Pamela canaliza a Jeshua
Traducción del inglés por Sandra Gusella
Estoy aquí con tanta alegría. Sientan mi alegría. Me encanta verlos a todos ustedes aquí unidos como hermanos. De esto se trata la Nueva Tierra. Cuando las personas se reúnen con un corazón abierto, cuando se juntan en un círculo como éste, surge algo nuevo, algo que es mucho más que la suma total de los individuos. Así que sientan la energía que ustedes han creado juntos en estos días pasados. Es vuestra energía.
Siéntanse orgullosos de ustedes mismos, hoy ustedes son los portadores de la energía Crística, y quiero pasarles la antorcha a ustedes. Imaginen que están sosteniendo una antorcha en su mano derecha y sosténganla frente a ustedes, no se dejen intimidar. Ahora miren a vuestro alrededor, ¿qué es lo primero que ven? ¿Ven a otras personas a vuestro alrededor? Hay personas alrededor de ustedes que quieren disfrutar y recibir vuestra luz, porque vuestra antorcha arde como ninguna otra, ustedes son únicos.
A veces me pone triste ver cómo ustedes esconden vuestra propia antorcha, vuestra propia luz, la cual es tan necesaria ahora en la Tierra. Hoy les pido que se pongan de pie y muestren vuestra luz al mundo. Hacerlo les dará una profunda satisfacción, es vuestra misión, vuestro verdadero camino.
Ahora, cuando hablo de poner vuestra luz en el mundo, sé que a muchos los asusta, porque vuestros asuntos con el mundo no han sido fáciles; por momentos han sido difíciles y dolorosos. Algunos de ustedes preferirían apartarse del mundo. Sienten que no pertenecen aquí; no se sienten en casa aquí.
Sienten que sólo pueden ser ustedes mismos cuando dejan detrás a la sociedad, pero la sociedad los está esperando. Tienen que viajar hacia la oscuridad para cambiarla por dentro, y ustedes hacen esto dentro de ustedes mismos. Les he pedido antes que miraran por debajo de la negatividad, por debajo del comportamiento destructivo y que vieran al niño temeroso dentro de ustedes mismos. Ahora les pido que hagan lo mismo con la sociedad. No entren a luchar con las energías que hay ahí. Entren ahí con una sensación de paz. Cuando ustedes luchan con la sociedad, aún están en el reino de la dualidad.
Sienten que hay poderes agresivos en la sociedad y que ustedes son o su esclavo o su adversario, pero ambos roles están dentro de la dualidad. Ustedes no quieren ser un esclavo de la sociedad y durante varias vidas pasadas han llegado a ser algo ligado al papel del guerrero, del rebelde luchando en contra de las normas de la sociedad. Pero hoy vuestro verdadero rol no es ninguno de esos dos. Ustedes no son un esclavo de la sociedad. No son su enemigo. Ustedes son un maestro de la sociedad, y enseñan desde el corazón. Esto significa que miran más allá de las apariencias y van derecho al corazón de las cosas, de las situaciones, de la gente. Como un maestro, ustedes saben y comprenden que vuestra energía no siempre será recibida y apreciada, y lo aceptan, y entonces no se sienten rechazados por la sociedad. Ustedes son muy conscientes de ustedes mismos y actúan desde el amor y la compasión y, lo más importante, saben cuándo actuar y cuándo no actuar. No tienen que cambiar el mundo. La necesidad de cambiar las cosas viene de un lugar de insatisfacción o incluso de juzgamiento. Ustedes realmente están aquí para ser maestros de amor. Les estoy pasando esta antorcha a ustedes y les estoy pidiendo que estén en el mundo pero que no sean del mundo, para encontrar siempre vuestra verdad adentro, pero también para estar dispuestos y preparados para compartirla con los demás.
Ahora yo les pido que vean la energía de la sociedad como un niño y que le pongan el rostro de un niño. Tantas cosas están sucediendo en este momento; la energía colectiva de la humanidad está en un estado de confusión. Ahora pónganle el rostro de un niño. Piensen en la vieja estructura que aún está activa: las jerarquías, la autoridad fuera de lugar. E incluso si piensan que todo es muy feo, vean si pueden encontrar ahí el rostro de un niño. Si miran profundamente pueden ver a un niño perdido aprisionado dentro de las estructuras masculinas agresivas de la sociedad tradicional. De hecho es un niño varón que ha llegado a alienarse y a separarse de su propio corazón. Sientan por un momento la tristeza de este niño. Él perdió su camino hace mucho tiempo. Él extraña a su madre, la energía materna, y al mismo tiempo se resiste a ella. Quiere tener el control, quiere dominar el mundo con su mente, con su ego. Pero es terrible estar en ese estado y no es para nada feliz.
Entonces ¿qué harían ustedes con este niño? Ahora mismo está desesperado y listo para cambiar. Lleguen a ver qué es lo que más necesita este niño, lo cual, de hecho, son ustedes. La energía que ustedes llevan dentro lo sanará. Así que háblenle a este niño y conéctense con él. Él es una parte de ustedes y una parte de la humanidad, y ustedes también son una parte de la humanidad.
Todos ustedes han jugado diferentes roles a lo largo de vuestras numerosas vidas pasadas en la Tierra. Han tenido vidas en las cuales fueron víctimas de la energía masculina agresiva en la Tierra. Pero también ha habido vidas en las cuales estuvieron del otro lado, en las cuales ustedes mismos expresaron esta forma de energía masculina. Es parte de vuestro viaje en la Tierra, así que ustedes han sido tanto víctima como victimario. Y hoy son un maestro y dejan estos dos viejos roles detrás.
Estamos aquí ahora para redefinir la energía masculina. Esto es lo que se necesita para la humanidad y para ustedes mismos. Necesitan vuestra energía masculina para expresarse en el mundo, aunque tanto hombres como mujeres entre ustedes tienen reservas con respecto a la energía masculina. La energía masculina, debido al pasado, ha llegado a asociarse con el ego y con la agresión. Pero esa no es su verdadera naturaleza y necesitamos una nueva definición, un nuevo sentimiento acerca de la energía masculina, porque es una parte necesaria de la creación. Lo masculino y lo femenino son energías complementarias.
Entonces yo ahora les pido que miren a la energía masculina dentro de ustedes mismos. Vean si pueden observar la figura de un hombre dentro de ustedes. Dejen que la energía masculina se exprese en vuestro cuerpo, ya sean un hombre o una mujer. Sientan la fuerza natural de la energía masculina, su claridad, su perseverancia, su poder de expresarse y de manifestarse. Ustedes necesitan esta energía para traer vuestra luz al mundo. Hagan las paces con ella.
Les acabo de contar que en un pasado distante ustedes han tenido vidas en las cuales ustedes mismos emplearon mal la energía masculina, vidas en las cuales experimentaron con las energías del dominio y del poder. En vuestro viaje como un alma, llegaron a lamentar profundamente esas vidas. No querían tener más nada que ver con esa energía, entonces entraron en un ciclo de vidas en las que fueron víctimas de la agresión y de la dominación, porque dentro de vuestro corazón había resistencia a defenderse. Pero necesitan ambas energías para tener una vida humana completa.
Entonces hoy les estoy pidiendo que ya no tengan miedo de usar vuestra energía masculina. Sean claros, sean visibles a los demás. Atrévanse a hablar, atrévanse a distinguirse de los demás. Vuestra energía espiritual femenina tiene que ver con la conexión con los demás, y vuestra energía masculina está ahí para protegerlos cuando es necesario y para desconectarlos cuando sea preciso. ¡Úsenlas a las dos!
Quisiera ahora terminar esta charla simplemente compartiendo nuestras energías. Sientan la suavidad en vuestro corazón y también vuestra fuerza, vuestra habilidad para ser un maestro y para volverse el maestro que son. Es importante encontrarse con otros que están en el mismo camino, como las personas reunidas aquí hoy. Quiero alentarlos a crear círculos propios, a estar juntos tan sólo para disfrutar de la compañía de unos con otros, para compartir vuestros talentos, y para contarse vuestras historias. Esto realmente los ayuda a crear una nueva energía. Los sostendrá.
Muchas gracias a todos.
© Pamela Kribbe
www.jeshua.net
Sitio en español:www.jeshua.net/esp
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