regreso que no es uno de hecho ya que todo está allí desde siempre, Lo somos desde siempre.

Desde este instante, ya ningún sufrimiento puede afectarnos, tocarnos, puesto que sabemos lo que somos. Lo hemos penetrado y lo Vivimos plenamente. Los « otros » no son ya entonces mirados como exteriores sino como parte integrante de esta Unidad, de esta Vida que somos en Realidad. Es tan simple... Basta osar la mirada, de abandonarse, morir, dejar todos los condicionamientos, olvidarlos, y descubrir la Vida que siempre ha estado Allí, una Melodía Silenciosa y Amorosa de la que formamos parte integrante y que somos realmente.

En ese momento, el cuerpo no es ya visto como “nuestro cuerpo” sino como una nota que está separada de la Melodía. No tiene entonces más importancia, el está allí pero no es ya visto como antes ya que Estamos más allá de este cuerpo. Este sigue su ruta en este mundo sin embargo no es nada comparado a la Evidencia, frente a esta Danza Inmóvil, que aún enfrenta nuestra Verdadera Naturaleza. El “saco”, cuerpo o templo, continúa su danza efímera, llevado por la Gracia... mientras que Todo está Allí, conteniendo todo y este cuerpo. Esto es imposible a describir... solo viviéndolo, Siéndolo...

Por mi parte, la naturaleza mucho me ha ayudado a vivir esto, a acercarme de lo que somos ya que la tierra, los árboles, las corrientes de agua, respiran el Silencio y la Vida. Acostarse en la hierba deviene entonces como una unión total con Gaïa, e incluso más allá, con el Absoluto, la Vida que somos y que está en todas partes, en todo, que contiene todo. El Cuerpo se une amorosamente, olvidándose, basándose en la Cuna de Amor y de la Vida. Esto no nace de un deseo sino que se hace todo solo, también naturalmente como una flor que florece cara al Sol.

Entonces los ruidos ambientales no son ya incómodos sino devienen el contenido de la Vida misma. Cada canto de ave, cada grito infantil, cada brizna de hierba devienen entonces lo que ha sido siempre más allá de lo efímero: Verdad, Melodía de la Gracia, Amor total y Beatitud... Ninguna palabra puede describir esto.

Ningún miedo puede existir ya que todo es UNO, en todo y por todas partes, más allá de toda localidad.

Cada uno tiene la opción de proseguir esta vida 3D en el miedo, con una mirada separada o abandonarse a Lo que Es, elevarse en el Amor para ser Libertad total, para ser lo que nunca hemos cesado de ser detrás de esta velo que nuestros temores y creencias han tejido... Este velo ya no existe... solo hay el Amor, la Paz y la Gracia...

Al principio, puede ser que los llantos de Alegría se manifiesten, que las lágrimas de Alegría fluyan ante la Belleza y el Amor que siempre ha estado allí... Déjenlas correr, déjense acunar, déjense ser...

Amor y Gracia.

Un petit partage

No hay comentarios: